De un extremo al otro

Siempre me ha gustado quien es rebelde y se cuestiona las cosas. Pero es muy fácil caer en el otro extremo. Josep Pamies es un agricultor catalán que comenzó su andadura promoviendo algunas plantas que cultivaba y demostrando que eran saludables. Habla muy bien y cae simpático. Parece un buen tipo.

Sin embargo, he seguido su blog de manera constante y, poco a poco, ha ido cayendo en el otro extremo, hasta el punto de llegar a odiar la medicina y la ciencia por decreto, así como de introducir temas transversales. En algunas de sus ponencias, no él pero si algún compañero suyo, se escuchó una gran apología de lo catalán y unas barbaridades denunciables (por ejemplo, que el catalán está poco menos que prohibido en este país fascista opresor), comparando nuestro país actual con la pasada dictadura. Eso lo hizo ante un público, obviamente, extranjero e inculto en estos temas.

A lo que iba. Me temo que su buena voluntad y afán por divulgar lo ha ido juntando con una serie de personas que no parecen tan amables y desprendidas como él. De manera que ha ido cayendo en lo inevitable: el lado de la superstición, la pseudociencia y las teorías conspiranoicas. Vean si no cuál es el espíritu de la reunión: "Una feria para la desobediencia alimentaria". O mejor, ni siquiera se molesten. Porque algunas de las "terapias" y "teorías" que allí se presentan, algunas de ellas negando la teoría de la evolución, están recogidas en la Asociación para la Prevención de la Manipulación Sectaria. Y los ponentes verdaderamente dan miedo.

Por otra parte, la otra gran decepción que he sufrido con Josep ha sido mayor: su gran hipótesis conspiranoica acerca de la Stevia Rebaudiana (la planta que él comercializa, aunque todo hay que decirlo, sin afán aparente de lucro). Una planta que, según él, cura casi todos los males, pero que el mundo se empeña en prohibir y ocultar porque quiere que muramos de diabetes y condenarnos a una medicación eterna, que enriquecerá a la industria farmacéutica. Cosa que esa planta puede evitar.

Puede que haya algo de razón en el fondo pero, ¿podría explicarme cómo encaja esa gran conspiración con el hecho de que la planta y su extracto se pueden comprar en cualquier supermercado de Estados Unidos?

Sinceramente creo que Josep se ha pasado de la raya, por no mencionar las barbaridades que se han podido leer en su blog acerca de cosas como el cáncer y el SIDA.

Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, Josep. Una pena, la verdad.