24 September 2013

Adiós InOutTV


Hace unos años escribía esto sobre un grabador de TDT inteligente y el problema de ofrecer firmware inmaduro en productos caros:


InOutTV ha hecho una apuesta arriesgada: ofrecer un producto con un firmware totalmente inmaduro e ir puliéndolo a base de las quejas constantes de sus usuarios.
(...)
si bien estamos malacostumbrados a trabajar con software que funciona mal en nuestros ordenadores, la gente no perdona que el aparato con el que ve la televisión y graba sus series favoritas falle, se bloquee o se muera cuando le viene en gana.

A día de hoy, esto es lo que pone en su web:

"la compañía se encuentra en concurso de acreedores desde el pasado 18 de junio de 2012 (...) se informa a los usuarios que los equipos receptores comercializados por InOutTV y/o sus partners comerciales dejarán de recibir la guía de programación de SincroGuíaTV a partir del 1 de noviembre"
Es bastante probable que la calidad de su firmware haya tenido algo que ver con esta mala noticia. Una prueba más de que la implementación es tan importante o más que las sobrevaloradas ideas. La idea del producto era muy buena y está funcionando en otros países.

Saludos.

16 September 2013

Ana Botella, Inglés, y Richard Vaughan


Dos días después de escribir sobre el inglés de Ana Botella, me llega una opinión interesantísima de alguien mucho más informado que yo: Richard Vaughan.

Les pongo algunos extractos aquí, pero por favor léanse el artículo completo aquí.

Sobre el discurso de Ana Botella:

Volviendo al discurso de Botella, si lo comparamos con los otros discursos, ¿no ofreció una imagen patética?
"Si lo dices por la pronunciación, como angloparlante te diré que no. Los japoneses tampoco hablan bien... ni los chinos ni siquiera los alemanes. Esto tiene una explicación. Países como Japón, Alemania, Francia o España han tenido un mercado interno muy grande, suficiente para abastecer sus necesidades. No necesitaban hablar otro idioma para sobrevivir. Caso contrario fue el de países como Holanda, Dinamarca, Noruega o Suecia. Ellos dependían del exterior, por eso hablan fluidamente el inglés: porque lo necesitaban."
"A la alcaldesa se le entendió correctamente, porque su discurso estaba bien escrito y se notaba que lo había ensayado mucho. Está claro que no tiene buen nivel de inglés, y que lo habla con fuerte acento español, pero eso cualquier angloparlante lo ve normal. En este país pocos pueden tirar la primera piedra… Yo llevo muchos años en España y sigo teniendo acento americano. Sólo el público español se lo tomó con tanto cachondeo."

Sobre aprender inglés:
"En el caso español, existe una dificultad añadida: la “mala leche” de los compatriotas, que no dudarán en “recochinearse” del acento de quien intente hablar inglés en público."

Sobre nosotros:
"Te cuento mi experiencia: cuando llegué a España viví con varias familias y en casi todas sucedía lo mismo. Cuando la familia estaba reunida, en la comida o la cena, los padres despotricaban contra todo: contra el vecino, contra el compañero de trabajo, contra el jefe… lo hacían constantemente y delante de los niños. Claro, los pequeños absorbían esa forma de funcionar. Supongo que eso termina por forjar el código genético de un pueblo."
"Es algo extraño de los españoles... ¡parecen gozar criticándose a sí mismos! Y no se critican de cualquier forma, sino con recochineo, con saña, con mala leche... El español tiene un concepto de sí mismo mucho peor de lo que realmente es. No hay mejor negocio que comprar a un español por lo que dice que vale y venderlo por lo que realmente vale. "

A veces da gusto leer los artículos después de escribir sobre un tema, y no antes.

Saludos.

14 September 2013

Ana Botella y Madrid 2020: a preocupante cup of "mala leche"


Dicen que para superar un problema lo primero que hay que hacer es reconocerlo. Y no queremos. Estoy hablando del "conmigo o contra mí" que tan brillantemente escribía Pérez-Reverte y se sigue transmitiendo como si de un virus se tratara:

Y es que en España parece inconcebible que alguien no milite en algo y, en consecuencia, no odie cuanto quede fuera del territorio delimitado por ese algo. Reconocer un mérito al adversario es para nosotros impensable, como aceptar una crítica hacia algo propio. Porque se trata exactamente de eso: adversarios, bandos, sectas viscerales heredadas, asumidas sin análisis. Odios irreconciliables.
Viene esto al cuento de Ana Botella y su presentación para 2020 en inglés. Desde la lejanía y algo aislado como suelo estar del mundo, no he conseguido evitar enterarme aun sin querer. ¿Por qué? En la última semana he recibido un sinfín de mensajes de gente vomitando odio, parodias y ridiculizaciones de todo tipo (musicales, gráficas...), editoriales de periódicos sangrantes... En fin, que parece que lo más fácil movilizar a todo un país y que se ponga creativo y a trabajar es ser del PP y decir "a relaxing cup of café con leche" en público en un discurso en inglés. El odio hará el resto.

Vaya por delante que no simpatizo con Ana Botella, su política, ni mucho menos con sus méritos profesionales (básicamente ser la mujer de José María Aznar) pero, cansados como estarán del monotema, permítanme que les haga un análisis complementario del asunto que muchos entenderán que es "en su defensa". Precisamente aquellas personas que seguramente no hayan entendido el artículo.


Despolitizando el asunto

Ocurre algo preocupante en España, y es que se ha permitido la licencia popular de descalificar, insultar, desacreditar, desconfiar, o ni siquiera pararse a escuchar a algunos porque "son de derechas", mientras se perdona, maquilla, idealiza, confía en otros tantos porque "son de izquierdas", aunque hagan el mismo ridículo o más que los otros en su propio idioma.

Para analizar el asunto con algo de imparcialidad hay que dejar la política de lado. Por poco simpatizantes que seamos de ciertos partidos y personajes (yo el primero), no podemos utilizar tácticas ad hominem para descalificar automáticamente lo que dicen o hacen.

Vamos allá.


La intervención de Ana Botella en global

Cuando el vídeo me llegó a través de redes sociales, con comentarios y mofas de algunos extractos, sinceramente, no entendí la gravedad del asunto, así que me puse a ver el vídeo completo. Les recomiendo que lo hagan ustedes así también y luego lo comentamos.



Tras verlo unas cuantas veces y tener en cuenta ciertas cosas (que luego veremos), mi puntuación global de su intervención (inglés incluído) sería alrededor de un 8. Sí, un ocho. O.C.H.O.


Un 8, dice. ¿Este tío se ha vuelto loco? ¿Tú quién te crees que eres?

No me gusta hablar demasiado de mí, ni dar detalles de mi background, ni creo en los argumentos de autoridad, pero sí creo que cuando alguien afirma algo debe contar un poco qué sabe del tema para poner a los demás en contexto. Cuando se habla de sensaciones y opiniones, creo que no cuenta lo mismo la del que pasaba por ahí y no ha escuchado un discurso en su vida que, pongamos, un conferenciante, o un orador como Winston Churchill.

Yo no soy un gran orador ni un prodigio de los idiomas, pero ambos temas me gustan y por eso escribo acerca de esto. He hecho algunos cursos de hablar en público (cosa que recomiendo a todo el mundo), he leído mucho, muchísimo, acerca del tema, he sido profesor universitario "de pizarra" ante más de 100 alumnos, y hago presentaciones habitualmente en conferencias en inglés. Y, lo más importante: he escuchado (quizá más de lo que me gustaría) a muchííííííííííííísima gente hablar en público en inglés.

Respecto al idioma en sí, no tengo problema alguno en entender el idioma, y llevo leyendo y viendo películas y documentales sin subtitular (probablemente más que en castellano) desde hace muchos, muchos años. A la hora de expresarme, parece que también me entienden sin problemas. Por supuesto y por mucho que me he esforzado en reducirlo, sigo teniendo mi acento, y se me siguen escapando muchos de los fallos típicos de los hispanohablantes.


Me alegro por ti, chaval, pero el inglés de Ana Botella es pésimo

Tengo mis dudas acerca de que Ana Botella se defienda bien en inglés a nivel particular (entender, expresar ideas complejas, etcétera), es cierto. Pero eso no es lo que se está evaluando aquí. Se está evaluando la presentación de la candidatura.

Y siento desilusionarles: el inglés en el discurso de Ana Botella es bastante decente. Su inglés se entiende perfectamente, está bien vocalizado, el ritmo es aceptable, y su acento está dentro de lo habitual en hablantes españoles.

¿Cuándo vamos a entender que hablar bien otro idioma es ser capaz de comunicar en él? ¿Qué no importa conservar el acento o ciertos giros mientras se entienda? ¿Que, especialmente en Estados Unidos y sus zonas más pujantes está perfectamente aceptado que cada uno habla inglés de su padre y de su madre (hindúes, latinos, italianos, asiáticos...)?

Y, sobre todo, ¿que en este tipo de eventos internacionales se espera y está acostumbrado a que no se hable inglés como un nativo?

¿Por qué insistimos en fustigarnos tanto nosotros? Más sobre esto un poco más adelante.


¿Y qué hay del famoso "café con leche"? ¿Es que no sabe decir "coffee with milk"? ¡Menudo ridículo! 

Si ustedes no han entendido lo del "café con leche" siento decirles que no sólo no entienden de hacer discursos (esto es comprensible), sino que tampoco les gusta el café con leche lo suficiente para entenderlo. El café con leche (no digamos ya los churros) se echa de menos por ahí siempre que se viaja. No es fácil salir de viaje y dar con las sencillas fórmulas españoles: leche caliente y café en su justa proporción. Mucho cappuccino, espresso, macchiato, y guarrerías varias en sitios como Starbucks, pero de café con leche nada de nada. Y, además, en muchos casos les cobrarán una auténtica pasta, como si lo que usted consideraba casi un derecho (permítaseme la licencia) se hubiera convertido en un producto de lujo.

El asunto del "café con leche" estaba totalmente premeditado, como es obvio. Y si cree que no, siento decirle que es usted bastante ignorante. Introducir palabras del idioma nativo en otro idioma es una forma de llamar la atención, de intentar remarcar la originalidad o particularidad de la cosa en cuestión, o de identificarse con esa cosa a través del nombre (aunque en el fondo exactamente lo mismo se haga en muchas otras partes del mundo con exactamente la misma cosa, pero ahí queda el recurso estilístico).

Me resulta curioso ese ataque al café con leche en un discurso en inglés, cuando nosotros lo hacemos a diario en castellano: volvemos de Viena diciendo que hemos probado un "Schnitzel", que no es sino un filete empanado como el que hacemos en casa (pero seguramente más seco y al triple de precio), o que hemos ido a la playa y pedido un pantomaca (que no es más que pan con tomate - pa amb tomàquet).

Ana Botella (o quien le haya escrito el discurso) quería dar ese toque emotivo de situar al personal tomándose un "café con leche" en el precioso escenario la Plaza Mayor para intentar atraerlos hacia esa experiencia.

Si ustedes no entienden el giro, considérense afortunados: tienen la suerte de seguir disfrutando de su café con leche en su terracita a media mañana y dan por sentado que así ocurre en el resto del mundo.

Por desgracia, en muchísimos lugares (sobre todo de área no Mediterránea) esa experiencia no existe. A las 11:30 en muchos sitios la gente ya está comiendo y no se sirven cafés, aún no han terminado la consumición y ya les están trayendo la cuenta para echarles. O, simplemente, el único establecimiento decente y abierto es un Starbucks donde hordas de gente solitaria acude a conectarse a internet y disfrutar de esa experiencia que un amigo definió como "collective loneliness".

Lo que daría ahora mismo por tomarme un café con leche en la Plaza Mayor de Madrid.


Vale, pero es que parece que hable al público como si fuera retrasado

Es cierto: Ana Botella no estaba excesivamente cómoda. Pero poca gente lo hubiera estado: ese trabajo no es nada fácil. Era en directo y ante cámaras de televisión, pero también ante un gran auditorio.

Como cualquiera que haya estado en la tesitura, visto algún gran discurso de época, o simplemente leído un poco (este libro es especialmente bueno en explicarlo), ambos escenarios (televisión y auditorio) son bastante incompatibles.

Desde un auditorio se habla a un público lejano y generalmente poco atento: requiere de una mirada perdida, un discurso muy pausado y perfectamente vocalizado, un tono de voz alto y una exageración casi teatral en los gestos. En definitiva, captar la atención de todos los presentes en la sala.

Cuando se habla para televisión es todo lo contrario: tono y gestos moderados, ritmo más rápido, mirada más fija, y más naturalidad. Ante un público que generalmente está cómodamente en su casa y se está fijando única y absolutamente en ti.

En resumen: el discurso de Ana Botella si hizo para un gran auditorio y visto en la televisión se ve algo ridículo, pero esto es bien sabido y algo muy difícil de hacer bien. Desde mi punto de vista Ana Botella no estuvo brillante pero cumplió su papel con dignidad. No se atascó, el discurso fue bastante fluido y casi hasta simpático.

No encuentro el discurso final ganador, pero aquí hay otro de la representación japonesa. Comienza en 0:20:




Espero que tras ver esta presentación contextualicen mejor y reconsideren el discurso de Ana Botella, tanto en el apartado de inglés, como en el de presentación oral.


¿Por qué te molesta tanto? Ana Botella sólo es una política y todo esto es una broma

Me molesta por varias razones.

Razón 1: Cosificación de los políticos

La primera es lo de siempre: basta de "cosificar" de los políticos. Los políticos son personas, también con sus defectos y a quienes ustedes han votado y tienen la opción de cambiar. Pensar que los políticos "no son de los míos y por tanto van siempre contra mí" (como cuenta Pérez-Reverte) les hace ganar la batalla. ¿Quiéren un político culto, erudito y que hable idiomas? ¡Pues vótelo, que los hay!

Claro que igual viene uno y les dice: "ojo, que ese es un facha y además su madre una guarra" y esas son sus razones para dejan de votarlo.

Razón 2: La mayoría no andamos para andar discursos

La segunda razón: la mayoría de españoles critica a todo lo que se mueve, trivializa las dificultades y exagera los resultados, así, para abrir boca, aunque él no fuera capaz de hacer ese trabajo ni jarto de vino. Conociendo como conozco al personal y habiéndolo visto actuar, me han hecho especial gracia las terribles críticas desde el sector tecnológico/universitario/periodístico que se han hecho a esta tontería de Ana Botella que, francamente, no ha sido para tanto. Claro, como aquí todos sabemos tanto inglés...

A los pocos días de todas estas críticas a su inglés, leo una noticia en prensa (luego verán porque no pongo el link todavía) de que cuatro chavales han ganado un prestigioso premio de talentos de programación en Londres. Todos ellos universitarios y presentándolos como auténticos cerebritos y la creme de la creme. Imagino que redactaron una nota de prensa (repasada, imagino también, por su profesor y los periodistas) y éste fue el pantallazo de su aplicación que enviaron y que apareció junto a la noticia.



Dos frases, dos errores garrafales de primero de inglés. En una aplicación realizada por cuatro universitarios representativos de lo mejorcito y el talento más selecto. Y no oralmente en vivo y en directo ante un auditorio sino en un texto escrito.

¿Ven como los políticos no son tan diferentes a la población general, e incluso a las "élites"? Quizá si nos sintiéramos más identificados con los políticos trabajaríamos más en mejorarnos a nosotros mismos.

No les había pasado el enlace a la noticia porque ustedes no lo van a creer, pero tras varios comentarios dejados por gente en el periódico acerca de ese asunto, el pantallazo se editó unas horas después para corregirlos, como si aquí no hubiera pasado nada. Y así quedó en la noticia final:



También la noticia olvida comentar un pequeño detalle: el "prestigioso premio de talentos de programación internacional" era en realidad la Campus Party. Un evento 100% español famoso por juntar a miles de jóvenes para conocerse, compartir archivos, jugar al ordenador, etcétera. Este año se celebraba en Londres por primera vez. Tampoco pone un enlace final a la información de la web, otros finalistas, demo del producto, etcétera.

La prensa española, como siempre, una maravilla contando la realidad tal y como es y proporcionando la información que interesa de primera mano.


Razón 3: Campañas como éstas afectan al aprendizaje de inglés de los jóvenes

Las campañas de acoso y derribo y ridiculización total cuando alguien comete fallos en un idioma es precisamente la explicación de por qué seguimos hablando tan mal inglés.

A cierta edad, todo esto ya nos da igual, pero no durante la juventud. Como todo español ha podido comprobar, muy pocos chavales hablan espontáneamente en las clases de inglés por miedo a tener fallos, les da vergüenza utilizar el inglés con otros compañeros delante, y se está en general muy pendiente de que a uno no le ridiculicen o se rían de él por no hablar perfectamente. O, paradójicamente, por lo contrario: por hablarlo demasiado bien o tener muy buen acento. La clave para que no te ridiculicen consiste en ser mediocre.

Es curiosa la siguiente campaña (fuente de la fotografía y noticia: Ara.cat).



Porque las escuelas de idiomas y el aprendizaje reglado son buena parte de los culpables de que no sepamos idiomas. La mayoría de los profesores (si no todos) no son nativos. Hay demasiados profesores que no saben defenderse en el idioma en situaciones reales, y demasiados alumnos que salen con un C1 sin saber el idioma. Fíjense si no en lo comentado en el apartado anterior acerca de los universitarios y sus dos frases de la aplicación.

Es una maravilla ver cómo, en otros países, la gente se lanza a hablar sin apenas saber (que es como se aprende), intenta leerse libros en el idioma, considera mucho más importante el saber desenvolverse que los títulos y, en general, se busca la vida para aprenderlos por su cuenta si realmente están interesados.

Y, por supuesto, no ridiculizan sistemáticamente a quien comete errores, sino que le animan a seguir adelante. Especialmente porque, en muchos casos, esos errores no tienen absolutamente ninguna importancia.

Un saludo.

08 September 2013

Franquicias de Marco Aldany ¿Falta de transparencia, triquiñuelas, o directamente estafa?


En primer lugar quiero dejar claro que la mayoría de peluquerías Marco Aldany son negocios particulares que funcionan como franquicia, así que cada una es un mundo. Es justo decir que a partir de la experiencia concreta de un par de franquicias no se puede hablar de cómo actúan todas las demás. Pero como, al final, las franquicias son la cara visible de la marca, una mala experiencia hace que un cliente no vuelva acercarse a ningún otro Marco Aldany. Es inevitable. Quizá por eso Marco Aldany tiene un aprobado raspado en Ciao.es.

Aquí tienes la lista de precios oficiales para el corte de pelo:



¿Alguna vez has visto estos precios expuestos en los escaparates? ¿O eran otros más baratos y has acabado pagando prácticamente lo mismo que ahí aparece? ¿Te has sentido defraudado o estafado al salir?

Si te has sentido estafado al salir puede que hayas sido víctima de las típicas triquiñuelas que utilizan muchas franquicias. El secreto está en que estos son los precios máximos fijados por al marca, pero cada franquicia es libre de ofrecer sus propias ofertas para atraer clientes (que son las que todos vemos en los escaparates).

Ejemplo clásico, en sus diferentes variantes. Ofrecen un precio de 9,99€ o incluso inferior por corte de pelo anunciado en el escaparate es una OFERTA, donde:
  • En ningún sitio pone IVA incluído.
  • En ningún sitio pone que incluya el champú cuando te lavan el pelo.
  • En ningún sitio pone que incluía la gomina que tan amablemente te ofrecen al final.
  • En la letra pequeña que no habías visto dice que la oferta sólo es válida determinados días de la semana.
El resultado es que, al final, acabas pagando prácticamente los precios reales, que aunque ajustados, ya no son la ganga anunciada.

Nótese incluso usando como referencia la lista de precios expuesta en las tiendas, sólo están anunciados los precios de los servicios, pero no el de los productos y sigue quedando margen para la picaresca. En el corte de pelo para "ella" NO ESTÁN incluídos el champú y la gomina, con lo cual te acaban cobrando lo que quieren sin advertirte ni preguntarte primero. Otra pregunta curiosa, en ésta época donde se a llegado a extremos absurdos en el tema de la igualdad, en esta cadena existen diferentes precios y servicios para el corte de pelo según el sexo (ÉL vs. ELLA), en vez de por longitud del cabello o complejidad del corte. ¿A un chico de pelo largo le incluyen champú y gomina y a una chica de pelo corto no, o cómo funciona? Curioso.

Hasta aquí, casos que rayan la estafa pero no pueden demostrarse ilegales, salvo que uno insista en buscar dónde están regulados los precios de los productos, cantidades, etcétera.

Pero, ¿qué les parece este otro caso, denunciado de primera mano?

Servicios utilizados (LISTA DE PRECIOS 2013 - IVA incluído):

"C2 - Corte de pelo [ÉL] - Champú y gomina incluída" - 12,95€
"C8 - Corte de flequillo" - 3,00€

Precio cobrado, mientras se intenta distraer al cliente con buen humor y charla vacía: 17,95€ Por supuesto, no se da ticket.

Al salir de la tienda: cortocircuito. Algo no cuadra. Volvamos.

- Hola, tenemos una duda con el precio. ¿Podéis explicarnos por qué nos habéis cobrado 2 euros de más? Mira lo que pone en la lista de precios.


- No mira, majo, esos precios son en oferta, de lunes a miércoles.

- No. Ése no es el precio en oferta. El precio en oferta es 9,99€. Lo tenéis en el escaparate y regulado en la parte de abajo de la lista de precios. Y ya sé perfectamente que hoy no es válido, y por eso hay que pagar los 12,95€ del precio normal, más los 3,00€ del flequillo.




- Ah, sí, no... es por el champú y la gomina.

- No, perdona. El champú y la gomina están incluídos, igual que el IVA, según pone en el cartel, en el servicio C2 de corte de pelo para caballero. 12,95 + 3,00 son 15,95 y no 17,95. Sólo quiero saber si ha habido algún error o a qué se debe la diferencia.

- Ah sí... no... pero es que esos precios... esos precios no se pueden ver desde la calle (sic).


- Bueno, pues no pasa nada. Entonces simplemente es que no son correctos y estáis cobrando algo diferente a lo anunciado. ¿Podrías darme por favor la hoja de reclamaciones? Entiéndeme, que el servicio ha sido buenísimo y nos habéis tratado muy bien, no es nada personal. Simplemente es que esto es irregular, y quiero que conste para que se corrija.


A partir de aquí, prefiero no recordar el mal trago, pero todo fue mal trato y negativas, con la típica actitud chulesca de empresaurio (empresauria en este caso): "no sé qué es una hoja de reclamaciones", luego un "no te la voy a dar", luego un "no sé rellenarla", llamada a la jefa suprema e intento de devolver el dinero y aquí no ha pasado nada, negativa a firmar la hoja de reclamaciones ante la insistencia de ponerla, hasta el extremo de tener que llamar a la policía para que cumplieran con su obligación.

¿Qué está pasando en algunas franquicias Marco Aldany? ¿Por qué ese mal trato a los clientes? ¿Por qué ese cobrar arbitrario? ¿A dónde va el dinero? ¿Quién se lo queda? ¿Por qué lo que eran sonrisas y buen trato se vuelven impedimentos y mal trato a la hora de poner una reclamación justa y clarísima?

Lo peor de todo es que ni siquiera llegaron a entender mi reclamación. No se sabían los precios de la lista de memoria y sus alegaciones a la reclamación fueron "el cliente no está de acuerdo con el precio del servicio".

Sólo ellos saben lo que están haciendo, pero desde luego no pinta nada bien. Y seguro que luego se les llena la boca con Bárcenas y los políticos, y cómo estafan a los demás.

Un apunte más y que todos los consumidores deben conocer. Aunque varía según la comunidad autónoma, en general:
  • Los establecimientos están obligados a exponer un cartel visible que ponga "existen hojas de reclamaciones a disposición del consumidor".
  • Los establecimientos están obligados a proporcionarte, rellenar correctamente toda su parte, firmarte y darte las copias adecuadas (normalmente una para ti y otra para llevar a consumo), estén o no de acuerdo.
En caso de duda o si el establecimiento se pone chulo o cabezón, llama a la policía local (092) para que acuda a ayudar a rellenar las hojas, como cuando ocurre un accidente de tráfico. Van a darte la razón, te ayudarán a rellenarla y no hay por qué avergonzarse. Es su trabajo y están acostumbrados a este tipo de disputas.

Cuidado con los dueños del establecimiento: una táctica habitual es hacerse los ofendidos y convertirlo todo en un ataque personal. No dejes que la manipulación psicológica de los comerciantes, sus gritos o su mal trato, sirva de excusa para marcharte estafado y sin reclamar. Es lo que quieren. Tú insiste hasta que las cosas se hagan como se tienen que hacer. El comerciante debería ayudarte y si pone pegas a una reclamación es porque tiene algo que ocultar. Y, sobre todo, nunca te pongas a su nivel. Con calma y una sonrisa siempre.

Se nos llena la boca con la transparencia, pero en muchas ocasiones ni los comerciantes la cumplen, ni nosotros la exigimos.

Saludos.