04 March 2011

OTA en San Sebastián


Recientemente el Ayuntamiento de San Sebastián ha decidido ampliar su zona de estacionamiento de pago ("zona azul", conocida en San Sebastián como OTA) a uno de sus barrios periféricos. Un barrio de bastante poca concentración de población, donde se encuentra la Universidad y en el que no hay problema alguno de aparcamiento.

Esta iniciativa, que va a pasar a servir al final para recaudar dinero, además ha recibido fondos europeos para su implantación como movimiento por una ciudad "más sostenible". Y éste es el argumento principal: la sostenibilidad. Sin embargo, ¿sostenibilidad para todos? No, porque toda la plana mayor de la Universidad dispone de un garaje privado subterráneo. ¿Resultado? Algunos profesores podrán seguir viniendo cada día en vehículo privado incluso desde Navarra (como hacen muchos) sin penalización alguna, mientras que otros, así como estudiantes, becarios, personal de limpieza, etc... tendrán que pagar, vengan de donde vengan.

El Ayuntamiento también se escuda en que se hace para proteger a los residentes y todo el que quiera puede solicitar una plaza. Pero, ¿quién es residente? El requisito básico es "tener fijada la vivienda de hecho y de modo permanente en alguna de las calles incluidas en los sectores de regulación del aparcamiento". Y yo pregunto... ¿quién vive en la universidad? Además, jamás ha habido problemas de aparcamiento. Todas las noches la zona está desierta porque hay muy poca concentración de población y muchas casas de la zona disponen de garajes privados.

¿Cuál es el objetivo final de estas medidas? ¿Convertir las calles donde no hubo ni habrá problema para aparcar en garajes externos para los residentes a precio de saldo? ¿No es eso, acaso, una privatización del espacio público?

La gente va a acabar haciendo lo de siempre: recurrir al sector privado para alquilarse un garaje. A un residente le cuesta 50 euros al año aparcar en la zona regulada y puede sacar, muy fácilmente 100 euros al mes por alquilar su garaje a un no residente. La gente ya está comenzando a especular y una pequeña plaza, en una zona completamente a las afueras del centro y donde nunca hubo problema alguno de aparcamiento, ya ronda los siete millones de pesetas y ya se anuncia como "futura zona de OTA".

La medida, aunque discutible, puede tener cierto sentido en barrios saturados para favorecer al residente. ¿Pero cómo se justifica en barrios periféricos donde no hay problemas de aparcamiento?

¿La ecología? Y un cuerno. Porque todo aquel que tenga plaza privada o sea residente podrá seguir utilizando el coche sin ser penalizado. También quien tenga suficiente dinero para pagar diariamente las tarifas.

Yo pregunto ¿qué va a hacer la gente que, por la razón que sea, tiene que venir en coche a San Sebastián aunque luego no lo utilice diariamente? ¿Dónde lo va a aparcar? ¿Cuáles son las alternativas para ellos? ¿Dónde están esos famosos "aparcamientos disuasorios a las afueras"? Por ejemplo, ¿Qué va a pasar con los chavales que estudian en una residencia al lado de la universidad y vienen en coche cada domingo porque son de un pueblo de Burgos que no tiene autobús decente? ¿Y con los estudiantes que viven en esos barrios y cambian de casa a menudo o están alquilados de manera irregular y no pueden demostrar la residencia? ¿Y con los que sí pueden demostrar la residencia pero aparecen como segundos conductores en el seguro del coche?

Éste es un ejemplo más que obvio de sobre quién acaban cayendo las medidas de la "sostenibilidad" tan cacareada. Otra excusa más para implantar medidas recaudatorias y desiguales en un gobierno municipal que se dice llamar socialista. Y no olvidemos que la medida se va a implantar alrededor de un centro a cuyos trabajadores, absolutamente a todos, se les ha rebajado el sueldo este último año.

Y esto lo suscribe uno que va a trabajar andando. Pero ya está bien de que nos tomen el pelo. Encima, "por nuestro bien".

1 comment:

Anonymous said...

Mas les valdría invertir en un transporte publico frecuente cómodo y eficiente.

Todo sea por la pasta.