Algunos todavía creen en la transparencia y en que los procesos de contratación "oficiales" (grandes empresas, administración, etc...) proporcionan a los candidatos mejor preparados. Angelicos...
He aquí un par de batallitas curiosas que quería compartir.
Diferénciate del resto
Una de mis anécdotas favoritas ocurrió cuando, en un concurso de contratación para una plaza de profesor de universidad, alguien presentó dos títulos que -pensó- le darían una buena puntuación y diferenciación respecto a otros candidatos. Con esto de la multidisciplinareidad, los temas trasversales, Bolonia. Ya se sabe.
El primer mérito, un título internacionalmente reconocido que certificaba un nivel C2 de inglés. Ya que toda la literatura, revistas de investigación, conferencias, etc... se presentan en la lengua de Shakespeare y que algunas de las clases de ese centro se impartían en inglés, parecía oportuno demostrar que se tenía una adecuada capacidad en ese idioma.
El segundo mérito, el Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP), emitido por un centro oficial de su propia universidad. Este título, requisito para ser profesor de secundaria, parecía un buen credencial, ya que se estudian los aspectos más esenciales de la educación, aspectos psicopedagógicos, realización de tutorías, nuevas tecnologías para la educación, etc. Se trata de un curso largo, con trabajos y exámenes, de más de 200 horas. A ese mismo centro acuden profesores a formarse en éstos y otros aspectos a realizar cursos de 3, 6 y 12 horas de los mismos temas (tutorías a través de la web, uso de nuevas tecnologías en la educación, etc...) impartidos por los mismos profesores, que sí se valoran positivamente en los concursos de contratación (y en los complementos docentes).
Cuando salió la valoración de méritos y la puntuación de candidatos, salió también una nota con asterisco:
- No se valoran idiomas
- No se valora el CAP
El currículum invisible
- 62,1 + 45 = 107,1
- 53,5 + 50 = 103,5
- 37,5 + 50 = 87,5
- 30,8 + 35 = 65, 8
- 33,9 + 30 = 63,9
- 31,3 + 25 = 56,3
- 50,7 + 5 = 55,7
- 42,2 + 0 = 42,2
- De los contratados, el 50% sacó un 50 sobre 50 en la entrevista. El 25% sacó un 45 sobre 50.
- El 50% de los contratados obtuvieron, en términos absolutos, más puntuación por la entrevista (que valía un 33%) que por su currículum (que valía un 66%).
- El candidato con peor currículum global fue contratado. Es decir, uno de los candidatos contratados tenía peor currículum que todos los no contratados.
- Los candidatos con tercer y cuarto mejor currículum no fueron contratados.
- Esos mismos candidatos sacaron un 5 y un 0 sobre 50 en la entrevista.
- ¿Qué es lo que harían en la entrevista esos candidatos para que, según la puntuación, lo hicieran entre diez y cincuenta veces peor que la mayoría de sus compañeros contratados?
- Si ignoramos la valoración de currículum y dejamos sólo la columna con la puntuación de la entrevista, se obtiene la misma partición contratados / no contratados.
- Es más, salvo en un caso donde bailaría el primer candidato, la puntuación final y, por tanto, el orden de contratación, coincide exactamente con la puntuación de la entrevista.
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