Aparentemente nada. No creo que pueda encontrarse ningún escrito de Punset posicionándose de manera clara, por mucho que lance indirectas. Sabe que es peligroso mojarse hablando claro, como veíamos al final de este post cuando le preguntaban por la Guerra Civil. Además, Punset es perfectamente capaz de defender dos tesis contrapuestas; en un instante, en otro, e incluso a la vez. En cualquier momento puede sacar su propia interpretación de la teoría de la probabilidad, o apelar a la dualidad onda-corpúsculo o al principio de indeterminación de Heisenberg. La "ciencia" siempre respalda a Punset, como buen divagador divulgador.
Hoy Punset ha sido duramente criticado por Luis Alfonso Gámez porque Punset ha acusado a los racionales de ser vagos y no querer hacer ningún esfuerzo. Pero, ¿de qué se sorprenden? Yo ya escribí hace tiempo sobre la aberración que soltó ante el 15-M: hay que tomar decisiones emocionales. Negocio del que, curiosamente, viven mayoritariamente él y los suyos.
¿Por qué saco a colación el tema de su posicionamiento con el tema catalán? Porque Punset, recordémoslo, es catalán y político, y formó parte del gobierno catalán. Algo, digo yo, que tendrá que decir del tema. Y, aunque parezca que no hace declaraciones, vaya si las hace. Sólo que jamás encontrarán un artículo de cinco páginas titulado: "Punset opina sobre el tema catalán". Sería demasiado fácil y demasiado claro.
Pero fíjense lo que decía en su artículo "la apariencia no es la realidad" (tema del que nada dice en el artículo). Tras exponer su particular teoría sobre los extrovertidos y los introvertidos, finaliza con este sublime párrafo:
Ya va siendo hora de descubrir –no solo para restregárselo en las narices a tanto charlatán que no se para a pensar si ha podido comprobar lo que defiende– que la apariencia no es la realidad. Hemos construido una sociedad que adula a los que gritan, se disfrazan, cambian su entonación en las clases o las empresas, que no olvidan los gestos necesarios para que los demás crean lo que no se lleva dentro, incluidas las amenazas de volver a machacar, como en el pasado con las armas o la Constitución, a los que sugieren probar otra cosa distinta de la que se está viviendo; sobre todo si se está viviendo mal.La verdad que no está nada mal. De vez en cuando, en la intimidad, a Punset le sale la fierecilla que lleva dentro. Esa fierecilla que, en un supuesto blog de divulgación científica, compara las armas con la Constitución.
E, insisto una vez más, un pésimo escritor. Un maestro de no decir nada. Y si no explíquenme ustedes qué carajo significa "un charlatán que no se para a pensar si ha podido comprobar lo que defiende" o "no olvidan los gestos necesarios para que los demás crean lo que no se lleva dentro" y por qué hay que releer las frases tres veces para descifrar que, en realidad, no significan nada.
1 comment:
Una de las cosas que más me chocan de este individuo es su referencia reivindicativa a las emociones.
Me choca porque para la psicología seria una de sus luchas es precisamente contra ellas.
Me choca porque en realidad las emociones no son la causa de nada sino el producto de algo.
Me choca porque las emociones interfieren con la toma de decisiones.
Me choca porque explicaciones del tipo "me salió de dentro" en las que se suele uno referir a alguna emoción, resultan recurrentes de un modo facilón pero no son explicativas de nada.
En la referencia a su último libro se habla sin problema de "lo de fuera y lo de dentro", al igual que en todo su discurso, todo mezclado y lleno de frases vacías o contrarias.
Sí que resulta el discurso de este caballero en un buen ejemplo de cómo podemos utilizar el lenguaje sin que suene contradictorio o vacuo. Decir "nada y todo" y sonar hasta intelectual profundo.
Sin duda estamos ante un problema de educación, pero de educación crítica del público que lo alienta. Más allá del efectivo marketing que lo empuja a tan altas cuotas.
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