20 May 2011

San Sebastián: protestas, elecciones y demás. Reflexiones rápidas


No tengo mucho tiempo, pero creo que la ocasión merece la pena, aunque sea en unas líneas. He asistido dos tardes a las asambleas de San Sebastián y quería contar algo. La reflexión fundamental es que me parece en sí tremendamente positivo, sirva o no para "nada": nos hemos reunido gente a conversar, a proponer ideas, etcétera. Saber que no estás solo ya es mucho. Saber que no se puede seguir en la ignorancia y el pasotismo, también es mucho.

Algunas ideas:

La prensa insiste en que es un movimiento de un grupo de jóvenes de izquierdas. Si por joven se entiende quien ya pasado los 30 e incluso los 40, bienvenida sea la juventud. Ver a alguien perfectamente "normal" que supera los 40 sentado junto a jóvenes, escuchando y hablándo con total tranquilidad no es habitual, pero allí lo fue.

Toda la gente mostró su apoyo y colaboró. Los bares dieron vasos de plástico. Se permitió el uso de los baños del Parking próximo abierto 24 horas. La gente sabe que no es gente aislada; sus hijos y nietos protestan por exactamente lo mismo.

Había perroflautas, sí, pero muy pocos y moderados. Quizá porque el perroflautismo en Euskadi apesta a cierto color político que todos conocemos y estaba más encargado de pegar carteles por todas partes que en otra cosa (algo de lo que luego hablaré). La mayoría de la gente, y en especial los coordinadores, me parecieron tremendamente sensatos, supieron cortar a quién se iba por los cerros de úbeda e intentaba calentar el ambiente ("hay que acabar con el Rey", "me parece una falta de respeto que se hable en español y no en euskera", etc...). Chapeau. Se hicieron las cosas bien; colaboraron con la polícía; mantuvimos el sitio limpio; no se armaron escándalos. Otra vez chapeau.

La asistencia de la gente, para ser San Sebastián, fue espectacular. Digo para ser San Sebatián porque aquí las manifestaciones son deporte nacional monopolizado por los de siempre, y por tanto son generalmente ignoradas e irrelevantes para muchos de los que ya están hartos. No fue el caso.

Es cierto que algunos sospechaban del populismo del evento, pero creo que no hay que tener miedo a ello. No hubo politiqueo ni exaltación. Se intentaron frenar las pasiones.

Yo creo que en general se está haciendo bien.


Responsabilidad

Ahora bien, hay algo que me ha sorprendido, por no decir preocupado. Se están haciendo grupos de trabajo, propuestas de ideas, etcétera, etcétera... y han salido cosas interesantes: listas abiertas, la reforma de la ley electoral, prohibición de presentación a elecciones a cargos imputados por corrupción, la limitación de salarios y mandatos a políticos, la transparencia en presupuestos, la administración electrónica, la participación ciudadana en la toma de decisiones, etc...

Para cambiar el sistema sólo hay dos alternativas: votar a quien proponga ideas y medidas explícitas como esas o bien fundar un partido con esas propuestas y esperar que te voten. ¿Hay otra alternativa?

No me parece responsable ponerse a "trabajar" sin haberse informado antes lo suficiente. ¿Por qué digo esto? Porque muchas de las ideas propuestas ya están, explícitamente, en los programas electorales de algunos partidos que, de hecho, se fundaron basándose en esta misma indignación que ahora llega a la calle. Hay partidos que tienen un muy buen programa electoral, con propuestas razonables muy concretas de cómo cambiar el sistema, puesto que ellos lo conocen mucho mejor que nosotros por dentro.

Para mí, eso es menospreciar su trabajo. Y considerar que "no cuentan por que son políticos y son todos unos chorizos" es una tontería. Si tú fundas otro partido con otras ideas, también serás político, y por tanto un chorizo. ¿Es correcto?

Las urnas están para purgar, para renovar, para echar a quien no cumpla. Con esto me refiero a que la responsabilidad es de todos. Quien ha votado y revotado a lo que tenemos somos nosotros. Quien tiene miedo a votar diferente somos nosotros.

Por tanto, la insistencia en poco menos que tirar el voto: votar a partidos minoritarios "porque sí", votar al azar o votar en blanco es una soberana tontería.

Las protestas, insisto, me han gustado. Pero es nuestra responsabilidad informarnos en detalle de lo que hay y de lo que quien se presenta a las elecciones propone (algo que poca gente hace). Si no gusta, no se le vota. Si no está claro, se le pregunta. Si no hay salida, se funda otro partido.

Si al menos las protestas consiguen que nos hagamos esta reflexión, la de que las cosas no cambian por sí solas, creo que habremos ganado bastante.


Bildu

No quería dejar sin mencionar este tema. La cosa tiene tela. Habría que preguntar en primer lugar si Bildu cree en la Constitutción o la deslegitima, porque tiene bemoles que recurra al Tribunal Constitucional. Éste realiza en 2 horas unas "deliberaciones" y decide que es legal, tirando por tierra la sentencia del Supremo que establecía que había pruebas suficientes (recogidas por la policía, la guardia civil, y la fiscalía) para demostrar que Sortu/Bildu es el enésimo sucesor de Batasuna, debido a las personas que se presentaban y sus relaciones.

Pero la prensa, con su estupidez habitual, insistió en decir que el tema clave era juzgar si Sortu/Bildu condena la violencia, si la presente o futura y demás pamplinas.

Por si alguien todavía cree en la justicia independiente, en especial la del Tribunal Constitucional, el PNV retiró todo apoyo al PSOE cuando se ilegalizó Sortu, pero volvió a dárselo cuando se legalizó Bildu. Blanco y en botella, leche.

Yo ya me había hecho la siguiente pregunta, y se la hago a la gente, pero nadie tiene la respuesta. El caso es que esta mañana una australiana me ha hecho la misma pregunta a mí, y no he sabido qué contestarle: ¿cómo se permite que un partido que no cree en la Constitución, que no legitima al Estado, que propone desligarse del Estado unilateralmente, se presente a unas elecciones?

Dejando ese tema aparte, hay algo que sí me parece vergonzoso. La junta electoral interviniendo en el tema las concentraciones y, mientras tanto, dejando de hacer su trabajo, que es mucho más sencillo.

La ley electoral dice:

1. Los Ayuntamientos tendrán la obligación de reservar lugares especiales gratuitos para la colocación de carteles y, en su caso, pancartas y carteles colgados a postes o farolas por el sistema llamado de banderolas. La propaganda a través de las pancartas y banderolas sólo podrá colocarse en los lugares reservados como gratuitos por los Ayuntamientos.

2. Aparte de los lugares especiales gratuitos indicados en el apartado anterior, los partidos, coaliciones, federaciones y las candidaturas sólo pueden colocar carteles y otras formas de propaganda electoral en los espacios comerciales autorizados.

Y ahora pregunto a la Junta Electoral... ¿son los contenedores de basura, las paredes de las calles, el tablón de anuncios de la Universidad del País Vasco, la Delegación de alumno, etcétera... lugares autorizados para colocar propaganda electoral de Bildu? ¿Se puede colocar carteles electorales en zonas autorizadas ENCIMA de los de otros partidos?

¿Por qué no se le sanciona? ¿Qué hubiera pasado si fuera el Partido Popular (por decir algo) quien desobedeciera la ley electoral y empapelara la universidad por dentro y por fuera con su propaganda?

La respuesta: De nuevo, blanco y en botella.

Saludos.

4 comments:

Anonymous said...

Muy bueno. A ver si pones los botones para agregarlo en feisbuk y en tuiter :-)Que no decaigan los postssssss

madelen said...

Me gusta mucho tu artículo y creo si me permites el consejo, que deberías de poner otro título para que entrase más gente. Somos muchos los que pensamos lo mismo, pero no sabemos quien o como se ha de poner el cascabel al gato.
Yo todavía no sé si votar a estas alturas.

Betawriter said...

Muchas gracias por las sugerencias. He añadido los botones de Facebook y Twitter.

Si a alguien se le ocurre otro título más sugerente, no tengo ningún problema en cambiarlo.

Saludos.

Anonymous said...

Coincido bastante con tu análisis. Pero hay que deslitimar a los políticos que se han dejado usurpar el poder del pueblo por los bancos y grupos financieros.

Está bien que los jóvenes les metan caña.