17 August 2020

Markel Irizar en Broto: llanto vasco en el "melting pot" del Pirineo aragonés


 Hoy leo un Tweet convertido en noticia que un famoso deportista ciclista vasco denuncia destrozos en su "furgo" aparcada en Broto (Huesca) en pleno Pirineo aragonés por "haberle escuchado hablar euskera".



Resulta que éste es un tema que conozco a la perfección de primera mano. Porque he pasado muchos veranos en el Pirineo aragonés, porque sé cómo se comportan los locales y la mayoría de turistas, porque he vivido años en pleno corazón del País Vasco. Así que sin saber más detalles, aquí va un texto libre inspirado en esa "noticia".

Desde que tengo memoria, y ya van cuatro décadas, los turistas catalanes y vascos han ido, poco a poco, adentrándose por el este y el oeste hacia el Pirineo aragonés. Jaca es prácticamente un asentamiento vasco  y Benasque uno catalán. De hecho, si hablas con alguno un poco nacionalista (cosa nada difícil de encontrar) prácticamente los consideran parte de sus "países". Todos sabemos que el Pirineo aragónes y en concreto el Aneto es la última conquista de los Països Catalans, cual Lebensraum de los nazis

Broto (donde está tomada esa foto), con su Parque Nacional de Ordesa, más o menos en el centro del Pirineo aragonés es una especie de Oeste americano. A esos turistas catalanes (los más) y vascos (los menos) se suman los turistas clásicos del sur (mayormente de Zaragoza capital y algún madrileño aventurero) y extranjeros del norte (en sus tiempos principalmente franceses y holandeses). Ahora voy menos por allí, así que seguramente esta lista haya aumentado, ya que hasta algún autobús de japoneses me pareció ver en mis últimas visitas.

A la diversidad de lugares se añade la de status. Allí es tan fácil encontrarse a un pijo con chalet de lujo y un coche de 8 cilindros con piscina y pista de tenis privada como a un perroflauta furgonetero, niños que van a campamentos, estudiantes que van de camping y a las fiestas, deportistas de élite o incluso famosos haciendo televisión.

Todo esto es lo que tienen que "soportar" los locales en sitio donde la vida todavía es muy dura la mayor parte del año. Las infraestructuras son mejorables, apenas hay grandes negocios (no hay pistas de esquí, industrias extractivas o manufactureras, etc), muchos niños del valle tienen que  hacer kilómetros cada día para ir al colegio y al instituto, y por supuesto no hay universidad ni nada que se le parezca. La forma de ganarse la vida de la mayoría de la población es con el turismo. Es un trabajo muy duro que no da para generar gran riqueza.

La convivencia es difícil. Los locales dependen de unos turistas muy diferentes a ellos. Estos turistas han sido tradicionalmente más ricos que la gente del valle, generando cierta envidia. Es duro ver cómo un turista catalán que pasa dos semanas al año en tu pueblo tiene un chalet enorme con piscina, mientras tú compartes habitación y pasas frío en la casa de tu abuela en invierno. O te toca madrugar y subir las vacas al monte, o trabajar de 8 de la mañana hasta la madrugada en el bar de tu padre, mientras gente de tu edad se queja del calor que hace en tu terraza al comparar sus modelos de iPhone, mientras tú les sirves la cerveza.

Otras veces estos turistas no se comportan como debieran. No ya sólo se saltan las normas respecto a dónde y cómo acampar o aparcar, creyéndose que han llegado al "pueblo sin ley", sino que en el trato algunos muestran un cierto aire de superioridad y socarronería. A veces incluso todo eso se mezcla con un claro afán expansionista. Recuerdo de pequeño como mis amigos turistas catalanes nos enseñaban canciones como:

Visca Espanya
penjada d'una canya
si la canya cau,
Espanya adéu si au!

Canya caiguda,
Espanya vençuda,
alcem les mans
i visca els catalans!

Recuerdo como TV3 emitía en Broto y veíamos las mejores películas y los mejores dibujos en catalán (Bola de Drac, Musculator...) que la televisión española no podía/quería comprar. El fútbol, el Barcelona, eran constantes. Los turistas vascos eran muchos menos, pero no por ello menos nacionalistas. Muchos iban con sus furgonetas y apenas se relacionaban con nadie salvo para pillar suministros. Demasiadas cosas en gente de tan corta edad giraban entorno a la política, el idioma, las sensibilidades y otras pamplinas que los locales y turistas aragoneses jóvenes no entendíamos en absoluto.

Resultado: venían unos catalanes con sus Audis, su TV3 emitiendo por las ondas, sus cánticos del Barcelona y nos enseñaban el himo de España con la letra "viva España colgada de una caña". Venían unos vascos con sus furgonetas que apenas hacían por hablar con los locales ni en las tiendas pernoctaban y aparcaban donde les daba la gana bloqueando caminos privados si hacía falta.

No era tampoco raro tampoco verlos vocear en su lengua al andar por la calle dejando bien claro de dónde venían, para luego escucharlos hablar castellano entre ellos en privado cuando no eran observados. Yo mismo presencié como, en plena Ordesa, ya bien arriba, al acercarme a otro turista/deportista vasco que llevaba la misma camiseta de la Behobia que yo e intentar ser amable y empático, apenas me respondió y de manera nada agradable.

Ambos, catalanes y vascos, en general no querían venir a Aragón (que décadas después entendí identificaban con "España", cosa que el aragónes medio ni se plantea). Querían ver TV3 y ETB. Querían que hubiera sidra y Vichy Catalán en el bar. En definitiva, querían venir a Cataluña y el País Vasco respectivamente, pero sin sus normas y precios.

Al final, por unas o por otras, siempre encontraban una excusa para ser ellos quienes se sentían ofendidos y maltratados por su "diferencia".

Querían ser bienvenidos, tratados de manera excepcional. Querían que la gente se interesase por sus lenguas, su cultura "diferente"... Y resulta que en el Valle de Broto, como en tantas partes rurales del mundo, los locales son bastante hoscos con la gente "de fuera". Y por gente de fuera se entiende cualquiera que no sea del valle o no conozcan. Incluso un aragonés de otro sitio que lleva décadas yendo es tan "de fuera" como un vasco o catalán, aunque comparta el idioma.

Es comprensible que la gente que trabaja de 8 de la mañana hasta la madrugada, de lunes a domingo, no acabe de encontrar tiempo o gustillo a las sutilezas sobre los idiomas o las "culturas", sobre todo porque aunque vascos y catalanes no lo crean, apenas hay ninguna.

Mientras ellos se sentían ofendidos y maltratados porque la gente no se interesaba por el euskera o los miraban un poco raro, salían las noticias en el telediario sobre la muerte de 5 niñas en atentado contra la casa cuartel de Zaragoza o el asesinato de Giménez Abad delante de su hijo. O el asesinato de dos Guardias Civiles a muy pocos kilómetros del propio Broto. Todo esto, quizá injustamente pero de manera natural y comprensible, tampoco ayudaba a incrementar la simpatía hacia los turistas vascos, y menos hacia aquellos que se comportaban y esperaban ser tratados como si hubieran salido a tomar unos Pintxos por "lo viejo" en San Sebastián.

Volviendo al tema inicial, es muy aventurado (y esperado) sacar conclusiones precipitadas. Sin saber del tema y por la foto, la causa más probable es o bien una gamberrada o una "pequeña venganza" por haber aparcado donde no debe. Como se ve en la foto, no está en el casco urbano, ni es un parking señalizado. Hay árboles a ambos lados, se trata de un camino y es más que posible que haya cortado el acceso a algún lugar, como un prado o una borda o, por ejemplo, al matadero municipal. En caminos privados no puede llamarse a una grúa ni a la Guardia Civil para retirar un coche cuando impide el acceso. Son sólo hipótesis, pero más plausibles que una agresión por hablar euskera. ¿Cómo se oye a uno hablar euskera desde el coche, por cierto? ¿O es que llevaba la oveja Latxa pegada?

¿Podría ser más específico y poner la geolocalización exacta? ¿Cuánto tiempo permaneció ese coche aparcado ahí? Entonces podríamos sacar algunas conclusiones. ¿Por qué asumen que ha sido la gente local y no cualquier gamberro u otro turista?

No amigos vascos, catalanes, y nacionalistas del mundo en general. No sois el centro del mundo. No todos estamos pendientes de vosotros ni de que idioma habláis para perseguiros y castigaros detrás de vosotros odiándoos por vuestra lengua. No amigos turistas en general, el Pirineo aragonés no es "el monte", ni el salvaje oeste. Es un ecosistema frágil y cuidado como pocos en el mundo, con normas que hay que conocer y respetar, o al menos aplicar el sentido común. Allí también vive gente que trabaja duro, mayormente para vosotros. Allí también hay propiedad privada. ¿Aparcaríais vuestro coche en mitad de un camino que no conocéis en el monte Igueldo o en el acceso a un caserío y os marcharíais todo el día o incluso varios días "al monte"? ¿Dormiríais en vuestra furgoneta a pie del Txindoki?

Hablando de hospitalidad, la última vez que un amigo mío vino a verme a San Sebastián y salimos a tomar algo, al volver a su coche, se encontró una mierda de perro pegada a cada manilla de la puerta cuidadosamente colocadas.

A pesar de llevar matrícula de Zaragoza, asumimos que quizá habíamos aparcado donde no debíamos, no le dimos mayor importancia y nos echamos unas risas. Ya se sabe que gilipollas hay en todas partes.

Saludos.

1 comment:

Gallego Rey said...

Hacía falta leerte de nuevo.