Me ha encantado este artículo acerca del "aura intangible" de las marcas de coches, que se puede hacer perfectamente extensible a casi todo. Lo que se cuenta es bastante obvio para muchos de nosotros, pero no tanto para otros, y siempre es agradable leerlo.
Dice Guille García que el mercado automovilístico se ha llegado a un punto en el que hay pocos grupos automovilísticos capaces de competir, cada vez se emplea más la construcción modular para ahorrar costes, y que ha llegado un punto en que todos los coches del mercado son buenos. Yo añadiría que, dentro del mismo segmento, los coches son prácticamente iguales y todo es cuestión de gustos.
Es por eso que las marcas ahora invierten mucho en vender sensaciones:
"Las marcas, cada día más, se percatan de que esto funciona así, y dirigen menos recursos al producto, menos recursos a que los medios "profesionales" prueben el producto como tal, y más a vendernos el intangible, lo etéreo, lo que no se puede tocar, pagar o comprar. Desgraciadamente, toda esa aura mágica por la que nos intentan sacar el dinero es ficticia, y desaparece a los pocos meses de tener el coche, que se acaba convirtiendo en lo que ya son, objetivamente hablando, electrodomésticos de transporte, nada más.
Pero es que, de otra manera, un mismo grupo no podría convencernos para tratar de vendernos "la misma lavadora" con cinco marcas distintas, y precios dispares pensados para disgregar a la población entre "pudientes", "aspirantes a pudientes" y "clase trabajadora."
Porque el precio no es lo que cuesta fabricar algo, sino lo que la gente está dispuesta a pagar por ello. Es por eso que, cuanto menos informada está la gente, menos piensa críticamente, y más problemas psicológicos o carencias emocionales tiene, más se deja llevar por las modas y se deja influir por la cancamusa, no sólo comprando un coche sino en todos los aspectos de la vida.
Es por eso que el "estatus" existe (y nuestro país es especialmente proclive a esto). Por desgracia, muchos ni siquiera saben que en la mayoría de los casos diferentes marcas y productos son en realidad del mismo fabricante.
Es por eso que poca gente sabe que BMW, Mercedes, Jaguar y Porsche tienen un índice de fiabilidad pésimo, muchísimo menor que marcas generalistas como Volkswagen, y que marcas sobre las que pesan grandes leyendas urbanas (como las coreanas Kia y la ya desaparecida Daewoo) se encuentran entre las más fiables del mercado.
Lo bueno de todo esto es que esos compradores de auras intangibles y de estatus de todo tipo (que ocurre también con los vinos) en realidad acaban subvenciondo que haya buenos productos al alcance de muchas más personas, en el mercado de primera y segunda mano.
Hacia el final del artículo leemos el siguiente párrafo:
Por todo ello, amigo lector, si te estás pensando en comprar un coche en las próximas semanas, meses o años, te animo a ser crítico, objetivo, y olvidarte de todo lo que has leído sobre la marca y el modelo en cuestión. Pruébalo con tu propio criterio, y no te dejes engañar por la maquinaria comercial que te dice lo maravilloso que es. Si tan bueno es, seguro que el coche es capaz de demostrártelo. Compáralo con sus rivales, probándolos también. Y si después de ello te quedan dudas, será un buen momento de leer a los expertos en los medios de comunicación.Y digo yo, ¿tenemos que leer un artículo sobre cómo comprar un coche para recomendar a la gente que piense críticamente o, en definitiva, use el método científico para buscar "la verdad"?
Saludos.
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