03 March 2017

El bus de HazteOir y la batalla que viene


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Analicemos la situación con un poco de calma acerca del polémico autobús.


Los hechos

Hay un autobús naranja circulando por España en el que pone: "Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo". Acompañan un enlace para pedir por correo o bajarse el siguiente libro: "Las leyes del adoctrinamiento sexual".


Las respuestas

La respuesta de la prensa ha sido unánime. Todas las noticias hablan de bus del terror, bus del odio, bus transfóbico, bus homófobo, la asociación ultracatólica que hay detrás, etc. Busquen ustedes las noticias, aunque imagino que las habrán visto ya.

La Sexta y Wyoming han lanzado una contracampaña con su propio autobús. Más de 100.000 españoles han firmado en la página de Change.org para pedir la retirada del bus. Se han involucrado grupos políticos y hasta la fiscalía.

El País, en un intento de aprentar neutralidad, ha publicado una encuesta titulada "Queremos saber tu opinión. ¿Qué piensas de la campaña tránsfoba lanzada por la asociación Hazte Oír? ¿Debe ser prohibida?" A pesar de lo manipulada que está la pregunta, en estos momentos más del 75% de los votantes piensan que no debe ser prohibida y es libertad de expresión. Pero eso tampoco es noticia.


¿De dónde viene todo esto?

He intentando buscar alguna noticia que arrojara un poco de luz a toda esta locura, y contara las cosas históricamente o diera una perspectiva más amplia, pero no la he encontrado. Se me escapaba cómo una frase "Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen" ha podido desencadenar todo este revuelo.

De repente recordé por dónde pueden venir los tiros. Hace tiempo, unos amigos del País Vasco me mandaron unas fotos que vieron en unas marquesinas de autobús:


Estas marquesinas se instalaron también en Navarra. Fue una campaña lanzada por la organización de familias de menores transexuales Chrysallis, financiada por un empresario neoyorkino con antepasados navarros. Más información en este enlace.

No puedo afirmarlo porque no conozco los datos, pero parece que el famoso bus naranja ha sido una respuesta a esta campaña.


¿Qué pone en el libro maldito?

Todas las personas que conozco a las que les he preguntado si se han leído, o al menos hojeado el libro, me han dicho que no, pero ya tienen una opinión formada al respecto.

Les invito a que le echen un vistazo por ustedes mismos: "Las leyes del adoctrinamiento sexual", pero si no quieren, aquí va la esencia del libro:

"Lo cierto es que los derechos de las personas LGTBI, como los de cualquier otro ciudadano, ya se encuentran garantizados por la Constitución española, son reconocidos en Europa y en la ONU. La legislación general nos hace iguales ante la ley y protege a las personas de la discriminación. No son necesarias nuevas leyes de inferior categoría para asegurar derechos que ya existen. 
Lejos de ampliar la protección, lo que hacen estas leyes es vulnerar algunos de los derechos fundamentales de los ciudadanos, además de establecer nuevos derechos a la carta para determinados colectivos, rompiendo así el principio de igualdad jurídica de las personas. Por otra parte, con estas legislaciones, los gobiernos de las Comunidades Autónomas se adhieren a la corriente ideológica defendida por los lobbies del feminismo radical y LGBTI, cuya tesis rechaza el sexo biológico como patrón diferenciador y sostiene que el binomio natural hombre-mujer es sólo una convención social y cultural que debe ser sustituida por la libre elección de género. 
Este nuevo dogma, que cuando menos carece de base científica y ni siquiera goza de un mayoritario respaldo social, convierte a los gobiernos autonómicos en promotores de un modelo de pensamiento que sólo comparte un sector de la ciudadanía. La exigible neutralidad institucional, tan invocada en otros campos (por ejemplo en la defensa de la laicidad del Estado) se convierte aquí en papel mojado. 
(...) 
Estas leyes afectan a todos los ámbitos de la vida social pública y privada. En este sentido, representan una intromisión ideológica del Estado en el ámbito de la conciencia individual, fomentando un modelo de pensamiento “correcto” en un campo sobre el que existen diferencias ostensibles de valoración y criterio en la sociedad."

El libro explica y expone con claridad muchas cosas que desconocemos: cómo está la legislación actual, qué cambios se pretenden hacer en temas educativos, etc... y expresan su desacuerdo, argumentando el por qué.


¿Por qué tanto escándalo?

HazteOir ha tocado la fibra a determinados sectores con gran poder político y mediático, desenmascarando muchas cosas que el gran público desconocía. Yo mismo creía que HazteOir exageraba pero basta una pequeña búsqueda en Google.

Por ejemplo, ¿sabían que el Ayuntamiento de Barcelona tiene una "Concejalía de Feminismos y LGTBI"? Y que una de las principales misiones de la concejalía es que "Las políticas municipales tienen que incorporen tanto la visión feminista como la del movimiento de personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales"?

Aquí tienen un extracto del currículum de la concejal: "Postgrado en Violencia urbana con perspectiva de género por CEURI (Argentina). En la actualidad, estudia un máster en Estudios de Género, Mujeres y Ciudadanía en la UB."


Bastan unas cuantas búsquedas en Google más para descubrir que determinada HazteOir y determinados grupos tienen una rivalidad histórica, incluídas denuncias.


¿Qué hay de malo en ello? ¿Qué hay en juego?

Nótese que ambas partes tienen su propias ideas acerca de la identidad de género.

Aunque nótese también que HazteOir en este caso no está pidiendo que se introduzcan sus ideas, sino que no se legisle/introduzca en la educación asuntos relativos a la de identidad de género, especialmente en la educación de los más pequeños porque "representa una intromisión ideológica del Estado en el ámbito de la conciencia individual, fomentando un modelo de pensamiento “correcto” en un campo sobre el que existen diferencias ostensibles de valoración y criterio en la sociedad".



¿Qué hay de cierto acerca de eso? ¿Qué dice la ciencia?


¿Qué es un hombre? ¿Qué es una mujer? ¿Depende de nuestros genitales? ¿De cómo vistamos? ¿De lo que ponga en nuestro DNI? ¿De lo que nos apetezca a nosotros? ¿A qué edad se considera una persona madura como para decidir?

Como casi todo, al final este tema se trata de una cuestión ideológico-semántica, en donde cada uno quiere imponer su propia definición del lenguaje. La ciencia no puede dar respuestas a asuntos ideológicos y semánticos.

Lo que sí sabemos es que las teorías defendidas por algunos como clarísimas e indiscutibles: que el sexo con el que se nace y la identidad sexual tienen poco que ver y somos lo que somos por cómo nos han educado, son extremadamente controvertidas, y no son en absoluto generalizables.

Poco se está publicitando el caso del Doctor Money que intentó demostrar esas teorías educando a dos gemelos chicos, uno como chico y otro como chica (tras una operación fallida de fimosis donde se le destruyó el pene) con resultados desastrosos (los dos gemelos se acabaron suicidando).

Hasta la BBC hizo un documental al respecto, que les invito a ver, y que aparte de dar una visión sobre este tema, también ilustra tristemente mucha de nuestra realidad del mundo "científico", que como científico que soy, no puedo más que atestiguar.


Brenda (David) tuvo un clarísimo comportamiento e identidad masculinas durante su infancia, a pesar de que todo el mundo le hacía creer lo contrario y la habían educado como a una chica. Acabó demostrando lo contrario de lo que prentendía: sus teorías acerca de que el sexo biológico tiene poca o ninguna influencia en la identidad de género y es mayormente una "construcción cultural" fueron desacreditadas.
Por otra parte, como ya se han manifestado algunas personas e independientemente de esos resultados, ¿por qué está obsesión repentina por introducir determinados temas afectivo-sexuales en el currículum educativo de niños tan pequeños? ¿por qué consideramos que niños que no han alcanzado la madurez sexual son maduros para decidir ciertos temas extremadamente controvertidos, cuando se les considera inmaduros en casi todos los demás aspectos?

¿Hacia dónde vamos?

En Washington se está hablando de afectividad, sexualidad, ideología de género a niños de 5 años.

Canadá está a la cabeza en este tema y uno ya puede cambiarse de sexo, incluso en documentos oficiales, con sólo pedir una nota al médico, cosa que ya no hará falta en un par de años. Además, se quiere introducir en la legislación (si no se ha hecho ya) el "derecho a que te traten" usando uno de los 63 pronombres distintos que tú elijas (inventados, y que recogen todas las combinaciones posibles de identidad sexual). El profesor Jordan Peterson ha saltado como caso famoso por negarse y jugarse su puesto en la Universidad.

Jordan Peterson, psicólogo clínico que ha dedicado toda su vida a estudiar cómo surgen y se propagan las ideologías totalitarias, nos advierte de que la modificación del lenguaje, la corrección política, y la redefinición de verdad es el primer paso hacia ellas.


Conclusiones

Las conclusiones que he sacado con todo este episodio poco tienen que ver con temas de identidad sexual, sino que van por otros derroteros.

La prensa manipula sistemáticamente. La prensa mainstream ya no se limita a informar sino a crear opinión. Los periodistas no se cortan un pelo en añadir adjetivos y opiniones de su propia cosecha, como si fueran columnistas, en lo que se supone que son noticias. Los datos y las historias relevantes para que cada uno pueda formarse su propia opinión, más o menos informada y razonada, se ocultan. Para estar medianamente informado hay que recurrir cada vez más a medios pequeños o alternativos, que normalmente (en ésta época, antes era al revés) son considerados de extrema derecha / ultracatólicos / ultraconservadores / cualquier otro adjetivo perverso. 

Las asociaciones y grupos políticos que abanderan la tolerancia acaban siendo los más intolerantes. Cualquiera que no esté de acuerdo con ellos, incluso en temas extremadamente controvertidos son insultados, apaleados, y destruídos mediáticamente. Y se pide que se prohíban o se les castigue. Tienen una ideología mucho más radical que aquellos males contra los que dicen luchar, y arrasarán con todo para imponerla. La libertad de expresión es sólo para ellos. 

La magnitud, importancia y alcance de los problemas están distorsionados, lo cual impide resolverlos. Cuánto más se grita, mejor. Los datos no importan. Los medios van decidiendo temas de moda periódicamente y creando opinión, para luego abandonarlos, sin informarnos acerca de su evolución: si las medidas han funcionado o no, ni ponerlos en su lugar. Lo que los medios no cuentan no existe. ¿Sabían que hay 100 veces más suicidios que muertes por violencia doméstica en España? ¿Sabían que hay casi de 17.000 muertes el año clasificadas como "trastornos mentales y del comportamiento"? Y que estas cifras crecen.

Lo que nos importa es mostrar una buena imagen de nosotros mismos (en inglés: virtue signalling). La gente no tiene ni idea de lo que pasa. Y no le importa. No dedicarán 10 minutos a informarse, leerse un libro contra el que han firmado en contra, o un artículo completo que de una perspectiva amplia. Lo importante es dedicar esos 10 minutos a publicitar en todos sus canales (Facebook, Twitter, LinkedIn...) que están tremendamente indignados por lo que los medios van marcando cada momento (y en cada lugar). ¿Hemos sustituido ir a misa por las redes sociales? 

Se utiliza a los más vulnerables para ganar poder/rédito político/económico. ¿Existe discriminación? ¿Cómo pretendemos solucionarla? ¿No sirven las medidas actuales de acoso escolar? ¿Dónde están fallando? ¿Hay que crear una concejalía por cada discriminación? El peligro de jugar a las identity politics es que es el que todos conocemos (y que HazteOir está denunciando). Que sirva para realmente discriminar a los que no son "minorías" (que se asume que son privilegiados) y como coladero para colocar amigos y devolver favores. Se corre el peligro de que una concejalía de "feminismos y LGTBI", decida que hay que empezar a "dar visiones feministas", como ya ha reconocido. Que se obligue a todos los profesores, jueces, colegios, administración pública, etc... a recibir determinados cursos obligatorios/seminarios/charlas... ¿Quiénes dan estos cursos? "Expertos en el tema", con por ejemplo, gente con un "máster en Estudios de Género, Mujeres y Ciudadanía", que por supuesto será alguien cercano ideológica y políticamente, cuando no directamente un familiar, amigo, o compañero de curso. Y así se justifica el entramado de negocio y poder que todos conocemos en otros temas, mientras el problema es en realidad un aspecto secundario, que bien podría haberse solucionado por los canales que ya existen (por ejemplo, acudiendo al psicólogo u orientado del centro, programas anti-bullying escolar, o pidiendo al profesor que trate cada caso particular).

Quien ve la diferencia o el odio grupal constantemente debería mirarse a sí mismo. Por supuesto que hay gente estúpida, racista, machista, feminista, y de todo tipo. Pero no son la mayoría, ni mucho menos, ni van haciendo la vida imposible a los demás, ni están esperando en cada esquina. Y ahí están las instituciones y la justicia para los casos extremos. No paguemos justos por pecadores ni distorsionemos la realidad. Por otra parte, tenemos que acostumbrarnos a que no todo el mundo piensa y opina igual que nosotros y que casi siempre hay algo que aprender. Eso no es odio. Considerar eso como delito, el camino hacia el que vamos, es efectivamente el camino hacia un regimen totalitario, da igual de qué color.

Amigos míos, ateos sin comulgar, me han comentado, que gracias a este revuelo han descubierto que ellos también son ultracatólicos. Y casi cada día, una gran mayoría de gente descubree que son de extrema derecha, cuando no homófobos o islamófobos. Cuidado con esa estrategia porque podemos conseguir el efecto contrario al esperado.

Muchos dicen que ésa es precisamente la razón de que Trump ganara las elecciones: demasiada gente corriente y moliente cansada de ser insultada y etiquetada sistemáticamente como terrible.

Eso sí que es odio.

Saludos.

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1 comment:

Gallego Rey said...

Fabuloso artículo.