Dice Fernando Trías de Bes que "una idea mediocre brillantemente implementada llevará al éxito, mientras que una idea brillante mediocremente implementada fracasará". Quién haya trabajado en algún proyecto mediano o grande no podrá estar más de acuerdo. El que no, se dará de bruces directamente.
Nótese que se ha resaltado la palabra trabajar. Para poder ver las cosas es preciso trabajar, es decir, estar en contacto con la realidad. Saber qué cosas se pueden hacer y cuáles no. Qué esfuerzo requieren. Si están ya hechas o no. Y, por supuesto, con qué objetivo se hacen. Estas preguntas básicas que son con las que aleccionamos a los niños fracasan estrepitosamente en el mundo adulto, que no se las plantea por una sencilla razón: es difícil responderlas.
A los adultos nos gusta tener ideas. Nos gusta excesivamente. Sobre todo a los que andan por las altas esferas. Imagino que para luego poder decir "eso se me ocurrió a mí". Creo que tienden a sobrevalorar las ideas en sí mismas. Quizá como mecanismo de defensa para ocultar sus incapacidades o limitaciones por no haber trabajado jamás y, por ende, ser incapaces de ver la realidad y sacar cosas adelante.
La mayor parte de las ideas no tienen ningún interés en sí mismas sólo por ser ideas. Siempre digo que la idea de Google, de GMail, Amazon o de Facebook no tienen ningún mérito. No tienen mérito como ideas porque las ideas de "buscador de internet", "gestor de correo web", "librería online" o "web para estar en contacto con amigos y conocidos" ya existían, las habíamos podido tener hasta tú o yo (de hecho muchos ya las habíamos tenido). Y no sólo existían como ideas, sino que ya estaban implementadas. Ya existían buscadores, correos web, tiendas online y webs de amigos.
¿Les resta eso valor? En absoluto. Google es famoso porque es un buscador de internet que busca rápido y bien. GMail es muy utilizado porque es rápido, limpio y al tener un buzón tan grande hace que nos olvidemos de tener que borrar los correos. Amazon te permite comprar prácticamente cualquier libro y que llegue a tu casa en unos días. Facebook es lo que es por... no sabría decir exactamente por qué. Quizá por los apoyos, promoción y difusión que ha tenido, pero es lo de menos.
En realidad, casi ninguna idea tiene ningún mérito salvo que se tenga un plan realista para ejecutarla y la voluntad, recursos y apoyos suficientes para llevarla a cabo. Y luego se lleve a cabo, claro. Y eso implica: trabajo, trabajo y más trabajo.
¿Todavía alguien cree que tiene algún mérito decir "voy a inventar el concepto de librería online"? El mérito es que nadie robe tu número de tarjeta de crédito por el camino y que el libro te llegue a casa. No hay más.
Os voy a contar un secreto: la mayor parte de la gente que tiene "grandes ideas" las tiene debido a su ignorancia y, especialmente, a la de los demás.
Es eso y no otra cosa, la ignorancia, lo que hace que tantos proyectos fracasen estrepitosamente. La ignorancia del que convence y la ignorancia de la persona a convencer.
Entre ambos tipos de ignorante suele haber una cadena de gente que es la que realmente hace las cosas. Esa gente puede ser un técnico, un becario o incluso un estudiante.
Y os voy a contar otro secreto, amigos: si el que hace las cosas realmente no cree en ellas, tenemos un problema.
Así ocurre lo que ocurre: salen cosas que hacen el 5% de lo prometido, con el 200% del coste inicial y el 500% de retraso y ademas funciona peor que otras soluciones ya existentes.
Algunos lo siguen considerando un éxito porque lo que importa es la idea. Otros lo llamamos cancamusa pura, esa palabra mágica que Alfredo de Hoces nos descubrió a todos los que andábamos buscándola desde hacía tiempo.
El resultado es el obvio: algo que no interesa a nadie, no utiliza nadie y cae en el olvido para siempre.
De nuevo una vez más. Y el ciclo se repite. ¿Hasta cuándo?
¿Todavía alguien cree que tiene algún mérito decir "voy a inventar el concepto de librería online"? El mérito es que nadie robe tu número de tarjeta de crédito por el camino y que el libro te llegue a casa. No hay más.
Os voy a contar un secreto: la mayor parte de la gente que tiene "grandes ideas" las tiene debido a su ignorancia y, especialmente, a la de los demás.
Es eso y no otra cosa, la ignorancia, lo que hace que tantos proyectos fracasen estrepitosamente. La ignorancia del que convence y la ignorancia de la persona a convencer.
Entre ambos tipos de ignorante suele haber una cadena de gente que es la que realmente hace las cosas. Esa gente puede ser un técnico, un becario o incluso un estudiante.
Y os voy a contar otro secreto, amigos: si el que hace las cosas realmente no cree en ellas, tenemos un problema.
Así ocurre lo que ocurre: salen cosas que hacen el 5% de lo prometido, con el 200% del coste inicial y el 500% de retraso y ademas funciona peor que otras soluciones ya existentes.
Algunos lo siguen considerando un éxito porque lo que importa es la idea. Otros lo llamamos cancamusa pura, esa palabra mágica que Alfredo de Hoces nos descubrió a todos los que andábamos buscándola desde hacía tiempo.
El resultado es el obvio: algo que no interesa a nadie, no utiliza nadie y cae en el olvido para siempre.
De nuevo una vez más. Y el ciclo se repite. ¿Hasta cuándo?
1 comment:
Me ha gustado esto que has escrito. Estoy muy de acuerdo. En este país tenemos mucha cancamusa (de Hoces nos enseño a todos el término) y poco currante de verdad.
Hacen falta menos "genios" y menos "gurús" de pacotilla (si fuesen de verdad, sería otra cosa) y más currantes de verdad.
Comentas a Gmail. A mi me parece la idea de Gmail sí es buena y original. La clave está en el concepto de "conversación". En el resto de gestores cada mensaje es independiente, aunque sea una respuesta a otro mensaje. En Gmail no, y eso mucho más manejable.
En cuanto a los del feisbus, es que es inexplicable el éxito que ha tenido. Yo no creo que eso sea debido al trabajo, creo que es debido a la casualidad, que también tiene su grado de importancia.
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