02 May 2021

España: República Bananera que vive del turismo. Y un jamón.


Cuanto más vivo en el extranjero, más pena me da la imagen que tenemos de nosotros mismos. Que si somos una república bananera, que si sólo vivimos del turismo y ponemos copas, que si bla, bla, bla. La ignorancia es muy atrevida. Si uno no cree en uno mismo, ¿qué pensarán los demás?

Vivo en Austria. Acudo al supermercado. La mayoría de frutas y verduras son españolas. Gracias a dios, porque si no estaríamos a dieta de patatas, col y calabaza. Curiosamente, los productos españoles suelen estar mejores y ser mucho más baratos que los locales. También que los italianos (muchos, como el aceite de oliva, españoles a los que se les ha cambiado la etiqueta y vendido a mayor precio). No, no es patriotismo barato. Es simplemente así. Centroeuropa simplemente no puede competir con España en este terreno. Tiene menos horas de sol, temperaturas más bajas, y un ambiente menos favorable en general para la mayoría de productos agrícolas.

Como contrapartida, la etiqueta "bio" y el producto local se han convertido en los intentos claramente desesperados para sacar del mercado todo lo de fuera, con especial énfasis en lo español. Basta ver con esta campaña dirigida mayormente contra la fresa española y otra similar contra los aguacates. Productos con los que por esta zona no se puede competir (el aguacate no puede plantarse y la temporada de fresas es muy corta y no están tan sabrosas como las españolas, incluso las cogidas en el propio campo).

Respecto a la dudosa reputación de los productos españoles, me vienen a la memoria los muertos en Alemania supuestamente por pepinos españoles, echando espumarajos por la boca sobre nuestros productos como siempre hacen, cuando el verdadero culpable fueron unas granjas "bio" alemanas. Pero bueno, ¿qué más da? 

Initially, German officials made incorrect statements on the likely origin and strain of Escherichia coli.[12][13][14][15] The German health authorities, without results of ongoing tests, incorrectly linked the O104 serotype to cucumbers imported from Spain.[16] Later, they recognised that Spanish greenhouses were not the source of the E. coli and cucumber samples did not contain the specific E. coli variant causing the outbreak.[17][18] Spain consequently expressed anger about having its produce linked with the deadly E. coli outbreak, which cost Spanish exporters US$200 million per week.[19] 

Ahora ya no cuenta la calidad o el precio del producto, sino la historia que hay detrás, ni siquiera el sabor. Ahora los productos se venden a través de documentales, campañas, e historias románticas. Que los hechos no te arruinen una historia bonita.

Hablando de fresas y trabajando en tecnología leo sobre Agrobot, desarrollado en España. Agrobot es un robot dotado de visión por computador que cosecha fresas automáticamente y triunfa en California. Verdaderamente alucinante.





En el supermercado coincide que es "la semana española", donde traen un montón de productos españoles, desde embutidos a quesos, dulces y demás. Aprovecho para hacerme con unos cuantos.

Saliendo del supermercado paso por un concesionario. Ahí está SEAT, con sus modelos clásicos y los nuevos. No hace falta recordar que hace mucho tiempo que fue comprada por el grupo VW, pero se ha llegado a un punto que ya se considera "local" y la gente no sabe ni que SEAT proviene de España. Recientemente incluso han sacado la antigua linea Cupra como una marca independiente. Vaya, qué novedoso.

Ahora me toca ir a reciclar al punto limpio. Ahí están los contenedores azules de la empresa española FCC. Está claro quienes venden el mensaje de la ecología y quiénes acaban haciendo el trabajo sucio (pun intended).

Un poco más tarde me reúno con un amigo que trabaja en una gran empresa logística austríaca y me cuenta cómo hace poco viajo a Zaragoza con su empresa a PLAZA puesto que es referente europeo en logística y trabajan con ella.

Marchamos al centro y pasamos por unas cuantas tiendas de ropa en la calle principal de la ciudad, todas ellas de Inditex. Por ahí hay también un restaurante español y varias academias de idiomas anunciando el español como lengua a aprender. Alguna anuncia bailes flamencos también. No está mal la presencia y el impacto de la República Bananera, sobre todo sabiendo al precio al que van los alquileres de locales comerciales en el centro.

Nos vamos un rato a nadar. En lo que llaman el "lago" local, que no es más que una ex-cantera de gravilla al que le han dado un nuevo uso, hay que pagar. Lo mismo pasa en casi todos los lagos que he visitado, cercados por todas partes por restaurantes y hoteles, y exigiendo pago para poder darse un chapuzón. Parecido pasa en las montañas, donde hay un restaurante/hotel en cada esquina, teleféricos y hasta museos en las cimas, por no hablar de las pistas de esquí. Terminamos y nos volvemos andando por el bosque... que resulta ser totalmente artificial puesto que se destina a la explotación de madera. Como casi todo lo que nos rodea (viñas, campos, casas, bosques de explotación maderera) apenas queda nada natural. Durante ese paseo recuerdo sitios como Ordesa, toda la costa atlántica española, o muchas zonas del sur, verdaderos paraísos vírgenes y salvajes. Vaya, al final resulta que esta República Bananera Española respeta más a la naturaleza que los ecologistas europeos que nos dan lecciones.

Tras despedirme de mi amigo me vuelvo a casa en tren para compensar por el pecado de haber comprado una caja de 900 gramos de fresón de Huelva. Hoy, para variar, viene el tren que ha estado toda la mañana aparcado al sol y no tiene aire acondicionado. Fácilmente alcanzará los 40 grados o más dentro del vagón. La gente suda y tiene dificultades para respirar. Pero aquí la gente es educada y por tanto no se oye ni una queja al revisor. No como en la República Bananera Española. Al no quejarse, nada cambia, y la ciudad sigue igual que los casi 10 años que llevo aquí. De hecho hace poco vi un documental donde Hitler la visitó y todo estaba prácticamente igual, incluso los tranvías.

A mi tren le cuesta 35 minutos hacer 30 kilómetros. No pasa nada, está dentro de la media: recorrer los escasos 200 Km que separan las dos principales ciudades de Austria (Viena y Graz) cuesta lo mismo que los 600 Km de las dos principales españolas (Barcelona de Madrid): 2 horas y 45 minutos. No está tan mal esta República Bananera española. Y pensando en trenes, ya estaba al tanto que era un consorcio español quien construyó la línea de alta velocidad Meca-Medina, pero ahora echo un vistazo a la noticia de que también van a construir la de Dallas-Houston en Estados Unidos.

Llego a casa y pongo la tele española por ver qué se cuece. La misma mierda política de siempre, el coronavirus, el paro, y la violencia de género. Es quizá por eso que de todas estas cosas españolas, las empresas punteras, la tecnología, los casos de éxito... y la gente estupenda, he tenido que enterarme fuera. Ah bueno, no, que hoy hablan de la fabricación del primer submarino español.

Con el tema histórico pasa tres cuartos de lo mismo. Abro el libro "Peopleware", de gestión de proyectos, que en general está muy bien. Pero me encuentro, otra vez, con el tópico topicazo de los españoles destruyendo Sudamérica porque sólo estaban interesados en robar el oro debido a "la teoría española del valor" (primera vez que lo oigo en mi vida). Según esta teoría los españoles creían que la riqueza era un "juego de suma cero" y por eso sólo pensaban en acumular. Los ingleses, sin embargo, tenían "la teoría inglesa del valor", donde el valor podía crearse. Por eso ellos sí que supieron "ayudar a avanzar y enriquecer América" (a costa de toda la población nativa, se entiende). A todo esto me venían imágenes de los años 1800 donde mientras Cuba era una rica economía productiva, los ingleses-americanos se empeñaban en emigrar y malvivir donde hiciera falta con el único objetivo de buscar oro. Tres siglos más tarde que los españoles. Vaya con la "teoría inglesa del valor".

Curiosamente, poca gente sabe que fueron los escolásticos españoles por esas fechas los primeros en desarrollar una teoría subjetiva del valor, totalmente opuesta a la de valor objetivo luego desarrollada por "genios" como Marx y autores anglosajones. Esta teoría subjetiva del valor es en la que se basa la muy exitosa pero muy posterior Escuela Austríaca de Economía. Más detalles aquí. Desde mi punto de vista, y yo creo que ya aceptado por todo el mundo, es la teoría que mejor explica la economía (el subjetivismo y la acción humana).

Poco después leo algo de hace un par de años, del quinto centenario de la primera vuelta al mundo. Todo el mundo relaciona a Magallanes y Portugal con la primera vuelta al mundo, a pesar de que la palmó a mitad del viaje y fue España quien financió el viaje, tras renunciar Portugal. Nadie conoce a Elcano, a pesar de que fue el único que dio la vuelta completa. De hecho, las 18 personas que realmente lograron la hazaña fueron todas españolas

Me paro a pensar en la cantidad no sólo de conocimientos sino de tecnología (construcción naval, navegación, economía, armamento..) para poder llevar a cabo esa empresa (igual que la llegada a América). Aparte de eso, valor, mucho valor. No recuerdo haber estudiado ninguna de ellas en el colegio y, si lo hicimos, no quedaron en la memoria. Tampoco estudiamos con especial énfasis el viaje a América. Gestas en aquellos tiempos similares a nuestro viaje a la Luna. Por suerte, éstas y otras historias las leo gustosamente en el libro que enlazo debajo.


Por último, abro un panfleto de propaganda de viajes que cogí en el supermercado y ahí está España como destino turístico principal. Preciosas playas, entornos naturales, y también mucha ruta cultural.

¿Quizá me haga un viajecito? Lo consideraré después de ver el último exitazo español en Netflix. Curiosamente, vivo en Austria y ha habido semanas con dos, tres, y hasta cuatro producciones españolas entre los top 10. No está mal para la República Bananera.

Durante mi vida en España, me he debido de estar perdiendo algo, puesto que me vendieron que éramos un país atrasado que vivíamos del turismo, los bares y la pandereta. Y aunque así fuera, yo diría, ¿eso que tiene de malo? ¿Acaso no podemos explotarlo? ¿No es un indicador de que España es envidiable? ¿Es acaso mejor dedicarse a hacer tuercas o cualquier otra producción industrial en cadena? ¿O a la especulación bancaria?

He tenido que pasar una década fuera para darme cuenta de lo acomplejados que estamos en España y, sobre todo, de nuestra propia ignorancia sobre nosotros mismos.

Y así seguimos, a pesar de que toda la evidencia y la presencia internacional en muchísimos sectores, desde el textil, la automoción, la construcción naval, el reciclaje, la energía, las comunicaciones, la televisión, la inteligencia artificial, y un sinfín de campos que me dejo... seguimos diciendo lo contrario.

Y un jamón. Ah, en eso también somos líderes.

Saludos.