El escaparate
21 April 2009
13 April 2009
Los altos cargos (3)
Hace tiempo comentábamos en el post "El nuevo Principio de Peter" cosas como éstas, hablando de los altos cargos:
Lejos quedan los románticos tiempos en que el capitán era el último en abandonar el barco o el teniente el que velaba por la salud de todos sus soldados, asumiendo la responsabilidad y siendo consecuente con su puesto. Gente que había ascendido por puro mérito, curtida en batallas -reales y no imaginarias como las actuales-, resabida y moldeada por su propia experiencia. Gente que de verdad conocía y quería a su tropa, ganándose su respeto, no imponiéndolo. Eran diablos por ser viejos y no por diablos. Es curioso como muchos altos cargos actuales son precisamente lo contrario. Diablos por ser diablos. Y de viejos, nada. Personas que desconocen su entorno y viven en un mundo de creación propia, justificando lo injustificable, hasta el punto de llegar a creérselo ellos mismos.
¿Sabéis que hay muchísimos cargos de gran responsabilidad que sólo requieren una dedicación a tiempo (muy) parcial sin ni siquiera vivir en el mismo país del puesto de trabajo?. ¿Sabéis que hay gente que compagina no sólo uno sino varios altos cargos junto a su profesión habitual?. Gerencias, cátedras, direcciones, asesorías... cualquier cosa que suene a grandilocuente y cuyo cometido sea inentendible incluso para personas de cierto nivel. De hecho casi siempre suelen ser los mismos los que andan ostentando este tipo de cargos, independientemente del sector.
- ¿Cómo es posible que alguien que no vive en el país, no conoce su cultura y ni siquiera comprende el idioma de sus trabajadores esté al cargo de su futuro?
- ¿Cómo es posible que los empleados no hayan visto en persona a quien dirige su institución o negocio?
- ¿Por qué los altos cargos siempre están en reuniones o de viaje cuando son requeridos por su personal?
- ¿Por qué jamás tienen que rendir cuentas a nadie y dedican tan poco tiempo a los suyos?
Hoy leo en una noticia de un periódico local lo que todos sabíamos -un mero ejemplo entre tantos-, pero ahora por escrito:
El Gobierno aragonés se ha convertido en algo parecido a una agencia de colocación. Así lo demuestra el hecho de que más de la mitad de los 60 asesores que suman los distintos departamentos de la DGA sean concejales o antiguos cargos públicos a los que se les ha garantizado un sueldo público con su nombramiento. Hasta una cuarta parte de ellos son auténticos profesionales del asesoramiento, ya que han sido capaces de aportar su sapiencia a una u otra consejería e incluso en distintas instituciones en las últimas legislaturas sin que el cambio de materia haya sido un problema. Y muchos de ellos sin necesitar estudios superiores.
No tienen que rendir cuentas a nadie, salvo ante el consejero que les designó, y muchos ni siquiera aparecen por las cinco sedes por las que se distribuyen las consejerías. Solo hay que telefonear y preguntar por una buena parte de ellos para cerciorarse de esta realidad. Tampoco es extraño porque algunos tienen que ejercer a la vez como alcaldes en pueblos que llegan a estar a 181 kilómetros de distancia de la capital.Estupendo. Ahora ya podemos hasta leerlo en los periódicos. Entraremos a la página, dejaremos el típico comentario "no hay derecho, qué sinvergüenzas" y todo seguirá igual.
¿Todavía alguien cree que saber inglés es imprescindible cuando nuestros presidentes de gobierno no lo hablan, tener estudios superiores nos hará llegar más lejos cuando nuestros políticos no los tienen, que es necesario ser un buen ciudadano cuando un ministro sale a cazar sin permiso de caza y los más ricos son los que mas impuestos evaden, que hay que comprar coches moderados y ecológicos cuando el consumo de tu coche sirve para medir tu grado de poder, etc...?.
Parece que eso de "predicar con el ejemplo" no funciona mucho por aquí. Luego nos quejaremos de que tenemos "fuga de cerebros". ¿Alguien necesita una explicacion?. Si eres inteligente, hablas idiomas, estás capacitado, eres un ciudadano honrado y todavía crees en algo, ¿qué futuro te espera aquí?.
08 April 2009
Una, grande y libre
Dime quién lo dijo y te diré qué opino
Un idea, una opinión, una propuesta. Debería ser como la corrección de un examen: se juzga imparcialmente, sin mirar quién lo ha hecho. Se juzgan los resultados, no a la persona.
07 April 2009
Allposters.com: How not to build an online store
"AllPosters.com computes local currency prices for all items using competitive exchange rates. The local currency total displayed in your shopping cart (or as a sale price) is figured as the sum total of the US dollar prices for each item ordered, and then converted to your currency. From time to time, this amount may vary from the sum of the individual local currency prices of the items listed in your shopping cart, because of rounding differences that arise when converting the figures. This amount, if any, will be very small - up to one cent (USD $0.01) per item."
"We apologize for the error online. Due to some technical glitch, it is showing wrong order total. I have sent you the correct invoice for your order. Your order total is $18.87 (EUR 14,10)."
- Google Chrome, .es site, from location A (Spain)... currency shown in... dollars?: $24.99
- Mozilla Firefox, .com site, from location B (Spain)... currency shown in... euros?: 28.90€
- Internet Explorer, .com site from location B (Spain)... currency shown in... euros?: 21.00€. It's even funnier that if you try to buy the product and send it to Europe, the item's price automatically changes to 28.90€ (shipping and taxes appart).
Now someone will quickly come across with an explanation: "Huh, you don't know what's going on but I do! Oh, dude, that's super-easy! Can't you see it at a glance? The HTTP request header sent by your localized browser is used to detect your country, then different prices are applied depending whether you buy from the US or Europe... blah, blah, blah".
Nope. That's not what the online store policy says. It says the site charges in dollars and it will do the currency conversion for me. Why is it showing me the price only in euros then?. And whenever I've seen dollars, the price in euros is superhigh in comparison with the correct currency exchange rate. Something customers do not like at all. That's cheating, guys.
Seeing three different prices in the same store depending on... (I don't know exactly what criteria) is enough for me. Not to speak about currency exchange rates that don't match.
UPDATE: A second email with customer service informs me that currency is calculated depending on the IP address of the connection.
This is an awful solution. It is detecting my 3G connection as being in the US and showing $24.99 for the item in the .com site. I go to the .es site and it shows 28.90€, when it should be 18.85€ with today's USD-EUR currency exchange rate. Is that the "competitive currency exchange rate" that the site policy states?.
Allposters.com is definitely fooling users paying in euros. I don't even think it's legal. Please be aware.
04 April 2009
Non ti preocupare. Del fanatismo tecnológico y la publicidad.
Parece que las personas tenemos la curiosa necesidad de sentirnos arropados por los demás. Nos gusta que nos quieran, que nos tengan en cuenta; en definitiva, que se preocupen por nosotros. También tenemos la necesidad de formar parte de algún colectivo o simplemente de sentirnos integrados, como vulgarmente se dice ahora. Todas ellas están relacionadas, generalmente, con factores íntimos como la autoestima, la tolerancia a la soledad, etc.
Las empresas y negocios, en general, tienen otras necesidades diferentes: la de pagar sus nóminas, dietas y gastos mes a mes y la de obtener beneficios para reinvertirlos o repartirlos. El lema máximo de cualquier empresario es "nosotros no somos una ONG". La empresa lucha por mantener a los suyos y no por beneficio social. Aparentes avances sociales en las empresas suelen provenir de jugosas subvenciones estatales o privadas.
Una vez pregunté a un alto cargo de una empresa si su actividad actual no estaba en contradicción con las bases fundacionales y con la imagen que vendía la empresa. Sin dudarlo un solo segundo, me dijo: "Mira, aquí vamos donde está el dinero y hacemos caso a quien nos paga. Todo lo demás es secundario".
¿Qué tiene que ver las necesidades humanas de una persona con la actividad empresarial?. Mucho. Hace tiempo que, sumidos en la crisis actual -no en la económica, sino en la social, espiritual, de valores o como queramos llamarla- es muy fácil para las empresas vender cosas que cubran esas necesidades.
¿Qué es si no el actual fanatismo tecnológico, por ejemplo?. Una vorágine que se nutre, en buena medida, de las necesidades humanas más básicas. Y las empresas lo saben. Móviles, cámaras de fotos, ordenadores portátiles, navegadores GPS, reproductores MP3 y cualquier otro cachivache -ahora llamado gadget- han pasado de ser herramientas que cumplen una función, a ser objetos de culto. Para cada marca, artículo, etc... encontramos infinidad de conversaciones, análisis exhaustivos, comparativas y hasta prácticamente ensayos que incluso los relacionan con formas de ser o formas de entender el mundo. Por supuesto, muchos de ellos acaban creando auténticos colectivos que incluso organizan reuniones para gozar mutuamente de sus adquisiciones. ¿Será ese el único punto en común de ciertas personas?. ¿Tan bajo hemos caido las personas que necesitamos la intermediación de productos y empresas simplemente para mantener relaciones sociales?. Por no hablar ya de las redes sociales que se lucran directamente con ello. He aquí una reflexión interesante acerca de Facebook (en inglés).
¿Cómo hemos llegado a esto?. No encuentro explicación alguna salvo a la propia publicidad. Se ha permitido que los anuncios nos vendan exclusividad, cariño y hasta felicidad. Toda esta publicidad no explota otra cosa que las debilidades humanas de las que se hablaba al principio. El truco fundamental consiste en hacer creer que la empresa realmente está trabajando para ti. Que se está preocupando por ti, que escucha tus sugerencias y mejora por ti.
La mayoría de nosotros sabemos que esto no es así.
Sabemos que las vacas lecheras de los anuncios no pastan en verdes prados alpinos sino que se hacinan en naves industriales y se alimentan de piensos compuestos de soja transgénica y restos de bollería industrial. Sí, restos de bollería industrial significa que buena parte del ganado -y no sólo el bovino- se alimenta a base de bollycaos caducados. De pequeño recuerdo como un compañero del colegio traía decenas de cromos de los bollycaos que recogía de una granja cercana a su casa y que servían de alimento a las vacas. Obviamente la empresa se preocupa de sí misma -rentabilidad- y en ningún caso del consumidor.
Sabemos que los anuncios de los catálogos de las empresas tecnológicas (gente guapa, atractiva, de varias razas y sonriente -con gafas y maletín- manteniendo una reunión en una lujosa sala, siempre a tu servicio) son una fotografía comprada y no responden a la gente que trabaja ahí. Sabemos que esas mismas empresas te dejan en la estacada en cuanto han conseguido tu dinero. Nadie quiere encargarse del mantenimiento. Una vez conseguido nuestro dinero, hemos dejado de ser especiales.
Sabemos que las grandes multinacionales colocan un amplio abanico de productos prácticamente iguales pero con diferentes marcas y envoltorios, de manera que simulan nuestra libertad de elección y la existencia de múltiples proveedores. Marcas adaptadas a nuestras necesidades. Cubriendo todo el abanico, una multinacional se asegura el beneficio en todo caso.
Tengámoslo claro. No somos especiales para las empresas. O, si lo somos, será en la medida en el gasto que les hagamos, porque dependen de nosotros para su supervivencia.
La felicidad y el bienestar no se compran. Jamás de los jamases llegaremos a ser medianamente felices si seguimos aislándonos y utilizando a empresas y productos como intermediarios o como excusa para las relaciones sociales. ¿De verdad no queda nada más entre las personas?.
Querámonos más, juntémonos más para practicar nuestras actividades favoritas, leamos de las bibliotecas, viajemos, fabriquemos cerveza. Y hablemos. Hablemos de lo divino y de lo humano, de los amigos, de la naturaleza, de arte, de ciencia, del universo y de la muerte. Todo esto es gratis o casi gratis.
En tiempos de crisis, espiritual y económica, no parecen malas medidas a tomar.