06 December 2010

Sobre los controladores...


Todo el mundo trata de desinformar. El Gobierno y los controladores. Todos mienten y manipulan y dosifican la información a su antojo.

Me ha sorprendido la cantidad de gente de cierto sector (que yo consideraba inteligente) que ha salido en su defensa, acusando al Gobierno de remover los instintos más bajos de la población para que se ceben con los controladores. Vaya, yo creía que eran los controladores mismos quienes se lo habían buscado con sus actuaciones, así como con su secretismo acerca de sus salarios, sus horas extras, y sus sistema de contratación de nuevos controladores, y un sindicato al que están afiliados el 97% de los trabajadores...

He llegado a leer, de gente que creía inteligente, que los controladores son "el último reducto de la clase media protegiendo sus derechos". Una clase media que gana más de 10 veces más de lo que el resto de los mortales entendemos como "clase media", que duplica o triplica en salario al gerente de una gran empresa pública, por ejemplo. Pongo ese ejemplo precisamente porque también dudo de su legitimidad.

Todavía nadie ha sabido explicarme con claridad a qué se debe el salario mínimo de 6 cifras de un controlador aéreo. He visto las pruebas de acceso para controlador y desde luego no hace falta ser un lumbreras, ni siquiera tener una carrera superior o hablar inglés nativo para presentarse y pasarlas. Una vez terminadas y entrados en la formación, todos terminan. Y, una vez dentro, ¿cuántos cambian de trabajo? Eso quizá pueda dar algunas pistas.

He visto vídeos divulgativos del trabajo rutinario de un controlador aéreo. Y si algo me parece increíble es la gran cantidad de tecnología, imaginación y esfuerzo invertido por otros seres humanos, en forma de radares, comunicaciones, software, protocolos... que, a mi juicio, convierten el trabajo de controlador en algo necesario, importante y cansado, pero desde luego en absoluto en la necesidad de tener unas capacidades sobrehumanas para ejercer, que es lo que se quiere vender una y otra vez.

Creo que los controladores aéreos no son tan buenos ni sacrificados como los pintan, sino parte de una élite a la que ahora se quiere meter mano. Igual que se ha metido, por cierto, a todos los trabajadores públicos a los que, a pesar de ganar entre 10 y 20 veces menos que ellos, hace meses que se les recortó el salario. También a gente que trabaja y enlaza turnos, sacrificando su vida personal (policías, médicos, enfermeros, bomberos....); a gente que sufre estrés, pero del bueno (¿algún voluntario para trabajar de Guardia Civil en Intxaurrondo?); también a gente que se encarga de vidas humanas. Y, por supuesto, a gente con excelente capacidad, inteligencia, idiomas y capacidad de sacrificio que jamás ganará la cuarta parte de lo que gana el más inútil de los controladores.

Si alguien espera comprensión por parte de los demás, sencillamente es idiota. El problema es de raíz: los salarios de los controladores no cuadran. Jamás debió permitirse tal exceso, rodeado de tal secretismo. Ahora se ha aireado (por supuesto, a propósito) y la gente salta. Pero salta, sobre todo, porque ellos (nosotros) han sido los perjudicados por sus acciones directas. Que una élite privilegiada espere comprensión de un pueblo pobre, fastidiado, hastiado, tras fastidiarles lo poco que tienen: sus vacaciones, sus reencuentros familiares y sus sueños, utilizando trucos sucios e infantiles (bajas masivas, por cierto, me pregunto firmadas por quién) dice bastante de su forma de ser. Especialmente, si gran parte de ese pueblo estaría dispuesto a casi todo por conseguir un puesto de trabajo como el suyo por la mitad de su salario.

Todos lo han hecho mal. El Gobierno, desde luego. Pero los controladores más. Mucho más. Nada es ya creíble por parte de ese colectivo. Y menos cuando poco menos que se amenaza con que vidas humanas pueden correr riesgo si se les tocan los salarios. A eso se le llama chantaje. Y a decir que están hartos de trabajar y sacrificar su vida personal para que nosotros "nos vayamos de vacaciones", como ha declarado una controladora idiota e histérica en un post famoso que no enlazaré aquí, es ya el colmo. Da una pista del nivel intelectual y de la resistencia al estrés que tienen algunos de los miembros de ese gremio. No entraré a analizar algunos titulares de prensa que dicen textualmente: "Afirman que hay compañeros que se están planteando el suicidio".  Queda claro: mejor suicidarse que dejar ese trabajo.

De entre toda la basura que he leído, de unos y otros, si tuviera algo que destacar sería precisamente esta columna de opinión de un controlador aéreo. Un controlador que sí dice cuánto gana. Y cómo se ha llegado a esos desorbitados salarios.

Mis sueldos de los últimos años han estado ligeramente por encima de la media dada a conocer por el ministro Blanco (aquellos más de 330.000 euros brutos anuales). Además mi nómina era de las relativamente bajas en la torre de control de Barajas, ya que estando más o menos en la media de antigüedad y carrera profesional yo solo hacía la ampliación laboral básica (el primer nivel de los tres que había de horas extra). Y Barajas es una torre de categoría inferior a los centros de control, que es donde hay más personal destinado.
Estos abultados salarios se han conseguido mediante la elevación de la demanda de controladores y la restricción de su oferta, fenómenos que no han sido ajenos a la presión sindical y a su capacidad de hacer daño al dejar de prestar un servicio esencial difícilmente sustituible (la unión hace la fuerza, especialmente en un monopolio público como éste). Los propios controladores decidían de forma casi unilateral cuántos eran necesarios durante cada turno en cada dependencia (las configuraciones de referencia, con cantidades a mi juicio infladas y exageradas porque prácticamente siempre solía sobrar personal, a menudo se abrían sectores no estrictamente necesarios y las horas efectivamente trabajadas estaban lejos del límite reglamentario). Dada la limitación de horas a trabajar por convenio (1.200 anuales) se programaban grandes cantidades de horas extra. 
Algunos controladores se han presentado ante la opinión pública como responsables trabajadores que sacrificaban su tiempo libre, su familia y su salud (el famoso presunto estrés laboral) para hacer las horas extra y salvar la navegación aérea, al turismo y al país: la verdad es que se aprovechaba cualquier oportunidad para generar esos servicios adicionales y se hacía cola para hacerlos y cobrarlos suculentamente. Simultáneamente el sindicato reclamaba con gran cinismo ante la opinión pública más controladores, justo lo contrario de lo que realmente quería (cualquier economista puede explicar cómo a los gremios les interesa restringir la competencia para elevar sus ingresos y mejorar sus condiciones).
Por cierto, lo más interesante y lo que más me ha gustado es que el artículo no es de ahora, con los ánimos caldeados la polémica, sino de hace unos meses. Cuando, casualmente, hubo otra huelga en época de vacaciones masivas.

Parece que el hombre lo veía venir.

Saludos.

No comments: