Y más eficiencia en la Administración

De manera inversa a los tiempos actuales, y al igual que hacen con el informe de vida laboral, la Seguridad Social ha dejado de expedir la Tarjeta Sanitaria Europea en el acto, como hacía hasta hace poco.

Ahora la envía al domicilio que le consta en sus archivos que, por supuesto, puede no coincidir con nuestro domicilio (ni ciudad) actual. Mientras tanto dan, en su defecto, un papel provisional con cobertura de 90 días.

De esta manera, la Seguridad Social da un nuevo paso atrás y se lo pone un poco más difícil a toda esa gente que 1) no se encuentra en su lugar de origen y/o 2) necesita la documentación de manera inminente.

En tiempos donde al ciudadano se le exige marcharse a otras ciudades (o países) a trabajar, donde le envían a viajes sorpresa en el trabajo, donde necesita presentarse a concursos y convocatorias de urgencia... cada vez cuesta más conseguir los documentos que se necesitan. Y, además, se envían a una dirección donde mucha gente ya no reside.

Ayer una persona me comentó que la cita previa para sacarse el DNI va por el 21 de septiembre.

Otra persona también me contó que, si cambias de domicilio y tenías una ayuda de Renta Básica de Emancipación, no basta con hacer constar el cambio de dirección y enviar la nueva documentación del domicilio (contrato, etc). Es necesario darte de baja en las ayudas y volver a pasar por el proceso completo de alta, como si la ayuda nunca te hubiera sido concedida antes. Si pierdes un mes, dos o tres en el nuevo proceso, dos meses de ayuda que te pierdes. Y otra nueva demora de más de 6 meses para recibirla.

Para redondear el asunto, sigue la sangrante discriminación entre comunidades. En unas, para recibir estas ayudas, es obligatorio depositar la fianza y visar el contrato en un organismo oficial del gobierno de la comunidad autónoma, de manera que no sirven los contratos privados. En otras, sirve cualquier papel con dos firmas que se parezca a un alquiler.

Mientras escribo este post, me llega un correo electrónico (que no tendría por qué leer) de otra administración para verificar si ha cambiado un dato personal durante el transcurso de los años. Cambio que, para poder haberse realizado, debería haber sido solicitado formalmente, aprobado y comunicado a mí de vuelta por esa misma administración.

Para realizar la verificación han adjuntado dos ficheros: un fichero Excel una la lista de más de 2500 personas y su dato a verificar, y un fichero Word con una instancia de solicitud de corrección de errores.