30 November 2009

La importancia del entorno


Qué importante es el entorno para motivar a las personas. Y más en un campo como la investigación, donde tú eres tu propio jefe y sólo llegarás a donde tú te marques.

Recuerdo las ganas de trabajar que se contagiaron tras estar solamente una semana en una de las mejores universidades del mundo en informática. La ilusión y el entusiasmo de gente de todas las partes del mundo interesada en aprender, innovar e investigar. Que, además, se esfuerza por comunicarse lo mejor posible en un idioma que no es el nativo.

Nada que ver con el panorama de aquí. Paseo por los pasillos de un centro de investigación y no veo un sólo cartel científico, una conferencia, un póster. Veo, sin embargo, una retahila de reivindicaciones políticas y de artículos de tendenciosos periódicos en los corchos -no hablando precisamente de ciencia-, de sindicatos, de proyección de documentales políticos.

No es de extrañar que la ilusión de los jóvenes se desvanezca o se vaya con ellos hacia otros países. Quizá seamos nosotros los que tengamos que mover ficha y acabar con tanta chorrada. Seamos proactivos. Ops, no podemos. Tenemos cosas que hacer; no podemos descentrarnos.

¿Quién trabaja en este país?


Cuando era más joven y la gente decía aquello de "uno trabaja y los demás miran", o "por cada español que trabaja hay dos que mandan" pensaba que era una exageración en forma de chiste. En los últimos días, sin embargo, vi un par de obras donde se repitió el mismo patrón.

En la primera había un trabajador negro intentando arrancar un enorme tronco de árbol fuertemente enraizado. Había dos trabajadores más, con pinta de españolazos -uno de ellos con una prominente barriga-, mirándolo, a unos 30 centímetros de distancia. "Prueba con esto" -decían-, mientras le pasaban un artilugio para hacer palanca. Ninguno de los dos se dignó siquiera a agacharse para echarle una mano.

Pocos días después, ocurrió algo parecido en otra obra. Un joven sudamericano sudando la gota gorda, mientras otras dos personas, también con pinta de autóctonos, le daban instrucciones, sugerencias y recomendaciones.

¿A qué viene todo esto? Hoy no he podido sino acordarme de esos dos sucesos y esbozar una sonrisa mientras visitaba una página web de una empresa spin-off de un grupo de investigación. En ella se puede leer:

Nuestro equipo de desarrollo está formado por:
  • Pepita Pérez
Con la colaboración de los profesores:
  • Fulanito
  • Menganito
  • Zutanito...
  • (Así hasta 6)

Real como la vida misma. Al menos han sido sinceros.

18 November 2009

Teclado y ergonomía



Una conocida marca de ordenadores ha puesto de serie en sus máquinas un teclado compacto, sin la tradicional parte derecha que alberga los cursores y el teclado númerico. Similar al de los portátiles.

Me preguntaba si esto tenía algún sentido en un ordenador de sobremesa y hoy me he dado cuenta de que lo tiene, y mucho. ¿Alguna vez nos hemos parado a pensar lo molesto que es utilizar un teclado normal, un ratón  y la pantalla simultáneamente? Lo que hacemos todos los días, vamos.

Es imposible mantener el teclado alineado con la pantalla de manera que estés cómodo. Si alíneas tus manos en el centro del monitor y colocas el teclado debajo, notarás algo que sobra en la parte derecha al usar el ratón. Además, la mano derecha te queda demasiado lejos y resulta muy incómodo.

¿Qué es lo que solemos hacer? Tener el teclado demasiado a la izquierda para que no moleste y para poder llegar bien al ratón. Por tanto, escribir con la columna y el cuello torcidos.

Puede parecer una tontería, pero para los que nos pasamos horas y horas con el ordenador (o sea, casi todos los que estáis leyendo) la cosa puede pasar factura. Probad, si no, a sentir la diferencia de utilizar el teclado de un portátil y uno normal mientras se usa el ratón.

No sé si el propósito del teclado era ergonómico o más bien una estrategia comercial más por sacar algo diferente, pero es lo de menos.

Las preguntas del millón:
  • Algo tan sencillo como esto... ¿había sido tenido en cuenta ya desde el punto de vista ergonómico?
  • ¿Alguien utiliza habitualmente algún teclado de ese estilo en su ordenador de sobremesa? ¿Experiencias? ¿Se puede adquirir fácilmente alguno genérico?

17 November 2009

Castillos... ¿de naipes?


Paseando por una librería no virtual el otro día encontré un libro que prometía ser interesante: "Castillos del Alto Aragón, Sobrarbe y Ribagorza". Una recopilación de castillos de nuestras queridas tierras norteñas (aunque la gente de la cornisa cantábrica insista en el monopolio del término). Siempre despierta interés todo lo relacionado con el Sobrarbe cuando se está lejos de él.

Había pasado por alto, sin darme cuenta, algo que me empezó a inquietar. El título completo del libro era: "Navarra. Castillos que defendieron al reino. Tomo II: Los castillos de Sancho III el Mayor en Alto Aragón, Sobrarbe y Ribagorza".

Uf, no empezamos demasiado bien. El protagonismo de los castillos ha pasado a último lugar; aparecen ciertos matices importantes: "Navarra", "reino" y "castillos de Sancho III". También noto algo extraño: alguien de la zona habría dicho "del Alto Aragón, el Sobrarbe y la Ribagorza". Matices sin importancia.

Hay que darle una oportunidad, pensé. Miremos la contraportada, a ver qué nos cuenta:
El monarca Sancho Garcés III, el Mayor, unió bajo el reino pamplonés a todos los territorios vascones. Consiguió logros políticos y culturales de gran importancia, aun cuando las interpretaciones interesadas en minimizar o en tergiversar políticamente el papel de los monarcas pirenaicos sigue siendo moneda corriente.

En este segundo tomo veremos una compleja red de fortalezas, que tuvieron el Pirineo a la espalda y a las tropas musulmanas en frente, de cuya consistencia dependía la supervivencia del Reino y la de sus pobladores. Sociedad que a la luz del Pirineo convivió durante varios siglos compartiendo lenguas, cultura, usos y costumbres; ingredientes del Derecho Pirenaico con el que se regía.

Las imágenes del Alto Aragón, del Sobrarbe y la Ribagorza, son muy hermosas, paisajes que forman parte de una historia política común, que el tiempo hizo discurrir por caminos diferentes, pero que quedó reflejada en la Crónica de San Juan de la Peña:

«Porque aquí solamente de los reyes de Aragón y de Navarra entendemos tractar, porque muytos tiempos fueron unos, segunt veredes».

La lectura de la contraportada es algo ambigua. De acuerdo, una visión parcial con olor a reivindicación política en el primer párrafo de un libro sobre castillos no parece la mejor forma de invitar a leerlo, pero tampoco es para tanto, ¿no?. También atufa un poco a "el Pirineo fue nuestro". Pero intentemos no sacar punta a cada cosa que leemos. Al menos han puesto una frase de la época. Y aparece Aragón. Algo es algo.

Consultemos el primer tomo, seguro que ahí encontramos alguna aclaración: "Navarra: Castillos que defendieron el reino. Tomo I: De Laguardia a Foix y del Moncayo al Goierri".

Vaya, qué cosas. ¿Qué criterio territorial se ha seguido para esa delimitación? ¿Geográfico Norte-Sur, Este-Oeste? No lo parece. Examinémoslo más a fondo: se menciona Álava/La Rioja, Francia, Soria/Zaragoza y Guipúzcoa... ¿Han estado alguna vez unidos todos esos territorios de manera simultánea? Una investigación rápida dice un NO contundente. Los territorios se anexionaban y se separaban dependiendo más de la ambición y de braguetazos que de ningún sentimiento ni conciencia. Algunos duraron unos decenios o menos, otros estuvieron separados por centenares de años, pero jamás hubo un Reino de Navarra donde Laguardia, Foix, el Moncayo (curiosa novedad meter montañas en los territorios) y el Goierri compartieran nada simultáneamente. No hablemos ya del Sobrarbe y la Ribagorza. Nuevamente apesta a "uno, grande y libre".

Respecto a los condados del Sobrarbe y la Ribagorza me sonaba que fueron bastante independientes de los reyes, que se apuntaban esas "conquistas" para aparentar más que otra cosa. Los condes eran quienes cortaban el bacalao. Por algo tanto Sancho Garcés III como Ramiro I (y otros) no eran reyes a secas, sino que mantenían el título de Conde de Sobrarbe y Ribagorza. Eso era precisamente lo que les daba la autoridad y no otra cosa.

Y, desde luego, recordaba que si a algún sitio ha de estar asociada la imagen del Sobrarbe y la Ribagorza es a Aragón y no a Navarra, ya que fué la unión de éstos con el Condado de Aragón, la que dió origen a un nuevo Reino.

¿Qué tienen que ver con el Reino de Navarra? No lograba recordarlo, así que una consulta rápida me reporta los siguientes hechos:
  • Sancho Garcés III nace en el 990 aproximadamente. Es rey de Pamplona (que no Navarra) desde 1004 y conde de Sobrarbe y Ribagorza desde 1018. Muere en 1035.
  • A pesar de su voluntad, sus hijos no continúan con el reino de Pamplona (que no Navarra todavía) sino que se lo reparten. Ramiro se queda con el Condado de Aragón al que luego anexiona Sobrarbe y Ribagorza. De ahí surge el Reino de Aragón, la Corona de Aragón y hasta nuestros días.
Resultado: Sobarbe y Ribagorza, antes condados independientes, "estuvieron anexionados" al Reino de Pamplona durante menos de 20 años. A partir de 1035 Sobrarbe y Ribagorza aparecen íntimamente ligados con Aragón. Nótese que el "anexionar" sólo implica que, por primera vez alguien no fué únicamente Conde de Sobrarbe y/o Ribagorza, sino que además era Rey de Pamplona.

Me preguntaba si fue durante esos 20 años cuando se construyeron todos los castillos de la zona con el propośito de defender al (inexistente todavía) Reino de Navarra y lo navarros que se sentían los habitantes de dichos territorios.

Poco a poco me fui temiendo lo peor. Un libro de castillos que apesta a nacionalismo, que ignora la historia y se apropia de lo que interesa. Pero no podía ser. Los historiadores parecen gente seria, sensata. O deberían.

Decidí mirar la contraportada de este primer tomo:
Navarra, uno de los Países más antiguos de Europa, fue independiente durante siglos. En 1512-1530 la corona de Castilla y en 1620 la de Francia, culminaron los acosos y paulatinas ocupaciones y sometieron sus instituciones políticas y jurídicas.
Hoy, a pesar de vivir separados entre dos Estados, sin más elección que la de aceptar la «realidad» impuesta, la conciencia de independencia sigue viva en la sociedad navarra.
Los castillos recogidos en los dos tomos son testimonio de nuestra memoria y corolario de lo que han pretendido que seamos: una ciudadanía en ruina, sin memoria, que dé por bueno lo ocurrido y que, si es necesario, asuma el autoodio, borre toda seña de identidad y olvide su propia cultura. Por ello, este hermoso libro va a sorprender y emocionar a mucha gente, porque el minucioso trabajo de Iñaki Sagredo recupera memoria y conciencia, volando con nuestros ojos por una geografía rescatada desde la voluntad y en sintonía con la de quienes nos precedieron en la defensa y mantenimiento de nuestro País: el Estado europeo de Navarra.

El texto es realmente magistral, pues logra reunir los elementos fundamentales del nacionalismo en pocos párrafos:
  • Anacronía: "Navarra... uno de los Países". No sé hasta qué punto tiene sentido hablar de país antes del siglo X. Nótese además que "países", siendo nombre común y encima plural, aparece con mayúscula.
  • Ambigüedad y arbitrariedad: ¿Cuáles serían las fronteras de ese hipotético "Estado Europeo de Navarra" (sic)? ¿Las actuales? ¿Las del antiguo reino en su máxima extensión? ¿Todos los territorios que alguna vez tuvieron algo que ver con el Reino de Pamplona? ¿Qué relación tiene Navarra con España? ¿Y con Euskal Herria?
  • Búsqueda de enemigos externos: "Castilla... Francia...". Nótese aquí que el autor, además, es muy hábil. Evita mojarse. No se atreve a nombrar a los únicos potenciales "enemigos" actuales a los que, en el fondo,  quiere referirse en la contraportada y que pueden borrar el protagonismo nacionalista a Navarra: España y Euskal Herria, muy especialmente el segundo. Meterse con Castilla y Francia cinco siglos después es buscar complicidades facilonas.
  • Victimismo: "aceptar la realidad impuesta... lo que han pretendido que seamos ... ruina, autoodio..."
  • Exaltación de los sentimientos: "va a sorprender y emocionar... defensa y mantenimiento de nuestro País... Estado Europeo de Navarra" 
  • Salvación: "este libro... recupera memoria y conciencia"

Mis dudas acerca de la sensatez y seriedad del autor se disiparon bastante rápido pero aun así decidí echar un vistazo a este vídeo del autor, donde deja más que claro el propósito del libro:

"Lo importante del libro en sí no son solamente los castillos y las características de los castillos que puede resultar a cualquier persona... a montañeros, técnicos y tal (sic), sino es un poco el sentimiento (?), ¿no?..."
"Los vascos, hay gran parte de vascos y todos los vascos (sic)... Bueno, en general, todos tenemos esa impronta, ese sentimiento de navarros.."


"...decir que la marca fronteriza es una marca fronteriza política..."


"...el resumen de este tipo de publicación es que los castillos no entienden de fronteras (?)... y defendían una línea cultural y una línea poética antigua (??), pero que tiene más sentido que la que tiene actualmente..."


"...hay un grado de reconocer lo que fuimos, lo que somos y lo que tenemos que ser..."


"...y esto, bueno, va dirigido a todos los vascos, todo navarros (sic) porque somos iguales, al fin y al cabo no creo que haya diferencias..."


"...queremos demostrar con estos libros una manera de acercarnos"

Y yo que creía que era un libro sobre castillos del Alto Aragón, el Sobrarbe y la Ribagorza dirigido a la gente a la que le interesan los castillos. Seré ingenuo. De verdad, qué pena. Lo que podría haber sido un trabajo de divulgación magnífico, tras todo el esfuerzo hecho en las fotografías y demás, convertido en otra apestosa reivindicación política nacionalista. De quién sea esta vez es lo de menos. ¿Tan difícil es escribir un libro de castillos que trate sobre castillos?

Aprovecho el tema para recomendar a quien quiera leer historia de verdad, esto es, sin opiniones, nacionalismos y desde un punto de vista realista y sin añadiduras políticas, el libro "Historia contada de Aragón" de José Luis Corral. Y no sólo porque sea de Aragón. Sino porque es de historia.

16 November 2009

Inteligente y que termine las tareas (2)


Continúo aquí con algunas cosas que me había dejado en el tintero...

Realmente la versión 3.0 de cómo hacer entrevistas de Joel Spolsky ha añadido algunas cosas desde la original que recordaba. Merece la pena leerla.

Nótese las características que busca Spolsky en la gente. Algo muy importante que he dejado pasar antes. No puedo estar más de acuerdo con las siguientes aptitudes/actitudes:
  • Pasión en lo que hacen. Resalta que eso puede implicar igualmente que tengan actitudes negativas hacia ideas de sus superiores. Eso no es malo sino todo lo contrario porque demuestra interés.
  • Saben explicar bien las cosas, de manera que una persona normal pueda entenderlas.
  • Toman roles de liderazgo. De manera que con su actitud promueven propuestas y resuelven problemas.
Es curioso como, en la mayoría de los casos que conozco, mostrar cualquiera de estas tres características implica una amenaza al poder establecido y por tanto un "no te contrato" o un "no me interesas".

Lo he vivido muy de cerca:
  • En una entrevista en una consultora informática donde, tras pasar todas las pruebas técnicas, de idiomas, curriculum, etc... todo aquel que tomaba algún tipo de inciativa en la prueba de "dinámica de grupos" era automáticamente descalificado. Las formas de ese tipo de cárnicas ya lo dicen todo. ¿Sabéis cómo comunicaban los resultados de si te cogían o no (eran inmediatos)? Hacían al grupo de 10 ó 12 personas de la dinámica de grupos coger sus cosas y bajar al portal de la consultora, a la calle. Una vez allí, y a los 5 minutos los llamaban por teléfono móvil, uno por uno, para comunicarles su resultado. ¿Se puede ser más cobarde?
  • Tras trabajarte un proyecto a fondo y escribir un artículo científico apareces como autor secundario y aparecen delante de ti autores que no han aportado nada sólo por su influencia. Y para colmo, aceptan el artículo y son ellos los que se van de viaje a la conferencia. Protestar no implica que quieres reclamar justicia, ni siquiera que estás interesado en divulgar públicamente lo que tú has creado. Implica que quieres buscarte problemas y que eres una persona complicada que serás apartada de próximos proyectos.
  • Todos los asistentes a determinadas reuniones periódicas, propuestas por un superior que no asiste, dudaban sobre su eficacia y más si no se llevaban preparadas y tienen objetivo concreto. Se llevó ante instancias superiores la sugerencia de su cancelación o de reunirse sólo cuando fuera necesario. ¿Resultado? Las reuniones se han instaurado por decreto.
  • Ante la propuesta de abrir un blog divulgador, de explorar nuevos campos e intercambiar ideas con otros, de colaborar con publicaciones entre compañeros iguales, la negativa encubierta (esto es, el "no-te-lo-prohibo-pero-te-desanimo") es la tónica habitual. Guardémoslo todo para nosotros y si puedo llevarme el mérito yo, mejor.
El común de todas esas actitudes es una persona que se implica. Que tiene pasión por que las cosas se hagan medianamente bien. Que sabe explicarse ante quien quiere entenderle. Que quiere compartir para aprender y enseñar.

No muy común por aquí, pero reconforta muy mucho leer que hay inteligencia en alguna parte, aunque sea en cuatro empresas y universidades contadas. Te hace no sentirte solo ante la mediocridad imperante.

Si de verdad tienes interés o necesitas encontrar a las personas con más talento, más allá del artículo introductorio, te puede resultar de interés el libro "Smart and Get Things Done".

Inteligente y que termine las tareas (1)


Así es como define Joel Spolsky a las personas que busca para su empresa. Lo describe en su guía para hacer entrevistas. Conocí a Spolsky hace tiempo gracias a mig21 y no puedo más que darle la razón una y otra vez. En concreto habla de "Smart and Get Things Done".

Hagamos un recordatorio rápido en español:
La gente que es inteligente pero que no termina las tareas suele tener un doctorado y trabajar en una gran empresa donde nadie los escucha porque no son prácticos en absoluto. Prefieren divagar sobre algún problema académico que entregar a tiempo. Se puede identificar a este tipo de gente porque les encanta resaltar la similitud teórica entre dos conceptos totalmente divergentes. Por ejemplo, dirán "las hojas de cálculo en realidad son sólo un caso particular de un lenguaje de programación" y se aislarán una semana para escribir un intrigante y brillante paper sobre los atributos ligüísticos computacionales teóricos. Inteligente pero nada útil.
La gente que termina sus tareas pero no es inteligente hará cosas estúpidas, sin pensar en lo que hace, y alguien tendrá que venir para arreglarlas más tarde. Acaban incurriendo en responsabilidades hacia la empresa porque no sólo no contribuyen correctamente sino que roban tiempo de gente que sí que es buena.

Una reflexion interesantísima. Habiendo trabajado en varios campos (práctico y teórico) y conocido a un amplio grupo de gente, no puedo sino coincidir al máximo con Joel. Lo más importante es la combinación de ambos factores: ser medianamente inteligente (o, equivalentemente, pensarse o exigirse un mínimo al hacer las cosas) y terminarlas.

A esta reflexión añadiría que cada tipo de persona va, desgraciadamente, acercándose más a uno de los dos perfiles con el tiempo. Yo prefiero llamarlos por su nombre: el cancamusero y el chapucero.

Examinemos cada uno de los mundos.

El mundo cancamusero

He conocido a (supuestamente) grandes investigadores en diversos campos que son incapaces de lo más básico. Y lo peor, no quieren aprenderlo (o recordarlo). Doctores en matemáticas que no saben realizar un estudio estadístico básico. Catedráticos en informática que no saben comprimir un fichero o poner los cables de su ordenador tras una mudanza. Gente con más de cien artículos publicados en revistas científicas internacionales de los cuales serían incapaces de escribir ni uno solo y de los que no pueden dar ni un mínimo detalle cuando se les pregunta. Y no sólo por el inglés, precisamente (que también).

Y no nos quedemos con la idea de que hay que criticar a las universidades, porque hay investigadores malos y buenos, como en todas partes. En las empresas pasa tres cuartos de lo mismo: he visto empresas que han reprogramado librerías y utilidades existentes en el lenguage de programación que estaban usando sólo para tener unas propias (que lo hacen peor y jamás funcionan) que publicitar. Gerentes y comerciales que sólo se diferencian de esos (supuestos) grandes investigadores en que tienen que ir de traje. El discurso es el mismo.

¿Hacia dónde pueden ir personalidades así? Hacia la cancamusa. No hay otra salida que ocultar de alguna manera que eres un completo inútil. Tú, tu grupo, tu empresa... En el sentido no peyorativo sino estrictamente definitorio del término: no útil. Esto es, "que no trae o produce provecho, comodidad, fruto o interés; que no puede servir y aprovechar en alguna línea".


Como las personas no podemos sentirnos inútiles, cada uno se busca la utilidad de su "trabajo". Todos sabemos cómo empiezan esos objetivos ficticios en política, grandes empresas o universidades:
  1. Buscar la sinergia de...
  2. Optimizar la relación entre...
  3. Construir un marco de trabajo para...
 Cómo continúan:
  1. Organizando una reunión en un buen restaurante local (pagado)
  2. Organizando un fin de semana en otra ciudad del país, con restaurante y hotel (pagados)
  3. Organizando un encuentro internacional en un país exótico con restaurante, hotel y spa (pagados)

Y cómo acaban:
  1. Un intercambio de emails
  2. Un becario hace una página web y un foro ad-hoc o, si es listo, instala y personaliza alguna herramienta existente, da un curso de cómo se usa y no vuelve a saberse del tema
  3. Se crea un grupo en facebook para hablar (en posteriores encuentros) de cómo poder montar una spin-off para sacar beneficio ecónomico del genial marco de trabajo


 ¿Resultado? Una fuerte inversión en compañías de viajes, medios de transporte, restauración, alojamiento y turismo. ¡Quién dijo que la cancamusa no era rentable! (Nadie especificó para quién).
 
El perfil del cancamusero puro es una persona que confunde. Confundir, confundir y confundir. Con los desconocidos, de rango más bajo o con los que no saben del campo funciona porque siempre suelen asumir que una posición determinada implica una serie de cualidades (e.g. catedrático de informática = nadie puede darle lecciones de nada relacionado con la informática). Con los conocidos y los que saben del campo también funciona porque (a) muchos de los que están en el mismo nivel de la jerarquía son como ellos y si tú desmontas mi cancamusa, yo me encargaré de la tuya; (b) si están por debajo del nivel jerárquico, poner en duda la cancamusa supone un atentado contra la persona, por tanto, el exilio.

Este tipo de cosas, que gente fuera del entorno cree increíbles y que nadie se atreve a denunciar, son el pan nuestro de cada día. La gente que no sabe, ni quiere saber, se eleva en un cohete cancamusístico que se aleja de la Tierra cada vez más deprisa. Esta divagación hace que vaya separándose cada vez más del campo de aplicación de su disciplina hasta que ya no tiene nada que ver con ella. Podría estar perfectamente vendiendo seguros.

El nivel de aislamiento en el mundo cancamusístico es tal que sólo se conocen las cosas "de oídas" y sólo la solución "discurrida aquí" es buena. He visto a empresas y a investigadores mediocres desprestigiar ideas o incluso productos que funcionan y son ampliamente usados, con mucho trabajo detrás y claramente mejores que los suyos, sin haberlos probado ni evaluado seriamente jamás. O todo lo contrario... aceptar tendencias sin evaluarlas críticamente sólo porque "fulanito dice que está muy bien".

El mundo cancamusero no entiende de hechos, sino de opiniones, tendencias y modas (generalmente las más adecuadas para salvar el culo en cada caso).

Por eso es tremendamente peligroso cuando se mezcla con la ciencia, que pretende todo lo contrario. Y es más peligroso todavía cuando, contrariamente a lo que supone Spolsky, esa supuesta persona inteligente pero que no termina sus tareas ni baja a lo terrenal ni siquiera es inteligente...


El mundo chapucero

Este mundo es mucho más terrenal y sencillo. Su explicación también. Normalmente el chapucero no puede permitirse el lujo de no producir porque, a diferencia de los cancamuseros, puede ser despedido. Así que no hay mucho más que decir.

Quien tiene que terminar tareas sí o sí, donde a sus superiores o compañeros no les importa cómo se ha hecho, se va acostumbrando a realizar las mismas chapuzas una y otra vez. Independientemente del problema, la tecnología o la evolución de los tiempos... si de esta forma ha ido funcionando (más o menos) ¿para qué mejorar? Si nadie valora tu trabajo porque es "terrenal", ¿para qué implicarse más? La única forma de mantenerte es que tu trabajo te guste y/o te haga sentirte orgulloso. No hay más.

En el campo de la informática he visto chapuzas notables. Todos hemos hecho alguna chapuza pero la diferencia entre una persona normal y una chapucera es que el primero es consciente de que las hace, cuándo y por qué y trata de acotarlas y no repetirlas. El chapucero no. Es su forma de trabajar.

Alguien tiene que venir detrás a arreglar tu desaguisado, de manera que ocurren cosas como las de la ilustración.


Si además de esto te quedas anclado en una única forma de hacer las cosas, la evolución de la tecnología y las personas de tu alrededor, ya desmarcados de ti, harán que te quedes aislado en tu chapuza. Para siempre.


Conclusiones

El patrón común de ambos tipos de personalidad es:
  • Falta de interés por aprender
  • Ignorancia
  • Aislamiento del grupo
  • Desprecio a los demás y su forma de hacer las cosas
Desde aquí mi enhorabuena a quien todavía logra mantenerse en el punto medio.

09 November 2009

Sobre las ideas...


Hablaba recientemente sobre las ideas y casualmente encuentro un vídeo de Fernando Savater en el blog "Ecos del Futuro" acerca del tema.

Algunos extractos:

"Todo esto choca con una tendencia benévola (...) del elogio a la tolerancia... sin saber muy bien qué es la tolerancia... Se suele oír que hay que respetar todas las ideas... Hay que respetar a todas las personas, pero no todas las ideas".


"Creo que es una forma de salud mental el reconocer que hay ideas infinitamente peores que otras".


"Todo lo que ha avanzado (la humanidad) es por la falta de respeto a las ideas".


"Han sido las personas que no mostraban respeto a las ideas las que han sufrido en su cuerpo las consecuencias".


"El hecho de que alguien identifique el respeto a sus convicciones con el respeto a su persona y a sus demás posesiones me parece enormemente grave".


Se habla de los temas que aquí se han tratado: la diferencia entre la "calidad" de las ideas, el respeto a las ideas y a las personas, la identificación de las ideas con "la persona" que las tuvo o propuso, el debatir y opinar sobre las ideas de otros como acto "subversivo" o ataque personal...

Imprescindible: