04 January 2010

Computación distribuida... ¿una novedad?


Leo en la prensa la siguiente noticia:

"Un novedoso proyecto de computación dirigido por investigadores de la Universidad de Zaragoza permite que los ciudadanos cedan voluntariamente capacidad de cálculo de sus ordenadores personales en los momentos en los que no los están utilizando."


Recuerdo allá por 1997 cuando distributed.net ya utilizaba esta tecnología y lanzó un curioso proyecto para demostrar que una clave privada de 56 bits en RSA no podía considerarse segura. Decenas de miles de voluntarios por todo el mundo se descargaron el programita y cedieron los tiempos muertos de sus ordenadores. Había un incentivo divertido, que era que se podía colaborar por equipos en potencia de cálculo y creo recordar que había un suculento premio para el afortunado que adivinaba la clave. Ambas razones (ser pionero en la computación distribuida en casa y el premio) hicieron que muchos participáramos. Nótese además que entonces los retos eran mayores, puesto que la conexión a internet se hacía vía módem y estando conectado muy pocos minutos al día. El tema del premio como incentivo también se ha mantenido en el proyecto Ibercivis.

Poco después (en 1999) empezó a ser famoso el proyecto SETI@Home, donde podías ceder tiempo de tu CPU para buscar inteligencia extraterrestre. Este proyecto, desarrollado en la Universidad de California, Berkeley, pasó a sentar las bases de la computación distribuida en casa, dando como resultado una arquitectura denominada Berkeley Open Infrastructure for Network Computing.

A partir de entonces, este tipo de proyectos dejaron de suponer una "novedad" para ser una forma más de computación distribuida. Es decir, se pasó de la investigación, de la experimentalidad, de haber demostrado que se puede construir una infraestructura para aprovechar los ordenadores de la gente para computación distribuida, a ser una tecnología más.

Como no podía ser de otra forma, el proyecto Ibercivis utliza la Berkeley Open Infrastructure for Network Computing, como hacen otros tantísimos. Es por eso que estas noticias dejan un sabor agridulce.

Lo positivo: la puesta a disposición de capacidad de cálculo para fines "buenos". Lo negativo: presentarlo como innovación tecnológica, cuando es un tema que está más que trillado. En el vídeo de presentación de Ibercivis se hace todavía más énfasis en esto: "se trataría de utilizar de forma pionera los tiempos muertos de miles de procesadores para realizar tareas derivadas de un proyecto de investigación".

Este abuso del lenguaje (por llamarlo de alguna manera) no debería tolerarse. Hay muchísimos proyectos de este tipo desde hace mucho tiempo. El World Community Grid, que funciona desde 2004, pretende "crear el mayor entorno mundial de computación distribuida para proyectos científicos que beneficien a la humanidad", con casi 500.000 usuarios registrados. Éste es un sólo ejemplo de las decenas de proyectos de investigación con computación distribuida ciudadana que había ya en 2007. Ahora seguramente habrá muchos más.

Es este tipo de cosas, el subirse al carro los penúltimos, copiando además de manera exacta los modelos (premios, etc...), llamarlo innovación y hacer énfasis en ello, creo que no es positivo sino un signo de provincianismo.

Confundir la innovación con otros esfuerzos es malo porque al final es imposible distinguir el grano de la paja. Ahora resulta que todo es innovación, investigación, como si eso fuera lo único que sirve. Esta manía por innovar hace que, por una parte, se trivialice la investigación e innovación de verdad. Por otra, se le resta esfuerzo e importancia a la gestión, la puesta en marcha y la aplicación práctica, como si eso no fuera importante, complicado o meritorio.

Todo esto hace especial daño a todos los sectores: el científico, el tecnológico, el político y especialmente al ciudadano, que acaba siendo un perfecto mentecato cuando sale al mundo creyéndose alguien y descubriendo que es el último mono. Es decir, haciendo el ridículo y, lo que es peor, haciendo que la ciencia vaya hacia detrás en vez de hacia adelante.

¿Por qué no presentar este proyecto como un importante esfuerzo y aportación local al ya nutrido grupo de proyectos de computación distribuida? ¿Por qué no explicar los beneficios de haber creado esta infraestructura local en vez de unirse a otras iniciativas más ambiciosas? ¿Por qué debería el ciudadano unirse a este proyecto de computación distribuida en vez de a otros?

Creo que éste es el debate interesante. Presentar el proyecto como poco menos que una innovación computacional sin precedentes no me parece una óptica apropiada en 2010.

1 comment:

Javifields said...

¡no puedo estar más de acuerdo!
más que 'abuso de lenguaje' yo lo llamaría 'engañabobos', llamar investigación/innovación a lo que no lo es hace un flaco favor a los verdaderos investigadores/innovadores