05 July 2009

Los altos cargos (enlaces y artículo)


Ya he escrito tres veces en este blog sobre los altos cargos: aquí, aquí y aquí. Me han venido al recuerdo al leer el artículo de esta semana de Arturo Pérez-Reverte.

He aquí un pequeño extracto del artículo, con muchas coincidencias en las reflexiones vertidas en este blog:

"Van pavoneándose graves, importantes, seguros de su papel en los destinos de España, camino del coche o del restaurante donde seguirán trazando líneas maestras de la política nacional y periférica. No pocos salen arrogantes y sobrados como estrellas de la tele, con trajes a medida, zapatos caros y maneras afectadas de nuevos ricos. Oportunistas advenedizos que cada mañana se miran al espejo para comprobar que están despiertos y celebrar su buena suerte. Diputados, nada menos. Sin tener, algunos, el bachillerato. Ni haber trabajado en su vida. Desconociendo lo que es madrugar para fichar a las nueve de la mañana, o buscar curro fuera de la protección del partido político al que se afiliaron sabiamente desde jovencitos. Sin miedo a la cola del paro. Sin escrúpulos y sin vergüenza.
Algo debe de ocurrir, sin embargo, cuando a un ciudadano de 57 años y en uso correcto de sus facultades mentales, con la vida resuelta, cultura adecuada, inteligencia media y conocimiento amplio y razonable del mundo, se le sube la pólvora al campanario mientras asiste al desfile de los diputados españoles saliendo de las Cortes. Cuando la náusea y la cólera son tan intensas.
Y sé cómo lo hacen ahora, adaptándose a su tiempo y su momento. Lo sabe cualquiera que se fije. Que lea y mire. Algún día, si tengo la cabeza lo bastante fría, les detallaré a ustedes cómo se lo montan. Cómo y dónde comen y a costa de quién. Cómo se reparten las dietas, los privilegios y los coches oficiales. Cómo organizan entre ellos, en comisiones y visitas institucionales que a nadie importan una mierda, descarados e inútiles viajes turísticos que pagan los contribuyentes. Cómo se han trajinado –ahí no hay discrepancias ideológicas– el privilegio de cobrar la máxima pensión pública de jubilación tras sólo 7 años en el escaño, frente a los 35 de trabajo honrado que necesita un ciudadano común. Cómo quienes llegan a ministros tendrán, al jubilarse, sólidas pensiones compatibles con cualquier trabajo público o privado, pensiones vitalicias cuando lleguen a la edad de jubilación forzosa, e indemnizaciones mensuales del 100% de su salario al cesar en el cargo, cobradas completas y sin hacer cola en ventanillas, desde el primer día."

El texto original completo está aquí.

Actualización: Si a alguien le interesa este tema en profundidad, le puede ser de interés el libro "El negocio del poder. Así viven los políticos con nuestro dinero".

2 comments:

eulez said...

Y lo peor es que se dediquen a lo que se dedican sin una mísera "acreditación". Es necesario que esta gente supere unos criterio mínimos de formación y capacidad, como nos ocurre a todos los demás profesionales.

Y no vale el argumento de la democracia y el sufragio universal... esta gente son "profesionales" en el sentido de que la política es a lo que se dedican y a lo que se han dedicado siempre. Son una clase social en si misma. Por tanto, necesitan algún tipo de formación para el trabajo que van a desempeñar.

Betawriter said...

Totalmente de acuerdo. La cuestión es la de siempre, ¿quién controla a los que mandan y cómo podría hacerse si todos están dentro del entramado?