31 March 2012

Sea yo pariente y ríase la gente


Leo en el blog de García Amado una relación de gente recientemente colocada como altos cargos y sus relaciones familiares. Escalofriante.

*Relación de agraciados con un empleo en las últimas semanas* :


Elisa Robles Fraga

Directora General del Centro para el Desarrollo
Tecnológico Industrial (CDTI), organismo dependiente de la Secretaría de
Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación.

*Sobrina* de Manuel
Fraga Iribarne.

Víctor Calvo Sotelo

Secretario de Estado de Telecomunicaciones

*Hijo* de Leopoldo Calvo Sotelo, ex Presidente del Gobierno

José Ramón Bujanda Sáenz

Presidente de SAECA empresa pública
participada por la SEPI y el Ministerio de Agricultura

*Cuñado* de
Miguel Arias Cañete, Ministro de Agricultura

José Miguel Martínez

Presidente de la Sociedad Estatal Loterías y
Apuestas del Estado (SELAE) dependiente del Ministerio de Hacienda.

*Concuñado* de Cristóbal Montoro, Ministro de Hacienda

Ángeles Alarcó Canosa

Presidenta y Consejera Delegada de Paradores
Nacionales

*Ex mujer* de Rodrigo Rato, ex Vice Presidente del Gobierno y Presidente de
Bankia

Ricardo Cospedal García

Próximo Director de la Fundación Carolina

*Hermano* de María Dolores de Cospedal, Secretaria General del PP y
Presidenta de Castilla La Mancha.

Ignacio López del Hierro

Propuesto como Consejero de Red Eléctrica

Tras hacerse público se ve obligado a renunciar

*Marido* de María
Dolores de Cospedal

Rafael Rodríguez Ponga

Propuesto para Secretario General del
Instituto Cervantes. Mientras tanto continua de Diputado

*Hermano* de
María Flavia

María Flavia Rodríguez Ponga

Directora General de Seguros y Fondos de
Pensiones

*Hermana* de Rafael Rodríguez Ponga

Alberto Nadal Belda

Vicesecretario de Asuntos Económicos, Laborales e Internacionales de la
CEOE. Propuesto para ser Consejero de Red
Eléctrica que tras hacerse público se ve obligado a renunciar.

*Hermano* de Alvaro Nadal Belda

Alvaro Nadal Belda

Director de la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno con rango
de Secretario de Estado

*Hermano* de Alberto Nadal y casado con María
Teresa Lizaranzu Perinat

María Teresa Lizaranzu Perinat

Directora General de Política e
Industrias Culturales y del Libro

*Casada *con Álvaro Nadal Belda

Rafael Catalá Polo

Secretario de Estado en Fomento

*Hermano* de Raquel Catalá Polo

Raquel Catalá Polo

Delegada Especial de la Agencia Tributaria en Madrid.

*Hermana* de Rafael Catalá Polo

José Canal Muñoz

Secretario General Técnico del Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte

*Casado* con Sonia Ramos Piñero

Sonia Ramos Piñeiro

Directora General de Apoyo a Víctimas del
Terrorismo


*Casada* con José Canal Polo.

Carmen Gámir

Jefa de Prensa de la Secretaria de Estado de
Presupuestos

*Compañera sentimental* de Alberto Feijóo, Presidente de
la Xunta de Galicia

Marcelino Oreja Arburua

Nombrado Presidente de la Entidad Pública
Empresarial Ferrocarriles de Vía Estrecha (FEVE)

*Hijo* de Marcelino
Oreja Aguirre, ex diputado y ex Ministro de Asuntos
Exteriores.

Miguel Cardenal Carro

Presidente del Consejo Superior de Deportes

*Hijo* de Jesús Cardenal, ex Fiscal General del Estado con José María
Aznar.

Álvaro Ramírez de Haro y Aguirre

Asesor del Secretario de Estado de
Comercio, Jaime García-Legaz

*Hijo* de Esperanza Aguirre

María Zaplana Barceló

Asesora en la Secretaria de Estado de Turismo.

*Hija* del exministro Eduardo Zaplana

Iván de la Rosa

Letrado en el Área Jurídica de Telefónica

*Marido* de Soraya Saénz de Santa-María. Vicepresidenta del Gobierno.

29 March 2012

¿De quién es "la culpa"?


Hoy es día de huelga general. Todavía sorprendido porque nadie se movilizara siquiera mínimamente ante la agresión (histórica) de la bajada de sueldos a los trabajadores del sector público decidida y aplicada de la noche a la mañana, que aquellos trabajando en el sector privado que casi parecían acogerlo con gusto, hoy me surgen algunas preguntas.

La primera es cuál es la causa concreta de la movilización. Como viene ocurriendo tradicionalmente en nuestro país, aquí el caso es protestar cuanto más en abstracto mejor. O, comenzar protestando por algo (la reforma laboral) y acabar mezclando otras cosas (recortes en servicios básicos, desacuerdo con el gobierno, etc...). Cuando no se sabe de qué se está hablando, las protestas no son efectivas. No se puede medir si el objetivo se ha cumplido o no.

Las huelgas deben ser (o así eran) un instrumento de presión concreto, o incluso chantaje si se quiere, no un manifiesto público de nuestro estado de ánimo. No hace falta convocar una huelga para demostrar que estamos hasta las narices.  Ya lo recogen las encuestas. Es más, la gente ya se organizó espontáneamente el año pasado para manifestar su hartazgo.

Las reivindicaciones, además, suelen hacerse con una frase afirmativa: "quiero esto", "exigimos esto" (el sufragio universal, el derecho sindical...). ¿Qué es lo que se reivindica hoy? No lo tengo claro. Y hemos convertido la protesta no efectiva en algo tan trivial y habitual que cada vez pierde más fuerza.

En principio supongamos que la protesta es "no a la reforma laboral", y que él éxito o no de la huelga se podrá medir viendo qué pasa con la reforma laboral: si se queda como está, si se retoca, o si se retira. Veremos.

Pero surgen entonces, algunas preguntas más. La primera es cuánta gente se ha leído la reforma laboral completa. O, al menos, un resumen de ella, puesto que la que hay publicada en el BOE es confusa e infumable, para variar.

Se verá que hay medidas dudosas, efectivamente, pero también pero hay otras interesantes, como la posibilidad de capitalizar el 100% del paro para crear una empresa, las deducciones fiscales para PYMES, para contratar a jóvenes, o las bonificaciones por formación y contrato a mujeres, la regulación del teletrabajo, fomentándolo, la prohibición de encadenar contratos temporales, o el derecho a la formación retribuida y con permisos.

¿Qué es a lo que decimos "no"? Hay cosas dudosas y cosas positivas. Decir "no a la reforma laboral", en general, es también decir no a la prohibición de encadenar contratos temporales, o no al derecho a formación retribuida y con permisos, o a la regulación del teletrabajo.

Y aquí surge otra pregunta más. ¿Quién es "el malo"? Me da la sensación de que en estos tiempos se está fomentando la "satanización del gobierno".

Pero, ¿qué hay de los empresarios? Salvo en casos excepcionales, o cuando se lleva a los tribunales, la legislación actual se puede trampear y se trampea sistemáticamente. Es una cortina de humo. ¿Para qué sirve un convenio colectivo, con sus categorías salariales, por ejemplo, en los tiempos que corren hoy día? Todos sabemos que el empresario está dispuesto a pagar un salario X y eso es lo que hay. Luego adapta su realidad al convenio (muchas veces incluso la empresa está acogida a un convenio fuera de su actividad), buscando la categoría profesional que corresponda al sueldo que el paga, o incluso contratando a tiempo parcial pero el trabajador trabajando sus 8 horas.

Muchos empresarios lloran sistemáticamente de que van con el agua al cuello y así justifican lo que justifican (como salarios ridículos), mientras se compran segundas residencias, coches de alta gama, y llevan una vida de lujos. Casi sistemáticamente, todos trampean fiscalmente, con los resquicios que todos conocemos.

Ante este panorama, el trabajador trampea, pierde el tiempo, y sólo piensa en las vacaciones. Cree que todos sus esfuerzos van a parar "a su jefe" al final.

Pero es que el empresario piensa lo contrario. Que el entorno no es propicio para crear empleo. Que hay trámites burocráticos infinitos y complejos, fiscalidad demasiado alta. Que tiene que pagar, además del salario del trabajador, un 30% extra por él a la Seguridad Social, cuando luego el trabajador tampoco es que sea precisamente un trabajador modelo.

Ante este panorama, el empresario también trampea. Cree que todos los riesgos que corre y todo el esfuerzo que no se ve va a parar al final a los trabajadores.

Y el que intenta emprender un nuevo negocio tiene estos dos problemas, más otro añadido: que aquí la competencia no es realmente libre. Muchos sectores tienen sus precios y sus servicios más o menos pactados, o chanchulleados, y salirte de ellos o intentar buscarte la vida por tu cuenta o plantear modelos alternativos es buscarte la ruina.

Me contaron la anécdota del caso de un bar que aquí, en una zona famosa por sus pinchos y donde se pagan a precio de oro, decidió importar la costumbre de otras regiones y regalar una tapita al pedir una bebida, para atraer clientela e impulsar su nuevo local. ¿La respuesta de la competencia? En vez de bajar los precios, o imitarle, o buscar alguna otra fórmula para ganarse clientes, fue acercarse al local a preguntarle que quién se creía que era y que qué estaba haciendo exactamente. Que o dejaba de regalar tapitas con las bebidas, o se iba a enterar de lo que era bueno.

Otro de los problemas estructurales, de los que poco se habla, es que dependemos demasiado del Estado. No hay empresa en la que haya trabajado (y han sido unas cuantas) en la que los proyectos "gordos" (los que las hacían sobrevivir) no dependieran de dinero público, conseguido generalmente a través de contactos. Y se han visto verdaderas barbaridades y derroches.

Se acabó el grifo de dinero público, empiezan a temblar las empresas. Ése es el principal problema de nuestro país.

Veremos cómo termina esto.

Conciertos económicos. ¿Quién roba a quién?


En este excelente artículo de lavozdebarcelona.com se explica por qué un concierto económico como el vasco o el navarro no pueden exportarse a otras comunidades autónomas (en concreto, a Cataluña).

Es curioso cómo los nacionalismos regionales utilizan constantemente cierta retórica repetitiva ("España nos roba", "nuestro dinero va a financiar a comunidades autónomas que viven del cuento", con especial odio a los andaluces) cuando la realidad es muy diferente, como se explica en ese artículo.

Los conciertos económicos tienen un problema de base: mantener un privilegio feudal en un Estado supuestamente moderno e igualitario, es injusto y absurdo. Pero, como demuestra el estudio de Ángel de la fuente, del CSIC  (del que ya se habló en otro post), hay otro problema todavía más grave: "El concierto económico del País Vasco y Navarra se está aplicando de forma incorrecta y enormemente ventajosa para esos territorios". En el artículo se explica muy bien por qué: el sistema ha eximido a esas regiones de contribuir al sistema de nivelación interregional, las competencias que todavía son estatales se "subcontratan" a precio sesgado a la baja, y la fórmula de aportación del IVA está desfasada.

¿El resultado? "Ambas CCAA están siendo subvencionadas por territorios que en promedio son más pobres. Entre estos últimos está Cataluña, cuya contribución a tal subvención rondaría los 1.000 millones de euros".

El partido actualmente en el poder, supuestamente un partido que defiende la igualdad de todos los españoles y la unidad del Estado, ha justificado el mantenimiento de estas injustas e injustificables diferencias fiscales apelando a "los ancestros de la historia".

21 March 2012

Literature review. To assess or not to assess?


This is what I read in the same page of a book on how to do a literature review section when writing a PhD thesis:

"...in the literature review, you remain dispassionate and objective. You simply report what research says."
Two paragraphs later:
"If you just summarize what you've found, then it's a book report, not a lit review (...) A literature review is different. It doesn't just report on what the research says, but it critically analyzes that literature."
Thanks for the advice :S



13 March 2012

¿Mesentiende?


Una de las formas de perder la atención y la credibilidad en una conferencia es maltratando al público. Se puede hacer de muchas formas: mostrándose descuidado y poco preciso, "riñendo" al público nada más empezar, o soltando reivindicaciones que nada vienen a cuento...

Es la segunda vez que veo una conferencia por Internet, de cuyo nombre no quiero acordarme, hecha en Cataluña, sobre un tema que nada tiene que ver con las lenguas. Y es también la segunda vez que, sistemáticamente, se envían mensajes como mínimo "extraños" a un público que va a ver una conferencia, no un discurso político.

La primera vez, creo que ya lo comenté aquí pero no encuentro el post, los ponentes, al ver que había "indios" en la sala acabaron hablando de "hermandad entre pueblos" con ellos (concretamente guaraní), afirmando públicamente (está grabado) que el catalán también es una lengua perseguida en España. Los ponentes parecían mucho más interesados en ese tema que en el que trataba la conferencia. Y también dijeron públicamente que estaban haciendo un favor por intentar hacer partes en castellano.

Esta segunda vez, tras presentar a la primera ponente como la autora de un trabajo "más o menos científico" (textual), ésta abre la sesión así:

"La presentación es como "muy bilingüe"... yo... siempre digo que hablo castellano-catalán, una mica complicado, intentaré parlar... hablar sólo en castellano. Creía que era en castellano la presentación... para mi no es un problema... Creo que los idiomas sirven como para comunicarnos y, en algún momento todo el mundo entenderá el catalán pero... esto es lo que hay, y ya está. Bueno, dicho esto..."

¿Recuerdan las tres formas de maltratar al público que he comentado al principio? Lenguaje completamente descuidado, nada de rigurosidad, se riñe al público por "no saber catalán" y se finaliza con reivindicaciones y apreciaciones que nada tienen que ver con la conferencia. Creó tan mala impresión que inmediatamente salté a minutos más adelante para ver su trabajo "más o menos científico" y bastó un vistazo rápido para ver que el resto de su intervención estaba a la altura de su apertura: por los suelos.

Cuando uno da una conferencia tiene que dar, no pedir. Y tiene que dar de verdad, no hacer favores. Es la regla número uno del hablar en público. La conferencia se da en el idioma que el conferenciante o la organización decida, y debe estar expuesta en los carteles y el público debe conocerla de antemano para decidir si va a o no, y a qué atenerse. Es el público el que está haciendo el favor de ir, dedicando su tiempo (y en muchos casos, su dinero). Ningún miembro del público va a quejarse porque una conferencia se dé en catalán si así se le avisó de antemano.

Ahora bien, abrir una conferencia diciendo al público qué idioma debe entender o dejar entender es de vergüenza ajena. Montar el numerito del idioma híbrido (castellano-catalán en este caso) es una payasada. Perdonar la vida al público por hacerle el favor de intentar darla en un idioma en el que supuestamente se tenía que dar (en este caso castellano, que además la ponente habla perfectamente) es una aberración.

Saludos.

02 March 2012

La puntuación de los revisores no es normal


En ningún campo una muestra de 2, 3 ó 4, se consideraría representativa ni suficiente para sacar ninguna conclusión o tomar ninguna decisión, pero así lo hacemos a la hora de puntuar un artículo de investigación: se pregunta a unos pocos revisores, dan su puntuación y sus opiniones y, en base a eso, se toma una decisión (aceptar o rechazar el artículo) o se emite un juicio (el artículo es bueno, mediocre o malo).

¿Por qué, como investigadores, aceptamos ese sistema, estadísticamente ridículo? En realidad por criterios prácticos, pero nos gusta escudarnos en criterios "científicos" arguyendo algo parecido a lo que ocurre con los representantes políticos. Se supone que los representantes políticos actúan en nombre de la opinión de sus votantes y que son expertos en su trabajo.

En nuestro caso, se supone que los revisores actúan como representantes del conocimiento y del estado del arte de un campo de investigación. Es decir, los revisores actúan como personas "representativas". Por tanto, no hace falta más que una pequeña muestra (porque es representativa) de sus puntuaciones para tomar una decisión "correcta".

La pregunta que surge es: ¿se sabe cuál es la distribución de población de la variable "puntuación otorgada por revisores en un artículo de investigación"? ¿Se tienen datos? ¿Hay algún estudio? Si algún lector tiene algo de información, le ruego deje un comentario.

Como digo, y en eso nos basamos, uno esperaría que los expertos coincidieran al menos razonablemente al emitir puntuaciones sobre artículos de investigación. Es decir, que siguiera una distribución normal con poca dispersión. ¿Ocurre así? Aquí he pintado dos box plots con cuatro puntuaciones cada uno (de 0 a 10) de sendos artículos de investigación enviados a una misma conferencia:





Si pudiéramos pintar muchos box plots como éstos y todos siguieran el patrón que siguen esos dos, nos encontraríamos ante una muestra con: (a) una gran dispersión, (b) una distribución en U o bimodal. O, en román paladino, que los revisores no se ponen de acuerdo y dan puntuaciones bastante alejadas entre sí, que tienden a agruparse en dos extremos opuestos.

Estadísticamente hablando, se suele decir que una muestra con una distribución bimodal es generalmente un fuerte indicador de que la distribución de la variable en la población no es normal.

Y eso es lo que yo siempre he sospechado: que la puntuación que dan los revisores no es normal.

Saludos.

01 March 2012

País Vasco y cupos


Sigo hablando con gente en el País Vasco y sigo sorprendiéndome de que apenas nadie sabe nada de economía vasca. De la diferencia entre régimen común y régimen foral, del cupo vasco, etc. De que Euskadi y Navarra funcionan en materia económica como feudos independientes. De que no participan de manera alguna en la "solidaridad entre autonomías".

Sigo escuchando que andaluces y extremeños sobreviven gracias a los impuestos de los vascos. Hoy incluso me han dicho que el 50% del IRPF de un vasco va a financiar a los "vagos de España". Y eso de gente educada, universitaria e inteligente. Tela.

Precisamente hoy me llega un estudio más o menos reciente acerca del cálculo del cupo vasco hecho en el Instituto de Análisis Económico del CSIC.

Las conclusiones del estudio son demoledoras:
En este trabajo se analizan las relaciones financieras entre el Estado y las Haciendas territoriales vascas desde la perspectiva de su adecuación a la ley del Concierto de 2002. Su principal conclusión es que la contribución del País Vasco a la Hacienda estatal es muy inferior a lo que debería ser de acuerdo con la legislación básica actualmente en vigor.
El origen del desajuste está en las leyes quinquenales del Cupo, donde los principios y procedimientos de valoración establecidos en la ley del Concierto se concretan de una forma muy discutible.
Los problemas fundamentales que se detectan son dos. Primero, la valoración de las cargas estatales no asumidas por el País Vasco que se recoge en los anexos de las leyes quinquenales está fuertemente sesgada a la baja. Y segundo, el ajuste por IVA se realiza utilizando valores desfasados de los coeficientes que recogen el peso del País Vasco en el consumo nacional y en la base del impuesto.
El efecto conjunto de ambos factores ha sido el de rebajar la contribución vasca a los gastos del Estado en 2.800 millones de euros en 2002 y en casi 4.500 millones en 2007.

Respecto a experiencias personales acerca de "lo bien que se trabaja aquí", no he podido detectar aquí una tónica especialmente diferente de la Comunidad de donde vengo. Así como en Alemania o Estados Unidos sí he notado una eficiencia y una seriedad muy superiores, no puedo decir lo mismo de Euskadi.

Sigo viendo algo "muy español": una buena proporción de gente que se escaquea, de gente que pierde el tiempo, de gente torpe o altamente ineficiente, de gente que habla sin saber, etc... mientras los cuatro  trabajadores eficientes de turno siguen haciendo que la cosa se mantenga. En el sector privado (de lo mío), muy pocas variaciones. Los salarios ligeramente más altos en algunos casos, pero parecido nivel de precaridad, rotación, cara dura y chapucería, por lo que cuentan algunos compañeros.

Sin embargo sí he visto algo diferente. Aquí los salarios públicos en instituciones autonómicas son más altos que en otras comunidades, no así los que trabajan para el Estado.

Aquí también puedes conseguir en algunas instituciones públicas muchos meses (a veces un año) de "licencia" (esto es, sigues cobrando tu salario al 100% pero quedas exonerado de tus obligaciones laborales) para: (1) aprender euskera, (2) sacarte la tesis doctoral, o (3) "reciclarte profesionalmente". Que yo conozca. Puede que haya más. Por supuesto durante tu periodo de licencia hay que contratar a otra persona para que te sustituya.

Por eso habría que redefinir el concepto de "vago" y de "eficiencia". ¿Qué es "peor"? ¿Pagarle a alguien 21.000 euros anuales mientras realiza su trabajo, aprende idiomas con su dinero y se saca la tesis en su tiempo libre, o tener contratado a alguien por 36.000 euros para que pueda aprender euskera, sacarase la tesis y reciclarse profesionalmente mientras se le pone un sustituto que haga su trabajo?

Volviendo al tema del cupo, extraído directamente del folleto oficial del concierto económico vasco, publicado por el Gobierno Vasco:
"...hoy no se entendería el desarrollo y el progreso que la sociedad vasca ha experimentado en las últimas décadas en términos de crecimiento económico y cohesión social sin la oportunidad de poder disponer del instrumento del Concierto Económico"
En resumen, y de sus propias palabras. Si Euskadi participara en la economía española de la misma forma que el resto de comunidades autónomas, no habría tenido el desarrollo y crecimiento económico que ha tenido.

Más claro, agua.

Saludos.