03 October 2016

Sobre responsabilidad y trabajo


Interesante noticia sobre una empresa privada que se dedica a desocupar pisos usando boxeadores. Lo que más me ha impactado: una empresa privada mediante métodos legales ha solucionado en 45 minutos lo que la policía no ha hecho en 65 actuaciones, y con la policía delante.

En la plaza mayor del sitio donde vivo hay una esquina donde se sienta gente con problemas: alcohólicos, problemas mentales, etcétera. Están, como digo, en medio de la plaza central, con gente, comercios, terrazas, turistas. Normalmente no causan muchos altercados a parte de molestar al paseante, pero el otro día lo hicieron: empezaron a pelearse, rompieron algún macetero, etcétera. El comercio donde trabaja un conocido está al lado. Lo filmaron y llamaron a la policía. La policía más cercana está a 500 metros.

Dos policías aparecieron dos horas después (cuando ya se había solucionado por su cuenta el tema, aunque alguno aun quedaba por allí) en el comercio para avisarles de que lo sentían pero ésa no era su responsabilidad. (?)

Hace unos días aparcamos las bicis para tomar algo en alguna terraza. Volvíamos de un tour largo, así que yo no llevaba el candado gordo, sólo el fino. Estuve vigilando las bicicletas todo el rato, sin problema. Poco después, fuimos a dar una vuelta, 20 minutos, y a la vuelta la bici más nueva y cara de las dos ya no estaba: el candado estaba cortado. Las bicicletas estaban aparcadas en una rotonda de una zona universitaria, a 10 metros de terrazas llenas de gente. Cuando fuimos a la policía (me ahorro la larga historia de encontrar la oficina vacía) casi se rieron, y no nos dieron ni una copia de la denuncia, sino un post-it con el correo electrónico del policía. Al pedir una copia días después por teléfono, dijeron que no hace falta, salvo que la quieras reclamar al seguro. Lo mismo pasó con mi coche al que rompieron un retrovisor tiempo atrás. Vamos, que para demostrar que hay una denuncia tendrías que llamar por teléfono o escribirle un mail al colega.
El año pasado fuimos a regar las plantas de unos amigos en vacaciones, que viven en una zona céntrica y no particularmente mala de la ciudad. Cuando llegamos vimos que habían forzado la cerradura. Habían robado su casa y varias más del edificio. La policía tardó casi una hora en llegar y su actuación se limitó a decir que el dueño tendría que ir a la comisaría a declarar. El cerrajero de guardia llegó en 10 minutos y cambió la cerradura en otros 10.

Esto no es una parrafada contra la policía, sino contra los trabajos y su responsabilidad asociada en general.

En mi universidad hay un investigador invitado que lleva un año con nosotros y todavía no tiene cuenta de usuario ni ordenador. Hemos tenido que pedirlo cerca de una decena de veces, y llamar a más altas instancias para ser que empezara a mover el tema. El trabajo de un proyecto está bloqueado desde hace semanas por la falta de asistencia del encargado de IT. A nadie le importa.
El encargado de IT ignora los correos si son nuestros y hay que subir a rogarle. Ha conseguido una parcela de poder en la que hay que irse de cervezas con él y ser su colega para que mueva un dedo. Y todo el mundo se dobla. Es de sobra conocido que por sobrecarga no es, porque está todo el día de cháchara de un sitio para otro. Ahora mismo acabo de verlo poner en Facebook las fotos de su salida en bici el domingo con los colegas, y comentar y responder a comentarios con verdadero énfasis, cuando ignora los emails de su trabajo. No estamos hablando de un becario de 18 años. Estamos hablando de un señor que roza los 50, con hijos, con un sueldo más que generoso y una estabilidad que ya quisieran muchos.
Somos investigadores/desarrolladores de IT. En base a "cuestiones de seguridad" no se nos permite ni instalar ¡una máquina virtual! Cada tres años se renuevan los ordenadores; ordenadores que utilizamos y encendemos... para imprimir en la red local. Para poder hacer algo, todos nos hemos resignado a tener que traer nuestros ordenadores personales para trabajar porque sólo nos dejan usar Windows y no nos dan ni cuenta de administrador.

Yo le he dicho a mi jefe a la cara que me da vergüenza pertenecer a ese grupo y a esa universidad, que tiene a una persona un año sin máquina y sin cuenta de usuario, cuando se derrocha presupuesto y tiempo en cualquier estupidez. Y que lo voy a comentar en la siguiente reunión general, pero no me ha dejado. ¿La razón? Que no es lugar para comentar esos asuntos (si no es ese, ya me dirá cuál). ¿La razón real? lo haría quedar mal a él.

La gente me tilda de buscar complicaciones o de exagerar. Pero no es cierto. Yo no me caliento, sólo soy directo y hablo de los problemas que hace falta resolver y que son de cajón. Y los llevo a la instancia que haga falta, o los aireo en público si hace falta.

Mi compañera me estaba convenciendo de lo equivocado que estoy yo, y de que es mucho mejor tener mano izquierda, de que no es para tanto, etcétera. Cosas del Karma, supongo, justo en ese momento, su ordenador personal que, como todos, tiene que traer y llevar cada día a casa en la mochila y que usa 8 horas al día en el trabajo le mostró un mensaje que decía algo así: "tu batería está muerta, por favor contacta con el servicio técnico de Apple para su reparación".

Intenté sentir compasión por ella y lo que le va a costar la broma, pero no pude.

La gente se ha acomodado tanto que ya no quiere luchar ni el más mínimo conflicto por defender lo obvio: que la gente haga el trabajo para el que se le contrató.

Quizá porque ellos tampoco lo hacen. Me he preguntado multitud de veces, por ejemplo, cuál es la labor de un profesor universitario. En teoría: estar formado permanentemente, dar clase, investigar y tutorizar. Sin embargo, una buena mayoría consideran todo un "extra". Ofrecer apuntes o soporte por e-mail no va incluido: que me paguen complementos docentes o nada. Aprender un idioma: o bien me ofrecen una excedencia pagada o me ponen un curso gratis y me quitan horas de clase. ¿Libros/revistas de investigación? O me las paga la biblioteca o un proyecto o nada. ¿Investigación? O me ponen un despacho de becarios y me financian un equipo, así como material y viajes a conferencias o no muevo un dedo.

Todo el mundo se resigna y ya nadie es responsable de nada. Todo es vagancia y cualquier cosa menos trabajar. Y el que se queja o dice algo es un exagerado y un liante. En el fondo, casi todo el mundo opina lo mismo y anda fastidiado, pero nadie no sólo hace sino ya ni dice nada.  Eso sí, el dinerito (especialmente el público) a final de mes que no se retrase ni un día, por favor, que entonces llamamos a los sindicatos y a Amnistía Internacional si hace falta.

En definitiva: si no luchamos ya no por mejorar sino por mantener lo que debería ser: policías que sean policías, personal de soporte que dé soporte, profesores que den clase e investiguen y tutoricen, tenemos lo que merecemos.

Porque esto no ocurre sin cómplices. ¿O quizá es que aspiramos a convertirnos en uno de ellos en el futuro?

Saludos.

2 comments:

Pachi said...

Y yo que pensaba que la función policial estaba mal por tierras españolas...un día de estos tenemos que hablar largo y tendido del tema. ��

Betawriter said...

En todas partes cuecen habas, aunque fuera se tenga una imagen equivocada...