28 January 2011

Eduard Punset, ¿divulgador o divagador?


ADVERTENCIA: Este artículo es el original y no tiene nada que ver con el copy-pasteado y muy difundido "Desenmascarando a Eduard Punset", al que fue añadido de una manera más que dudosa y sin permiso del autor ni cumplir con la licencia del texto. Más información aquíDespués de este artículo ha habido algunos otros sobre Punset. Puedes encontrarlos aquí.

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Hace tiempo, una persona a la que aprecio mucho me regaló el libro de Eduard Punset titulado "El viaje al amor". Y a las 15 ó 20 hojas leídas tuve que dejar de leerlo. Me pareció un discurso político. Espeso, confuso, demasiado seguro de lo que decía. Incluso mal escrito. Desde entonces está guardado en un cajón y no he vuelto a interesarme por Punset.

Pero recientemente alguien me pasó un enlace a una colección que va a presentar junto a un periódico, donde respondía a ciertas preguntas de lectores. Y eso hizo que este post fuera inevitable.

La primera empieza así:
Pregunta: ¿Por qué recomendaría leer los libros de la colección 'Claves de la Ciencia' que ofrece El Mundo desde el próximo domingo? ¿Están escritos para cualquier lector o hay que tener conocimientos previos sobre la ciencia?
Respuesta: A veces olvidamos la presencia inusitada del pensamiento natural en la vida cotidiana, quiero decir que, en la confrontación amorosa entre el pensamiento dogmático y el científico, la colección es un gran paso adelante. Hay muy pocos ejemplos de grandes eventos de divulgación científica, y esta colección justamente ha tomado en consideración la necesidad de conciliar entretenimiento y conocimiento.
¿Cómo te quedas? ¿Podrías explicar ahora con tus propias palabras qué significa la respuesta a tan claras y sencillas preguntas? Es decir, ¿por qué leer la colección y a qué publico va destinada? A partir de ahí plantéate si tu comprensión lectora es inferior a la de un niño de primaria o es que, realmente, Eduard Punset no ha respondido en absoluto a la pregunta.

Ésa es la tónica de Eduard Punset en toda su obra. La divagación, el ejercicio pseudoliterario gratuito, las contradicciones. Todas las cualidades opuestas a la ciencia y su divulgación.

Punset, abogado y economista, de profesión político

Creo que la gente no tiene ni idea de quién es Eduard Punset. Y, cuando se lo cuentas, no le interesa. Es más, le da exactamente igual.

Eduard Punset no es ni ha sido jamás científico, ni nada remotamente parecido. Es abogado, economista y se ha dedicado toda su vida a la política como profesión. Fue consejero de economía de la Generalitat y eurodiputado, entre otros. Ha pasado por los partidos políticos UCD, CiU, CDS y creó el suyo propio.

Cierto día, ya bien entrado en edad y con su carrera política cuasi-finalizada, decidió dedicarse a la divulgación científica. Cual nuevo hobby de alguien que se acaba de jubilar. Su trayectoria previa y sus influencias políticas explican cómo un abogado y economista ha conseguido convertirse en el divulgador por excelencia del país. También lo explica que nuestro país sea España, por supuesto.

No hace falta ser un lumbreras para descubrir que a Punset lo que le gusta es hablar y opinar, no divulgar ciencia. Por ejemplo, los expertos en biología molecular apenas saben cómo funciona el cerebro. Siquiera dónde reside la memoria ni cómo se transforma la memoria a corto plazo a memoria a largo plazo. Y todavía se sigue estimulando con electrodos diferentes zonas del cerebro para ver qué funciones desempeñan, porque ni se sabe con certeza, ni parece que sea exactamente igual en todas las personas.

Pero Punset habla con toda tranquilidad y bajo la completa complicidad de toda la comunidad científica que permanece callada en la sombra por miedo a decir las cosas claras (típico de nuestro país), de en qué consiste y dónde reside el amor o la felicidad. De la interconexión del cerebro con máquinas, o incluso de su transplante y reprogramación, como vi en uno de sus programas una vez hace años.

Punset cree que sentarse al lado de un científico y hablar con él te convierte a ti también en científico, como ocurre en la política. Que la ciencia se contagia, como las influencias. Es entre ridículo y vomitivo escuchar cómo Punset habla en plural, con cierto aire elitista, en algunas de sus entrevistas con científicos de prestigio, atreviéndose a decir "¿qué le decimos a la gente?". Es curioso también, cómo se sitúa él como protagonista y utiliza al científico para confirmar lo que quiere decir, llegando a hablar más rato él que el entrevistado. Pero, ¿a quién le extraña? Punset es un político.

Punset como líder de masas

Pero, tras esa cara de viejecito entrañable, se esconde un imperio mediático dirigido por un político versado en letras que, me atrevería a decir, se sirve de la ignorancia general de la gente e incluso de sus miserias, sus ilusiones y sus problemas personales para captar la atención de las masas.

Es por eso que siempre habla de los temas universales: la felicidad y de amor, temas tradicionales de la filosofía o las artes y jamás de la ciencia. Es por eso que ha empezado a introducir temas de dudoso rigor científico, pero que gustan y atraen la atención de la gente: energía, chi y telequinesis. Es por eso que ha entrevistado a Uri Geller.

Es por eso que la ciencia siempre ha tratado sobre lo que se puede medir, cuantificar y verificar, pero Punset siempre habla sobre todo lo contrario. Es por eso que la ciencia se ha basado siempre en el escepticismo y Punset espera credulidad y fe ciega de su público.

Y es por eso también que su fundación ofrece apoyo psicológico online. Éste es el tipo de divulgación que ofrece recientemente Punset y el tipo de preguntas a las que pretende dar respuesta:

"Mi pareja y yo tuvimos un negocio que fracasó. Ahora trabajo a tiempo parcial, y me siento sola, sin ánimos. Y lo que hace mi pareja tiende a irritarme, no me siento comprendida, ni valorada, ni apoyada en mis necesidades."

Punset quiere erigirse como un líder mediático, un gurú, una persona admirada por masas incondicionales. Punset dará lo que las masas piden mientras siga recibiendo protagonismo, tiempo y, por supuesto, dinero. No le importará que le llamen Eduard, Eduardo o Edward. Pero, nuevamente, ¿a quién le extraña? Punset es un político.

Es por eso que Punset dice: El amor es el sentimiento más antiguo del mundo. "Tiene 3.000 millones de años y surgió en el momento en el que una bacteria se preguntó si había alguien más ahí porque no podía sobrevivir sola". Y la gente responde: "Este hombre no solo tiene conocimientos, sino la capacidad de transmitirlos (cosa de la que muchos grandes genios carecen). Yo por lo menos, hable de lo que hable me quedo siempre embobado escuchándole."


Es una respuesta muy ilustrativa del tipo de gente que sigue a Punset. Gente que cree que una persona de letras dedicada a la política metida por hobby a la divulgación al final de su carrera tiene conocimientos científicos. También, que da igual de lo que hable porque siempre es interesante.

Me pregunto qué hubiera pasado si hubiese sido un chaval quien hubiera hablado sobre la fecha de nacimiento del amor y los sentimientos entre bacterias. Cualquiera lo hubiera mandado a paseo. Claro que, si lo dice Punset, la cosa cambia. Es decir, el mensaje y su validez cambian en función de quién lo pronuncia. Cuando lo dice el neófito es una cursilada, un delirio. Cuando es el gurú quien lo pronuncia, toma validez y hasta suena bien. Todo lo contrario a la ciencia, que siempre busca la verdad y a la que poco importa su mensajero. ¿Desde cuándo el protagonista del cuento es el cuentacuentos?

Punset como reflejo de nosotros mismos

Me hace gracia cuando la gente dice que Punset es un buen divulgador. Yo, con mi formación científica, mis más de diez años leyendo divulgación (entre otras muchas cosas) y mis otros tantos escribiendo ciencia y no ciencia en español e inglés soy incapaz de entenderlo. Punset es el único divulgador que me ha hecho no terminar un libro, tirar una revista.

Con Punset pasa lo mismo que con el cuadro pintado por niños de dos años en la feria de Arte Contemporáneo. Nadie se atreve a decir que Punset es un especulador por miedo. Ni siquiera a preguntar, por temor a parecer ignorante.

Cuando no entendamos algo, preguntémoslo y no pensemos que los tontos somos nosotros. Si preguntamos a Punset por qué recordamos unas cosas y otras no, y dónde las almacena el cerebro, y Punset nos responde hablando sobre el comportamiento de las hormigas de Tanzania o sobre la sensación de soledad que experimentó la primera vez que vio una noche estrellada, digámosle que es un divagador, que no tiene ni idea y que vive del cuento. Y, sobre todo, que no ha respondido a nuestra pregunta. ¿Qué tipo de divulgación es esa?

Si Punset suelta una verborrea infumable, digámosle que escribe mal. Si Punset dice una palabra que no conocemos, busquémosla en el diccionario. A la gente le sorprenderá la cantidad de palabras que Punset se inventa para hacerse el erudito. Sí. Punset lo hace.

Digámosle a Punset que no somos tan ignorantes como pretende. Dígamosle que aprenda a escribir, a utilizar el idioma con precisión. Cualquiera que haya escrito ciencia sabe lo duro que es. La ciencia debe ser clara, directa, eliminar todo lo superfluo y acercarse al lector. ¿Realmente hace eso Punset? ¿No pretende acaso que sea el lector el que se acerque a él?

Pero lo más criticable y menos perdonable de Punset: Punset utiliza la palabra "ciencia" para respaldarse, de manera que todo lo que dice sea incuestionable. Punset utiliza la palabra "sabemos" con una frivolidad pasmosa. Con una seguridad que roza la fe. Él mismo se autodenomina divulgador científico, jamás se muestra escéptico, crítico y riguroso, y se lucra y promociona, en muy buena parte, a costa del erario público.

Punset no es más que el reflejo de lo que triunfa en nuestro país.

Opiniones acerca de  Punset

Muchos científicos callan, pero otros no. En la red pueden encontrarse escritos muy bien redactados y razonado sobre por qué Punset es mal, por no decir pésimo, divulgador. También por qué no se le deben perdonar ciertas cosas, por muy anciano que sea y pintas de buenazo con que se venda.

Se puede divulgar ciencia de manera entretenida, pero no todo lo entretenido es divulgación científica.

Aunque hay más, he aquí dos de los que me han parecido sencillamente sobresalientes:
  1. Un comentario en el libro "La razón estrangulada", páginas 421-423, a partir del último párrafo que comienza con "Punset jamás ha ejercido la ciencia". Por cierto, uno de los mejores libros que he leído en los últimos años. Duro pero necesario.
  2. El genial post "Punset y los problemas de la divulgación".
Un par de extractos de los respectivos enlaces:
  1. Punset, además, tiene un inconveniente añadidod que aviva el declive de la ciencia: la opinión pública lo toma como serio. o, al menos, más serio que Iker Jiménez o J. J. Benítez, ambos licenciados en ciencias de la información. La formación en ciencias naturales de los tres es similar. ¿Por qué Punset lo iba a hacer mejor? Pero parte de la sociedad pone una barrera a lo que puedan contarle Jiménez o Benítez. Esa barrera no existe con Punset, que puede deslizar más fácilmente pensamientos anticientíficos. El hecho de que incluya declaraciones de científicos no tiene que implicar que el contenido sea científico. Una verdad a meedias o mal traducida es la peor de las mentiras. ¿Es consciente Punset de su daño a la ciencia? Posiblemente, no. Al contrario: creerá que está haciendo un trabajo loable. La osadía del ignorante siempre ha sido muy grande.
  2. Un tema que encuentro especialmente preocupante en el universo punsetiano y que es lo contrario de la buena divulgación científica es su pasión por convencer, por ser admirado. Antes que buscar la verdad aún a costa del rechazo de cierta parte del público, como hace cualquier periodista, la actitud es más cercana a la de la estrella mediática, el cantante, el actor, el tertuliano de televisión, para el cual todo es sacrificable en aras del aplauso y cuya obligación es tratar de quedar bien con todo el público, gustar a toda costa. Y en esa búsqueda por ser admirado, existe un hilo en su accionar público que sugiere que su contacto con la ciencia y con los científicos le ha aportado una sabiduría trascendental que lo distingue y le faculta para decirle a los demás qué deben hacer, qué deben pensar, no para tener mejores datos, sino para ser felices, para alcanzar la satisfacción personal, con un lenguaje propio de los libros más lamentables, obvios y bobalicones de la autoayuda.
Por supuesto que buena parte de culpa la tiene la comunidad científica, ya lo dice el Elías en su libro. Pero no olvidemos que todo el mundo trabaja por dinero. Y a los científicos nunca les ha sido fácil conseguir dinero. Dejo la pregunta en el aire ¿a quién le es más fácil conseguir financiación y apoyo en los medios?, ¿a un científico al que recortan los proyectos de investigación cada año, o a un exconsejero de economía de la Generalitat y eurodiputado?

Actualización: Si quieren ver lo altruista del querido Punset y su fundación sin ánimo de lucro, fundada por él, Pío Cabanillas del Partido Popular y un co-fundador del diario "El Mundo", pregúntenle por qué ocupa 16 cargos y se subcontrata a sí mismo y a su hija. Toda la información aquí.

Enlaces de interés

Como aportación positiva, algunos enlaces de personas que considero buenos divulgadores científicos recientes, cada uno a su manera.

Manuel Toharia. Un ejemplo a seguir de aquí, de la casa.

Carl Sagan. Aparte de su famoso libro "Cosmos", también realizó una serie de televisión. Antigua pero igual de vigente y por cierto con una nueva edición en DVD a precio ridículo. Divulgación de la mejor especie. He aquí un ejemplo de un capítulo acerca del origen de la vida, la evolución y la selección natural. Algo que apuesto a que muchísima gente desconoce y es más maravilloso que la punsetada más extravagante.

James Randi. Un antiguo ilusionista que ahora se dedica a poner a prueba y desacreditar a embaucadores de todo tipo. Tiene vídeos sencillamente excepcionales. En éste se resume el tipo de trabajo que realiza. En éste pone a prueba el movimiento de objetos con la mente bajo condiciones controladas. En éste otro explica cómo funciona la homeopatía.

Richard Dawkins. Biólogo, autor del libro "el gen egoista" y de varias clases magistrales del profesor que a todo estudiante le hubiera gustado tener. También tiene varios documentales cortos (disponibles en youtube) acerca del daño que hace la fe, la religión y el pensamiento irracional. Esos documentales son sencillamente sobresalientes. Aparte de "los enemigos de la razón" hay muchos más, y muy interesantes.

Saludos.

19 January 2011

Curiosidades en la señalización de carreteras y radares. Euskadi y Navarra


Los mapas y la señalización tienen una gran influencia en la percepción de los territorios. Por eso muchas veces esconden detalles que no se ven a simple vista, pero que tienen implicaciones políticas y territoriales.

Señalización general de carreteras

Esto es lo que encontramos, en general, cuando cambiamos de una comunidad a otra en España. He aquí la entrada a Extremadura desde Andalucía por la A-66:


Aparece reflejada la división territorial en España. Esto, es el nombre de la comunidad autónoma, con el escudo, y el de la provincia debajo: "Comunidad de Extremadura, provincia de Badajoz".

En algunos casos, se omite la palabra "comunidad de", como al salir de Navarra y entrar en Aragón. En este caso se han empleado letras mayúsculas.


Dentro de una misma comunidad autónoma, éste es el aspecto de la señalización cuando cambiamos de provincia, por ejemplo de Huesca a Zaragoza:





Señalización en Euskadi y Navarra

Euskadi y Navarra tiene algunos pequeños detalles de señalización. Cuando entramos a Euskadi desde Burgos o Cantabria:




El término "comunidad de" y "provincia de" desaparece de ambas señalizaciones. Álava incluye el nombre en castellano y en euskera. Vizcaya elimina el nombre en castellano y añade su escudo.

Al cambiar de provincia dentro de Euskadi, por ejemplo de Vizcaya a Guipúzcoa y viceversa por la A-8, encontramos ambas únicamente en euskera. Guipúzcoa muestra escudo pero Vizcaya, en este caso, no:





El fenómeno más curioso en los límites entre Navarra y Guipúzcoa. Cuando entramos a Guipúzcoa desde Navarra, por la A-1 o por la A-15:



Aquí aparece también la provincia con su escudo y sólo con el nombre en euskera. Pero, ¿no falta algo? Ha desaparecido la señalización de que estamos cambiando de comunidad autónoma y estamos entrando en Euskadi desde Navarra. Se muestra la misma señalización que si entráramos desde Vizcaya.

Si nos damos la vuelta en la A-15 aparece la señalización de Navarra, la "Comunidad Foral", en castellano y en euskera, en un rojo diferente a todas las demás señalizaciones de carreteras:



La señalización para Navarra si entramos desde Aragón, es similar, pero no aparece la denominación en euskera:


Como se observa, Euskadi y especialmente Navarra prescinden de utilizar el formato de señalización empleado por las demás comunidades.

Radares

Mientras en algunas comunidades muchos radares están puestos de manera bastante pícara, y muchos de ellos apenas se ven, en Euskadi todos los radares instalados en los laterales de las carreteras están marcados con paneles amarillos reflectantes, viéndose claramente de día y de noche:



Navarra no tiene radares en sus carreteras, salvo uno en la A-15 ya cerca de Guipúzcoa (también señalizado en amarillo reflectante) y los que existen en la ciudad de Pamplona.

¿Se tendrá esto en cuenta en las estadísticas, a la hora de decir que los navarros o los vascos son buenos conductores porque no tienen multas por exceso de velocidad?

17 January 2011

Y más innovación y pioneros


Es recurrente el uso de las palabras innovación y pionero en nuestros proyectos. Ya se ha hablado aquí en más de una ocasión.

Otra noticia agridulce: en un pequeño pueblo se pone en marcha un servicio de alquiler de coches eléctricos de uso compartido. Buena noticia, a priori. El proyecto supone "una experiencia pionera en Euskadi y en Europa, ya que es el primer sistema público de alquiler de vehículos eléctricos de uso compartido". Una experiencia pionera en Euskadi y en Europa. ¿Seguro? Sin entrar a analizar el contenido político de la frase, en Suecia encontramos un proyecto exactamente igual. Lleva casi 2 años funcionando, ya ha pasado la fase de estudio de viabilidad y está en fase de comercialización.

Allí el proyecto lo realizó un centro tecnológico experto en transporte sostenible en la segunda ciudad más importante del país y dirigido mayormente a los trabajadores de un parque tecnológico. Eso supone mucha gente con interés común en compartir un coche. Se realizó el estudio de viabilidad y ha resultado positivo. Por tanto, se comercializa. Sensato, ¿no?

Aquí trabajamos de manera diferente. Se ha escogido un pequeño pueblo de 1.700 habitantes, situado en las montañas, a 50-60 Km de las ciudades más cercanas (el coche tiene una autonomía máxima de 180 Km) y se han empleado 800.000 euros en subvenciones para poner en marcha un servicio de 5 coches. De las subvenciones, 500.000 euros provienen de las arcas públicas de la comunidad, 200.000 euros de la obra social de un banco local y otro tanto de una compañía energética.

El precio de alquiler, según la prensa, es de 2€ por hora. Preguntas, ¿es ése el precio real de explotación o es artificialmente bajo gracias a las subvenciones? ¿qué pasará en unos años?

¿Alguien se acuerda de la telecabina de la Expo Zaragoza 2008?

14 January 2011

No cabe un tonto más (Arturo Pérez-Reverte)


Muy relacionado con mi post anterior "Así somos", Arturo Pérez-Reverte nos cuenta en su artículo "No cabe un tonto más", su reflexión sobre la historia de un alumno musulmán que denuncia a un profesor de secundaria por "maltrato psicológico" porque en clase habla sobre el jamón y el cerdo. Estaba yo aterrizando esos días y no me enteré de nada. Creía que el artículo iba con sarcasmo. Pero no.

Sin embargo creo que Arturo Pérez-Reverte se equivoca. Aquí tontos todavía caben unos cuantos, y más al ritmo que los listos se están marchando.

Al que quiera conocer un poco más a fondo el mundo musulmán y su influencia en nuestro país le recomiendo el libro "Califas, guerreros, esclavas y eunucos. Los moros en España" de Juan Eslava Galán.

08 January 2011

Francisco Franco hasta en la sopa


Estoy harto de leer nombrar a Franco. Sale hasta en la sopa. Tiene la culpa de todo y todos los temas acaban en él.

Todo el mundo lo conoció y todo el mundo tiene su opinión, aunque cualquiera que tenga menos de 36 años no pudo vivir esa época (curiosamente la gente que más lo menciona), y cualquiera con menos de 50 años sólo tendrá un ligero recuerdo.

Pero ése es otro tema. Ahora sólo quería dar un par de apuntes curiosos:

  • Hay otro Francisco Franco. Francisco Franco de Sousa, escultor portugués nacido en Madeira, de bastante trascendencia. Un instituto de secundaria en Funchal lleva su nombre.
  • Según Google Trends, cada vez se busca menos a Franco en Google. Muy curioso e ilustrativo es el análisis por zonas e idiomas de dónde se ha buscado más el bigrama "Francisco Franco" en España. Según los datos se ha buscado más desde fuentes de origen catalanoparlante que hispanoparlante.
Saludos.

Así somos


Tras varios meses sin apenas leer la prensa ni ver la televisión, trabajando y disfrutando de la compañía de gente culta, apacible y sensata en otro país, la vuelta se hace mucho más dura.

No es un tópico. Ya lo sabemos, pero se hace más patente al volver. Somos un país inculto, gregario, fácilmente provocable, donde todo el mundo cree que lo sabe todo aunque no haya salido de su pueblo. También somos un país de quejicas (para un ejemplo, este blog). Contaban unos amigos que han vivido unos años en Australia que tienen la sensación de que en España todo el mundo vive amargado y quejándose. Y es cierto. Lo que pasa es que luego nunca hacemos nada con esas energías. Sólo programas basura de televisión y mala prensa. No reivindicamos las cosas cuando ni donde hay que hacerlo.

La gente que quiere luchar por algo mejor es marginada. La gente que razona y dice las cosas como son es apartada discretamente. No hablemos de la gente que acude a defender sus derechos de verdad, aunque tenga toda la razón del mundo. Son gente molesta.

La gente y el espectáculo que los medios nos brindan está escrupulosamente seleccionados y manipulados. He podido comprobarlo tras más de dos años leyendo y dejando comentarios en un par de periódicos. El primero de ellos tiene empleados a varios jóvenes que eliminan los comentarios que no encajan con la línea editorial, los que llaman a la moderación, los que sacan a la luz la trampa de las noticias o los que realizan cualquier tipo de denuncia, por mucho que cumplan todos los acuerdos que el periódico exige en los comentarios (no insultar, no utilizar lenguaje ofensivo, etc). El segundo periódico, tres cuartos de lo mismo. En ése, los comentarios van directamente a una persona que los analiza, uno por uno, y los publica si son menester. Una persona que conozco de primera mano tiene varios compañeros que han trabajado moderando comentarios es uno de esos periódicos. Es decir, es un hecho que se paga a gente por manipular la opinión y el debate mientras se crea la ilusión de que existe un espacio de aparente libre discusión entre los lectores.

Otra característica importante en esta manipulación es que siempre hay que crear dos bandos, y siempre hay que posicionarse y luchar contra el otro. Qué tontos somos. Gregarios hasta la médula. Somos incapaces de permanecer aferrados a una idea o posición, sino que tenemos que integrarnos en un grupo y permanecer fieles aunque la evidencia demuestre que estamos completamente equivocados. Como mucho, acabaremos pasándonos al otro bando y negando todo lo que apoyamos anteriormente.

Así, jamás ningún partido político que defienda ideas medianamente sensatas o modernas, similares a las de países Europeos y que se deje de izquierdas y derechas, llegará al poder. Porque somos gregarios y cabezones. Los de un partido mayoritario les llamarán rojos, y los del otro, fachas. Y fácilmente serán sacados del terreno. Nunca luchamos a favor de nada, sino siempre en contra de algo o alguien.

La tontería, la estupidez, lo políticamente correcto y la ignorancia se ha apoderado de este país. Y esos son nuestros problemas. Somos ignorantes, muy ignorantes. Pero nos creemos listos, los más listos de todos.

Somos capaces de decir que nosotros tenemos una idea que funciona mejor que Google para las búsquedas en Internet, mientras usamos Google para buscar más ideas para defender esa absurda idea. Y de vender que la tecnología española es la mejor mientras instalamos maquinaria alemana. Y además de reírnos de la gente del norte de Europa porque son unos sosos y unos pringaos; que nosotros ya venderemos nuestra deuda pública a los tontos de los chinos y ya veremos qué pasa. Que como nuestra tortilla no hay nada, oiga.

Somos capaces de defender que España es barata y el mejor país del mundo donde vivir, mientras nuestros hijos se marchan discretamente a esos países de gente sosa y pringada que no hace más que trabajar. Para luego, fardar ante los vecinos de qué bien están ahí.

Viene todo esto a dos pequeñas noticias y su reacción mediática, que es lo más preocupante.

La primera, la nueva ley del tabaco. Vigente en Estados Unidos y la mayor parte de Europa occidental, donde se implantó sin problemas, aquí no se leen más que tópicos. Que si es un atentado contra las libertades de algunos, que si va a acabar con la hostelería, y que es mejor oler a humo que a sudor. Desde la televisión se ha asistido en algunos programas prácticamente a una apología del incumplimiento de la ley.

La segunda, y que ya me empieza a preocupar más, es la presentación en las próximas listas electorales municipales de un partido político rumano. Un partido que desde su propio nombre y concepción se basa en "defender los intereses" de un determinado colectivo, con un programa electoral centrado única y exclusivamente en eso. A pesar de contar con intérpretes en escuelas e institutos, asistencia social, condición de ciudadanos legales (y derecho a voto) por haber residido x años en España de manera ilegal, etc... quieren denunciar y luchar contra la "falta de integración". Entre su programa electoral encontramos la creación de colegios y espacios bilingües español-rumano, homologación de títulos Rumanía-España, etc... Y, ojito, porque en algunos pueblos y ciudades medianas, la proporción de población rumana no es nada despreciable.

Por supuesto, cualquier crítica a este partido político, lo que supone y lo que defiende (un partido político cuya ideología es ninguna, aparte de facilitar la vida lo máximo posible a los inmigrantes de un determinado país -y sólo de ése-), es siempre contestada con un "racista".

Aquí somos capaces de defender todos los discursos a la vez. Somos capaces de defender que si nos vamos a vivir a Cataluña, deberemos hacer un esfuerzo por hablar en catalán, porque es la lengua de esa tierra, aunque sea mentira y sea una de las dos oficiales, que siempre ha coexistido en determinadas zonas. Que nuestros hijos tienen que educarse en catalán, aunque los políticos catalanes no lo hagan. Si vamos al médico como desplazados, se le facturará la visita y el tratamiento a nuestra comunidad autónoma. Y al País Vasco, tres cuartos de lo mismo. Deberemos aprender un idioma unificado a partir del dialecto guipúzcoano que sólo se habló, y cada vez menos, en cierta parte del País Vasco, pero que hoy se ha institucionalizado hasta fronteras inverosímiles, incluyendo amplias zonas que jamás fueron vascófonas.

Pero debemos hacerlo. Porque eso es integración.

Simultáneamente también podemos defender, con un par, que cuando venga un rumano a nuestro país, hasta muy recientemente de manera ilegal en buena proporción (cosa que tan bien les vino a muchos españoles, por cierto), debemos darle asistencia sanitaria y educación gratuita, censarlo, e inventar la fórmula para convertirlo en legal lo antes posible. Y ponerle colegios bilingües, aunque los hijos de los no-rumanos no los tengan. Y pronto llegará cuando cambien el nombre de las calles, para que se sienta como en casa, a pesar de que decidió abandonarla.

Pero debemos hacerlo. Porque eso es integración.

Huir de aquí es la única solución.

Si eres joven, ya puedes espabilar. No digas que no te lo advirtieron.