13 March 2012

¿Mesentiende?


Una de las formas de perder la atención y la credibilidad en una conferencia es maltratando al público. Se puede hacer de muchas formas: mostrándose descuidado y poco preciso, "riñendo" al público nada más empezar, o soltando reivindicaciones que nada vienen a cuento...

Es la segunda vez que veo una conferencia por Internet, de cuyo nombre no quiero acordarme, hecha en Cataluña, sobre un tema que nada tiene que ver con las lenguas. Y es también la segunda vez que, sistemáticamente, se envían mensajes como mínimo "extraños" a un público que va a ver una conferencia, no un discurso político.

La primera vez, creo que ya lo comenté aquí pero no encuentro el post, los ponentes, al ver que había "indios" en la sala acabaron hablando de "hermandad entre pueblos" con ellos (concretamente guaraní), afirmando públicamente (está grabado) que el catalán también es una lengua perseguida en España. Los ponentes parecían mucho más interesados en ese tema que en el que trataba la conferencia. Y también dijeron públicamente que estaban haciendo un favor por intentar hacer partes en castellano.

Esta segunda vez, tras presentar a la primera ponente como la autora de un trabajo "más o menos científico" (textual), ésta abre la sesión así:

"La presentación es como "muy bilingüe"... yo... siempre digo que hablo castellano-catalán, una mica complicado, intentaré parlar... hablar sólo en castellano. Creía que era en castellano la presentación... para mi no es un problema... Creo que los idiomas sirven como para comunicarnos y, en algún momento todo el mundo entenderá el catalán pero... esto es lo que hay, y ya está. Bueno, dicho esto..."

¿Recuerdan las tres formas de maltratar al público que he comentado al principio? Lenguaje completamente descuidado, nada de rigurosidad, se riñe al público por "no saber catalán" y se finaliza con reivindicaciones y apreciaciones que nada tienen que ver con la conferencia. Creó tan mala impresión que inmediatamente salté a minutos más adelante para ver su trabajo "más o menos científico" y bastó un vistazo rápido para ver que el resto de su intervención estaba a la altura de su apertura: por los suelos.

Cuando uno da una conferencia tiene que dar, no pedir. Y tiene que dar de verdad, no hacer favores. Es la regla número uno del hablar en público. La conferencia se da en el idioma que el conferenciante o la organización decida, y debe estar expuesta en los carteles y el público debe conocerla de antemano para decidir si va a o no, y a qué atenerse. Es el público el que está haciendo el favor de ir, dedicando su tiempo (y en muchos casos, su dinero). Ningún miembro del público va a quejarse porque una conferencia se dé en catalán si así se le avisó de antemano.

Ahora bien, abrir una conferencia diciendo al público qué idioma debe entender o dejar entender es de vergüenza ajena. Montar el numerito del idioma híbrido (castellano-catalán en este caso) es una payasada. Perdonar la vida al público por hacerle el favor de intentar darla en un idioma en el que supuestamente se tenía que dar (en este caso castellano, que además la ponente habla perfectamente) es una aberración.

Saludos.

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