15 November 2010

Vivir en Alemania. (I) Aspectos materiales.


Cuestiones laborales me han llevado a vivir por un tiempo en el Sur de Alemania y no quería dejar de compartir algunas impresiones. Creo que, estando como estamos en España, merece la pena echar un vistazo y reflexionar sobre ciertos tópicos.



El Clima: ¿Es Alemania fría y tenebrosa?


Un aspecto que, por lo visto, afecta a mucha gente y es un factor decisivo, especialmente para las chicas. Como en casi todos los demás aspectos, no se puede generalizar y uno puede llevarse gratas sorpresas: el clima depende muchísimo de la región. Mientras me informaban de un tiempo fatal últimamente en España, especialmente en el Norte, yo ayer marchaba de excursión a pleno sol en manga corta y veía a la gente, en pleno noviembre, llenando las terrazas. Y esa ha sido la tónica durante la mayor parte de las últimas semanas. Por no hablar del estupendo clima que se disfruta por aquí en verano.

De momento y, salvo una o dos semanas excepcionales, el clima ha sido suave y soleado, con muy poco frío y poca lluvia. Ya quisiera para sí este clima todo el Cantábrico...

¿Anécdota? La ciudad por la noche sí que es tenebrosa. Concienciados como están con la ecología, las bombillas de las farolas son de bajo consumo y están en su cantidad justa para lograr la iluminación mínima para no chocarse con los obstáculos. Basta decir que no hay una sola bicicleta que no lleve luces delante y detrás y que he visto a gente salir a correr con frontal... La catedral apenas está iluminada.

Me ha resultado curioso, puesto que en las ciudades españoles estamos muy acostumbrados a grandes avenidas de farolas deslumbrantes y a la que iluminación de monumentos, catedrales y estatuas de todo tipo... ¿tendrá que ver con nuestros carácter "fardón" o es sólo una cuestión ecológica?


Vivienda


Los alquileres son notablemente más baratos que en España. Un apartamento de 50 metros, completamente equipado, en un barrio considerado muy bueno cuesta alrededor del 65% del precio de un apartamento medianamente o nada equipado en un barrio normal de una ciudad española cara (Barcelona, Madrid, San Sebastián...). O, para el caso, lo mismo que un apartamento en un barrio bastante malo de una ciudad de precio medio, por ejemplo, Zaragoza.

Y no sólo es la cuestión del precio. Al alquilar, aquí estás haciendo un trato donde las dos partes, valga la redundancia, ponen de su parte. Tú pagas, y por tanto, recibes un servicio, y el casero está dispuesto a dártelo de la mejor manera que pueda. Es normal recibir un equipamiento en muy buen estado, incluido colchones, sofás, plancha, equipo de cocina, aspiradora, etc... que hacen que la casa de verdad parezca un hogar. En España, por desgracia, los pisos de alquiler suelen ser el cuarto trastero donde el casero almacena todo lo que va renovando. Lo que en España se considera normal, aquí les daría vergüenza ajena.

La sensación que se te queda es que el casero es una persona honesta que no vive de tu alquiler. Que no quiere abusar de tu situación, ni especular, sino sólo que estés lo más cómodo posible mientras habitas su casa y le proporcionas un ingreso extra.

En cuanto a precios, qué decir. He visto anuncios de casas de 90 metros cuadrados por 98.000€, así como casas de madera preciosas de 60 metros para vacaciones en plena Selva Negra por 85.000€. Por un millón de euros (lo que cuestan algunos pisos en algunas ciudades españolas) aquí prácticamente te puedes comprar, sin exagerar, un abadía y sus terrenos.

Y aun así, la gente de esta zona insiste en que la zona es muy cara en comparación con, por ejemplo, Berlín. Echando un vistazo por Internet, en Berlín se pueden encontrar apartamentos pequeños en el centro, pero apartamentos al fin y al cabo, a partir de 30.000€. Cuántos quisieran comprar un garaje en la capital española por ese precio.


Alimentación: ¿tan mal se come en Alemania?

Mi respuesta es sencilla: depende. En mi caso, yo como igual o mejor que en España.

Me explico: la comida de comedores universitarios, pubs, restaurantes y garitos en general deja bastante que desear. Se abusa de las salsas, salchichas, preparados y demás, y la dieta mediterránea es difícil de encontrar. Pescados y marisco fresco, ni verlos. Nada nuevo. Por supuesto, tomarte un plato de pasta hasta los topes en un pub por 3,90 euros, barra libre de crepes por 4 euros o pagar los 2,70 euros que valen algunos comedores universitarios es muy tentador... Pero, ¿quién te obliga a comer ahí? 

Para mí hay un aspecto que acaba dándole la vuelta al tópico de que en Alemania se come mal. Resulta que la comida, en muchas ciudades, es mucho más barata que en España, incluidos, por supuesto, los ingredientes.

Esto hace que por 5€ te puedas comprar dos buenos entrecots de ternera, 1 Kg de lomo de cerdo de primera, ó 4-5 Kg de frutas y hortalizas. Muchas frutas están al mismo precio o más baratas que en los hipermercados españoles. Incluso cuando son de procedencia española: el sábado compré mandarinas de Valencia a 0,90€ el Kg. Y, para colmo, eran de muy buen calidad: dulces y sabrosas. No como muchas de las compradas en España, que están huecas, rancias o llenas de pepitas, y acaban en la basura. Hablando de pepitas, la uva también está relativamente barata y en Alemania "sin pepitas" significa exactamente eso: sin un sólo resto de pepita. Algo que jamás había visto en España en uvas "sin pepitas" vendidas a precios astronómicos. Y en cuanto a cantidad de ingredientes, faltan unos cuantos, pero tampoco tantos: en cualquier hipermercado hay calabacines, berenjenas, judías verdes, cebollas, puerros, manzanas, peras, plátanos, naranjas, aceite de girasol y de oliva... insisto ¡en muchas ocasiones más barato! No hablemos ya de leche, quesos, yogures, chocolates... en esos productos, la diferencia de precio es abismal. Por haber, hay hasta una especie de jamón serrano local, pero ahumado, que está bastante bueno.

¿Anécdota? En España, abrir una bandeja de carne más de dos o tres días después de haberla comprado implica, generalmente, tirarla a la basura (independientemente de la fecha de caducidad que ponga). Aquí me ha pasado un par de veces que se me ha ido el santo al cielo y alguna bandeja llevaba varios días caducada. Al abrirla y examinarla, temeroso y preparado para tirarla, no he podido sino comprobar que estaba completamente fresca y aún hubiera aguantado unos cuantos días más.

¿Otra anécdota? En algunos sobres preparados que indican el tiempo de preparación (lo típico de: listo en 15 minutos), realmente quieren decir el tiempo de preparación. Es decir, incluyen el tiempo que cuesta, por ejemplo, hervir el agua.

Cuando voy a comprar suelo volver del supermercado con una mochila de 25 litros cargada hasta arriba y una bolsa a tope en cada mano. Todavía no he logrado gastar 50€ en una compra. En España, teniendo mucho cuidado, no he logrado salir de un hipermercado sin gastarme esa cantidad.

¿En resumen? Ingredientes a bajo precio y de muy buena calidad. La sensación que te da cuando compras es que estás comprando, no jugándotela. Para mí esto no es sino una prueba más de la honestidad alemana, que está presente en todas partes.

Hay que ser realistas y es cierto que carecen de muchos productos frescos que nosotros tenemos y se echan de menos. Pero la cuestión es, ¿cómo de a menudo los comemos? Me alegro por el que pueda comer merluza fresca de anzuelo y bonito del norte tres días a la semana, pero no es mi caso. La diferencia, por tanto, no es tan grave como algunos quieren pintarla.


Transporte: ¿Tan caro es?

El transporte, en principio, parece caro. Un billete sencillo cuesta 2,10€ y coger un tren así, de un día para otro, es muy caro. Sin embargo, contando con un salario alemán, el transporte está al mismo nivel o más barato que en España, con lo cual estamos en las mismas.

Pero es que la cosa tiene su gracia: incluso en términos absolutos, en determinadas circunstancias el transporte puede salir realmente barato. Ejemplos:

  • Un abono mensual regional cuesta 47€ y sirve para todos los transportes de la región (tranvías, buses, metros, trenes...) y además te permite llevar a un persona gratis contigo los domingos.
  • Si eres estudiante... ese mismo abono pero SEMESTRAL, cuesta... ¡60€! Es decir, siendo estudiante, por 10€ al mes tienes asegurado todo el transporte que puedas necesitar.
  • En Suiza y Alemania existen tarjetas de descuento de trenes donde, por un precio razonable, te aplican un 50% de descuento sobre la tarifa normal.
  • Un abono de 24 horas, válido para 5 personas y para todos los transportes, cuesta 9€.
  • Existen billetes de tren de fin de semana donde, por unos 30 euros, puedes coger todos los trenes regionales que desees para viajar por toda Alemania.
  • Si los billetes de tren se cogen con algo de tiempo, un trayecto de punta punta de Alemania (600 Km), ida y vuelta, en el equivalente a nuestros antiguos Talgos (trenes muy cómodos y ultrasilenciosos que viajan a unos 120 Km/h) puede costarte unos 60€.
En cuanto a los coches, la gasolina está a 1,44€/l. Cuando me marché de España rozaba los 1,20€. ¿Es cara? Sí, es más cara que en España. Pero de nuevo, tomando el salario alemán como referencia, la gasolina a ellos les sale más barata.

Lo mismo ocurre con los coches. Comprar un coche aquí es más barato que en España gracias a nuestros queridos impuestos (puesto que el precio de base de fábrica es el mismo para casi todos los países europeos, máxime cuando las fábricas de Opel y Volkswagen está precisamente en Zaragoza y Pamplona...). En el periódico se ven anuncios de Vokswagen Golf, modelo básico, por 14.000€

¿Anécdota? A pesar del bajo precio de los coches y de los altos salarios, he visto una proporción altísima de una de las marcas más baratos del mercado, que en España, siendo como somos, consideramos directamente una basura para pobres: Dacia.


La bicicleta

Lo gracioso es que, a pesar de todo esto, a muchos alemanes, especialmente a los universitarios (lo cual incluye no sólo a estudiantes, sino a profesores, catedráticos y personal de administración y servicios), los medios de transporte les siguen pareciendo una mezcla de lento, caro y poco ecológico. Así que suelen optar por la bicicleta, llueva o nieve.

Las bicicletas lo invaden todo. La ciudad está llena de madres remolcando el carrito de sus bebés, mientras los otros hermanos, que no pasarán de los 5 ó 6 años, pedalean a su lado como si fueran patos en un estanque. Todos ellos por el carril bici o, en su defecto, por la calzada, mientras los coches los respetan con exquisitez. Es una auténtica gozada también ver a gente con más de 60 ó 70 años pedaleando por todas partes.

¿Aparcar la bicicleta? Basta dejarla donde más convenga y ponerle un pequeño candadito de sirga (de esos que en España se cortan con unas tenazas). Y además, basta con atar la rueda al cuadro. ¿Para qué engancharlo a una farola o una valla si nadie te la va a robar? Eso sí, los escaparates ya advierten que está feo tapar los productos con la bicicleta.


Reciclaje: o cómo hacer bien las cosas


Aquí recicla todo el mundo, en todas partes. La fórmula es sencilla: cada vez que te llevas un envase de cristal o plástico que parece retornable, es que lo es, y te cobran unos céntimos en concepto de depósito para que no lo tires. De esa forma todo el mundo retorna sus envases para recuperar el depósito. Y, además, no tienes por qué hacerlo en la misma tienda donde lo compraste, porque todas tienen la obligación de recoger tus envases y pagarte del depósito.

Para los envases no retornables la cosa es sencilla. Cada casa o grupo de casas tiene varios contenedores individuales que los vecinos tienen que sacar a la calle determinados días a la semana: plásticos, papel, compostaje (residuos orgánicos de la cocina) y "otros" (cerámica, cenizas, etc...). Una persona educada tira cada cosa en su sitio porque además todos los vecinos se darían cuenta en caso contrario. El cristal no retornable hay que tirarlo en contenedores en las calles, como en España. Y es que tampoco queda otra: si no puedes devolverlo a la tienda y en casa tampoco puedes tirarlo porque los vecinos te van a mirar mal en cuanto vean el contenedor... ¿qué vas a hacer? Pues llevarlo al contenedor.

Resultado: sólo con seguir la corriente acabas convertido en un reciclador nato. Sencillamente, no te queda otra.



Conclusiones

Cuando la gente dice que centroeuropa es muy cara, yo me río. Todo depende mucho del lugar pero, en general, es muy similar o en ocasiones más barato que en España. Incluso en Suiza, un país realmente caro, puede conseguirse un apartamento pequeño en el centro de Zürich por 700 euros o uno mediano en Lausanne por 800. Ahora acércate a Barcelona, Madrid o San Sebastián y pregunta.

Y si a eso le sumamos el factor salarios, (a los jóvenes en Alemania normalmente nos duplican y en Suiza nos triplican) el resultado neto es que España es un país de especuladores y estafadores.

En estos países no se juega con las necesidades básicas, que se respetan de manera cuasi-sagrada y se consideran un derecho, pero de los de verdad, no de los de papel mojado. No está bien visto hacer negocio o abusar con estos temas. El mercado de alguna manera se autoregula, puesto que la gente es muy sensible a los precios y, a pesar de contar con un muy buen nivel económico, no cede al abuso.

Cuando la gente dice que en España se vive muy bien, no sé si lo dice de verdad, sólo repite un tópico o es algo que fue cierto pero ya no lo es. Todos los compañeros que alguna vez fueron a Alemania (erasmus, prácticas, trabajo) ya no han regresado a España.

Incluso alguno que se echó la novia por aquellos parajes hizo algún intento de vivir en pareja en nuestro maravilloso país y a los pocos meses de no encontrar trabajo ella y vivir en un lugar inmundo, decidieron volver a Alemania. Hoy tienen una casa comprada y dos preciosos niños. Me pregunto cuál sería hoy su situación si siguieran en nuestro país.

Mi breve visita no sólo ha confirmado lo que ya me temía, sino que el shock ha sido todavía mayor de lo esperado. Desde luego, a nivel material, Alemania (o al menos la parte que yo he conocido) es simplemente envidiable.


En próximas entregas iré dando mi punto de vista sobre otros aspectos no tan materiales...

4 comments:

Anonymous said...

Estoy alucinando con tu post, o sea que los apartamentos son baratísimos? que los alquileres son inmejorables? pues entonces has tenido muchísima suerte, porque yo aún no he visto ningún piso de alquiler amueblado, es más te tienes que buscar tú la vida para amueblarlo. Además la cocina está vacía , así como el resto de la casa.
Lo de la comida también me ha dejado anonadada. Con 50 euros llenas una mochila y dos bolsas? La verdad, no sé qué debes comprar o enséname tus trucos porque eso es totalmente imposible, ni aún en el Aldi.
Ya ni hablemos de lo que escribes de : “En estos países no se juega con las necesidades básicas, que se respetan de manera cuasi-sagrada y se consideran un derecho, pero de los de verdad, no de los de papel mojado”.
Alemania no es de color de rosa, tampoco es gris pero verdaderamente tal y como la pintas en tu post no es rosa.
Considero que no has visto la realidad alemana, que no es tan buena como en la mayoría de los países.
Con esto no estoy diciendo que España sea ni mejor ni peor.

Betawriter said...

Hola. Muchas gracias por tu comentario.

Como ya aviso, mi punto de vista es sólo de lo que he visto (obviamente) y según mi experiencia.

Respecto a la comida visita por ejemplo Kaufland y verás cuánto dan de sí 50 euros en productos básicos. Cerdo a 3,99€, una lechuga 0,49€, etc, etc... En los comedores tampoco hay mucho que opinar. Allí costaba 2,70€ el comedor universitario. Aquí 6,20€.

Nada es de color de rosa y Alemania es muy grande. En ese post sólo quería dejar claro que el tópico de que España es barata y se vive muy bien con poco dinero, mientras que Alemania es un lugar caro es completa y absolutamente falso.

El tema de la vivienda en Alemania (y Suiza) es serio y digno. Aquí no. En Alemania nadie te entregará una casa "amueblada" con el sofá de la abuela y una cama de 25 años donde se salen los muelles. En España es la regla.

Todos los datos que aporto son reales, aunque las ciudades cambian mucho por supuesto. No es lo mismo Münich que Stuttgart que Freiburg ni que Berlín.

Pero el dato fundamental es el que comento al final. Una sola persona trabajando, con menos de 30 años, ha podido sacar adelante en Berlín a una familia de 4 personas y comprarse un piso grande y bien situado.

Eso aquí es completamente imposible.

Gallego Rey said...

Yo en estos casos cuando alguien rebate el argumento le suelo pedir que me de referencias de dónde ha estado exactamente, cuanto tiempo etc. Lo digo porque "anónima" habla como si tuviese conocimiento de causa pero no aporta ni un dato para saber en qué parte de Alemania ha estado. Yo en Alemania he estado de paso y pocos días, pero de Suiza (lausanne) puedo hablar largo y tendido ya que he residido allí y tengo a media familia que aún reside en ese país. Es cierto que la vivienda es más barata que en España, no así los productos de alimentación, pero sin entrar a comparar salarios tampoco es que sean muchísimo más caros que en España, y si comparamos salarios entonces sí, son infinitamente más baratos. En temas de trasporte con pagar un abono anual es suficiente y te permite usar todo tipo de trasporte público por todo el país, aunque no sabría decir lo que cuesta ahora mismo y para meter la pata prefiero no decir nada. En todo caso barato, muy barato. Y así con todo para no extenderme. Que tienen otra cultura y visión de la sociedad.

Betawriter said...

Cierto que todo depende de la ciudad; las hay muy caras y muy baratas, pero en general creo que el esfuerzo económico para salir adelante (barajando salario, coste de la vivienda, etcétera) es menor allí.

La comida y el transporte es más caro, pero el sueldo también es más generoso y la vivienda más barata.

Y aun así, todo depende de dónde y cómo compres. He aquí la web de Kaufland, donde se puede comprobar que no es más caro que en España, sino al revés.

Saludos.