17 October 2012

Sobre estados y naciones


¿De verdad que no se aburren? Debates sobre lo que es una nación. Sobre cuál es la nación de cada uno. Sobre la conveniencia o la injusticia de que una nación no tenga estado. Sobre si los estados son o no plurinacionales. Luego, se da uno una vuelta por el mundo y se encuentra que estados semi-independientes se han unido precisamente para constituir una nación (por ejemplo Estados Unidos), o repúblicas federales compuestas por estados (por ejemplo, Alemania) o cantones (por ejemplo, Suiza), que lo mismo me da que me da lo mismo. ¿No es para volverse loco?

Todo ello palabrería pura. Elucubraciones sin sustancia alguna. Fronteras y conceptos que acaban siendo siempre políticos y por convención. Que siempre son debatibles.

¿Tan diferentes son la cultura vasca y asturiana, cuando ambas tienen básicamente la misma geografía, clima, cultivos, construcción, alimentación y juegos tradicionales? ¿En qué se diferencia un talo de un torto asturiano o cántabro? ¿De verdad tiene tanta importancia cultural un pan ácimo como los que se comen en todo el mundo desde hace milenios? ¿Es tan diferente un caserío vasco de una torre en Aragón o de una masía en Cataluña? ¿Los pueblos de la ribera del Ebro, pertenezcan a Aragón, Navarra o Cataluña?

La política y la educación española, en buena parte gracias al fomento exacerbado de lo local, nos está volviendo cada vez más egocéntricos (recuerden el post sobre el arraingorri), y llevándonos inevitablemente a la ignorancia. En un mundo cada vez más global les aseguro que esto no es precisamente bueno.

Bien está conocer y apreciar lo que te rodea, pero como se dice vulgarmente, procura que los árboles no te impidan ver el bosque.

Todavía recuerdo en mis tiempos de instituto cuando estábamos jugando al trivial unos cuantos con una chica catalana recién trasladada a nuestra comunidad.

La pregunta era: ¿En qué país se encuentra el Mont Blanc?

Y ella respondió: En Cataluña.

Todavía puedo escuchar las risas de los compañeros y el cachondeíto que hubo con ella durante bastante tiempo. Estoy seguro de que le provocó un trauma infantil, en cierta forma. Ahora bien, ¿era culpa suya?

Saludos.

2 comments:

Jorge Campo said...

Este blog, con todo, me está resultando de lo más interesante que leo en Internet.
Me parece que debiera ser lugar común pero opiniones como estas las veo de a poco.

¿Será que somos raritos, será que somos unos desapegados?

Un saludo!

Betawriter said...

Muchas gracias Jorge. En mi entorno opiniones similares a lo leído por aquí haberlas haylas, otra cosa es que prefieran no expresarse... Total, ¿pa qué? :)