23 May 2011

Tras las elecciones


Hay poco que comentar respecto a los resultados electorales. La gente se sigue moviendo por impulsos, por caras bonitas, por cotilleos y por zarandajas. De poco han servido, aparentemente, las acampadas y la campaña para votar de una manera más racional.

El pueblo ha hablado.

"Demos = pueblo, cracia = poder" . "Hay que devolver el poder al pueblo", dicen. La ingenuidad de la gente es pasmosa. ¿Qué es "el pueblo"?

En el modelo ejemplar que se pone de democracia, la griega y la romana, el 75% o más de la población no era considerada "pueblo", entre ellos esclavos, mujeres y extranjeros; es decir, precisamente la mayor parte de la gente que hacía que las sociedad funcionara, no podía decidir. Unos decidían "lo mejor para todos" mientras otros se resignaban y trabajaban. ¿A alguien le suena?

En el modelo de democracia actual, todo el mundo puede votar, y todos los votos valen lo mismo. El de un chico de 18 años, el de quien es racional, el de quien se deja llevar por el cotilleo, el del culto, el del ignorante, el de quien conoce el programa electoral, el que no... y supongo que precisamente por eso los resultados electorales han sido los que han sido.

Sinceramente, creo que debería cuestionarse la validez de los votos. ¿Es legítimo dejar participar en quizá lo más importante para la sociedad, las elecciones, a quien no demuestra haberse molestado en leer un programa electoral, a quién vota por "hacer la gracia" o movido por el chismorreo, a quién no se implica políticamente jamás? Se exigen carnets y certificaciones para todo. Incluso para un carnet de conducir a quien conduce un vehículo porque "puede ser un peligro para los demás".

¿Hay mayor peligro para una sociedad que un votante irresponsable?

Para solucionar esto y no crear nuevos negocios basados en la "certificación electoral", sólo se me ocurre un sistema: que en las urnas (o por internet) se vote a líneas generales de actuación + programas/propuestas y no a partidos, mediante algo parecido a un sistema de doble ciego, o algo similar a www.elecciones.es, pero sin que se sepa qué partido ha presentado qué líneas de actuación / propuestas.

Mientras tanto, y valiendo todos los votos igual, los resultados electorales serán nuestro propio reflejo: un pueblo en buena parte movido por pasiones, rencores, cotilleo, imagen, y un buen componente de azar.

Y no. No es suficiente con castigar a quién ha hecho mal. Porque, en frío, olvidamos demasiado rápido lo que hizo y sigue haciendo mal a quien acabamos de otorgar el poder.

Saludos.

1 comment:

Anonymous said...

Hola.

Para todo esto que indicas, que me parece interesante, habría que dejar de votar con las tripas; es decir, dejar de entender la política como una religión. Eso se cura con Educación y con Pensamiento, y no con educaciones. Pero no he oído una sola propuesta en este sentido y tampoco creo que cambie al nivel que estamos.

Un saludo cordial.