27 February 2013

Denuncias falsas. Haberlas, haylas.


Toni Cantó ha vuelto a airear el tema de las denuncias falsas por maltrato en España, con su consecuente linchamiento público y mediático en la plaza del pueblo.

Se haya columpiado con los datos o no, Toni Cantó ha sido muy valiente, aireando un tema del que nadie quiere hablar, políticamente incorrectísimo y que va en contra del poder fáctico. Luego, salió a dar la cara y pedir disculpas por no haber verificado ciertos datos. Así que, enhorabuena Toni.

Aunque también es cierto que Toni Cantó debería conocer mucho mejor los datos antes de emitir juicios y opiniones, puesto que es su responsabilidad. Sin embargo, es curioso observar el linchamiento público y mediático de alguien que escribe una línea algo a la ligera en Twitter, mientras quienes toman decisiones que han llevado al país a la ruina, dicen burradas en un parlamento o incluso se pasan las leyes por el forro son aplaudidos. Rápido se olvida también que Toni Cantó fue pionero en rechazar que el congreso le pague Internet en casa y alojamiento en Madrid. Muy pocos políticos renuncian a 1000 euretes al mes por princpios.

Su mensaje, en resumen, y eliminando todas las tergiversaciones mediáticas, es el siguiente:

"Las leyes sobre violencia de género no han sido efectivas y ahí están los datos de muertes y violencia, que no han bajado. Esas leyes se han construído en contra de los hombres (suponen la presunción de culpabilidad ante la duda), lo cual va en contra de toda igualdad, y sus efectos secundarios pueden ser muy graves para los hombres y para las propias familias (niños, abuelos, etcétera)".

Esto es irrefutable. Hay hombres que han pasado 11 meses en la cárcel, han sido privados de ver a sus hijos y a los que ni siquiera se les ha indemnizado, a pesar de que la denuncia fue probadamente falsa. Pero claro, esa persona encaja en el perfil de "malo oficial" que los medios y las instituciones se encargan de construir, así que no pasa nada.

Desde mi punto de vista Toni sólo ha hecho su trabajo como político: poner voz a quienes, con nombre, apellidos y trabajando desde dentro del sistema, llevan denunciando este tema desde hace muchos años. Un asunto que, por otra parte y al tomarse con tanta ligereza, está colapsando la justicia (más de 100,000 denuncias al año) y ha demostrado no ser demasiado efectivo. Si, según los datos de hace unos años, sólo el 13% de las denuncias por malos tratos acaban en condena, está claro que algo hay que algo no funciona bien y hay que corregirlo.

"Estamos haciendo justo al revés de lo que hacíamos hace unos años. Antes enviábamos a las mujeres a casa y no les recogíamos en muchas ocasiones ni la denuncia, y ahora el mismo atropello lo estamos cometiendo con los hombres. Se ha dado un valor a la palabra de la mujer absolutamente excesivo. Desde hace algunos años la palabra de una mujer en España equivale a la verdad". 
María Sanahuja, magistrado de la audiencia provincial de Barcelona. 
"Desde el momento en que se presenta una denuncia sin necesidad de ninguna prueba ni ningún indicio, se procede automáticamente a la detención del hombre. Se le mete en un calabozo y a las 48 horas se le pone a disposición judicial, el juez a lo mejor no acuerda ninguna medida, pero ya se han pasado 48 horas y no ha habido autorización judicial ni ningún tipo de indicios. Una vez que sale de prisión, no puede volver a su casa porque se arriesga a que su pareja le vuelva a poner una denuncia".
Javier Pérez-Roldán, abogado.

Estas y otras declaraciones aparecen en el documental "False accusations in Spain", donde aparecen personas dando la cara, con nombres y apellidos. Es un documental muy bien hecho. Que cada uno saque sus propias conclusiones.


Yo me quedo con uno de los comentarios que aparece en Youtube:
They can't get it right can they?, the Spaniards. They go from one extreme to the other. Unbelievable that we let them in the EU!
Qué cierto.

Saludos.

19 February 2013

Flashazos


No dispongo de mucho tiempo, pero aquí algunos flashazos:


Aunque muchas veces no responda, gracias a todos los que dejan comentarios, que siempre leo con gusto.


Sigo viendo "Salvados". Mi opinión no ha cambiado respecto a lo que ya dije, pero en las partes del programa que se apartan de su leitmotiv (España y PP = demonio, socialistas y nacionalistas = salvación) y cuando los invitados son gente normal, el programa es instructivo. El programa "cuestión de educación" está bien cuando hablan del sistema educativo finlandés. Interesante ver cómo se educa a los niños para la independencia, el estudio, y un comportamiento cívico. Más interesante todavía ver la conclusión de españoles que trabajan ahí: en Finlandia se trabaja por el bien común a medio y largo plazo, mientras que en España, como diría Pérez-Reverte, cada perro se lame su cipote. En otras palabras, dicho ya muchas veces aquí: en España se educa en el egoísmo y el corto plazo.

Veo vídeos de Julio Anguita en Youtube, de los años 90, acerca de la crisis y el alto paro de entonces. Si no fuera porque Julio Anguita está más joven, los nacionalistas periféricos tenían menos protagonismo y no había amagos secesionistas, se podría decir que la situación era calcada a la de ahora. La historia podría sonarle a cualquiera, con la excepción de que entonces no había gurús en la sección de best selleres de las librerías ni en los programas de máxima audiencia haciendo su particular agosto con el tema.

Leo un libro sobre la primera guerra mundial. ¿El fondo del conflicto? Nacionalismo exacerbado. Conexiones y compadreo entre grupos terroristas y partidos políticos. Historias de opresión entre pueblos. Movimientos secesionistas para crear estados propios. ¿Resultado? Decenas millones de muertos, heridos y desaparecidos; éxodo; otra guerra mundial en pocas décadas.

En esos mismos años 90 en los que Anguita hablaba de nuestros problemas económicos, "nuevos" problemas allá donde se originó la primera guerra mundial. Referendum por la independencia de Bosnia, nueva guerra, éxodo, genocidio. Guerra de Kosovo. Refugiados.

Para pensar.

Saludos.


14 February 2013

Gente floja. Real y virtual.


Llegan momentos en la vida en los que hay que tomar decisiones serias. Dónde estabilizarse, dónde tener y criar hijos y ese tipo de cosas que tantos quebraderos de cabeza dan. Los factores fundamentales para la decisión los sabemos: allí donde haya trabajo y una vivienda asequible.

Pero, ¿qué ocurre si asumimos que el tema del trabajo y la vivienda ya lo tenemos más o menos resuelto? Ya adelanté en otro post que hay otras muchas razones para marcharse de aquí: cuando mucha gente trata mal a los demás, cuando te consideran un estafador por decreto, etcétera, te planteas muchas cosas.

Y me ha agradado ver que, hablando con varios amigos que hacía tiempo que no veía, me han confirmado todo esto sin que yo siquiera sacara el tema. Que tener vivienda y trabajo no son garantías de nada. Y me han pintado una realidad tan negra como yo la veía, o incluso más, puesto que yo he estado deliberadamente apartado de esa realidad por un tiempo.

Por ejemplo, a una amiga quiere mejorar las cosas con verdadera ilusión en su trabajo la maltratan, le ponen trabas, la apartan, la consideran una trepa. Me planteaba que, a estas alturas de la vida, lo único que ya pide en un trabajo es que la traten bien. Nada más.

Otra amiga trabaja en una administración donde algunos jefes tienen sus negocios privados paralelos y pasa lo que todos sabemos. Se dedican a sus negocios privados en horario de trabajo público y desvían recursos públicos directa e indirectamente a su bolsillo. Qué les voy a contar que no sepan. Me contaba que lo único que pide ya, también a estas alturas, es que no la mezclen con los corruptos en sus proyectos. Que no la obliguen, encima, a formar parte del sistema putrefacto. Veremos en qué acaba la cosa.

Ambas situaciones son más que suficientes para querer marcharse, por mucha vivienda y trabajo que se tenga.

Pero, demos un paso más. ¿Y si tienes vivienda y un trabajo medianamente decente? ¿todavía puede haber más razones para querer marcharse?

La respuesta es: rotundamente sí. Y unos amigos lo resumieron de esta particular forma: "estamos planteando marcharnos de donde vivimos porque la mayoría de la gente del entorno es muy floja".

Con gente floja se referían a gente cuyo máximo objetivo en la vida es comprarse un coche y tuneárselo, emborracharse, ver el fútbol y poco más. Gente con pocos estudios. Un entorno y un nivel que acaba cerrando la mente, creando gente sin aspiraciones, sin esperanzas, completamente a expensas de las circunstancias de cada momento. Gente sin recursos intelectuales, gente dependiente, gente que no sabe pensar por sí misma, que pica en todos los anzuelos.

Y en éstas andan, pensando si se quedan o se van, y a dónde. Y lo hacen a pesar de que aquí tienen vivienda y trabajo, y empezar de nuevo resulta muy difícil.

Y en Internet, ¿qué?

Uno puede trasladarse a otro sitio pero ¿qué hacemos con el ciber-espacio?

La gente floja también nos rodea en Internet: deja comentarios en los periódicos, en nuestro Facebook, en nuestro Twitter, en las páginas que visitamos, pica en todos los titulares sacados interesadamente de contexto.

¿No se han dado cuenta del patrón que sigue el ciber-espacio? Alguien dice una burrada (un político, un empresario...) y sale en titulares. Es la noticia del día y el entretenimiento del españolito medio es debatirlo y comentarlo por Internet, preferiblemente linchando al afortunado de turno. De vez en cuando aparece un defensor de la causa y se monta un pifostio de escándalo entre unos y otros.

Hasta ahí, típico marujeo llevado al plano internetil, de acuerdo.

Pero el problema gordo es el siguiente. Llega un momento en que se aporta una pequeña anécdota o se saca una declaración de contexto (lo que en cristiano se llama sesgo o manipulación) y también se convierte en titulares. Y se sigue el mismo proceso. Se crucifica a esa persona, a su entorno, a su partido, a todos los partidos, al sitio donde nació, a todos los que tienen su color de pelo, y hasta a su santa madre si hace falta. Entra alguien a intentar explicar las cosas en su contexto y a dar el mensaje completo y también es crucificado y automáticamente categorizado como "uno de ellos".

¿Por qué? Porque no hay capacidad de crítica, de pensamiento, ni de debatir sobre ideas, sino sólo gregarismo y linchamiento personal.

Esto ocurre todos los días. El último ejemplo más o menos reciente han sido las declaraciones de Toni Cantó acerca del tema de los toros. Si a un alumno de secundaria le pusieran como deberes hacer un brevísimo resumen del vídeo, diría algo así:

"UPyD votará en contra de prohibir las corridas de toros, pero también de subvencionarlas. Toni Cantó insta a que no se utilicen los toros como arma política y a tratar en profundidad nuestra relación con los animales. Aunque los animales no tengan derechos, puesto que son un invento humano, Toni Cantó se preocupó por cómo limitar su sufrimiento en todos los ámbitos, también en su utilización como alimento, en experimentación científica, o como mascotas, porque eso nos hace más humanos".
Sin embargo, como saben, el titular de ayer en muchos medios fue de este calibre: "Toni Cantó dice que los animales no tienen derecho a la vida ni la libertad".

Y detrás de ese titular y esa declaración sacada de contexto, una retahíla de descalificaciones, insultos, etcétera, que ocuparon el entretenimiento de buena parte del día.

Un día más lleno de gente floja sin nada mejor que hacer. Gente floja que seguirá dejando que otros le digan quién es bueno y quién es malo, que le digan a quién tiene que votar.

Saludos.