¿A qué han oído ustedes muchas veces el argumento de que "el Estado se está financiando con las autopistas en Cataluña"? Es una de las máximas consignas nacionalistas catalanas, y hoy ha aparecido la noticia de que algunos famosos del ramo se están negando a pagar los peajes, haciendo alarde de ello, porque "ja n'hi ha prou què a altres llocs visquin millor gràcies a nosaltres" (ya basta de que en otros sitios vivan mejor gracias a nosotros). En concreto se habla de la C-32 (antigua autopista dels túnels del Garraf, ahora autopista Pau Casals).
Y resulta que la C-32, como otras tantas, es una autopista autonómica, cuya titularidad y gestión corresponde exclusivamente a la Generalitat y es explotada por la concesionaria catalana AUCAT. Es la propia Generalitat la que ha subido los peajes de sus autopistas en los últimos años aproximadamente el doble que las gestionadas por el estado.
Pero el mensaje que se sigue dando, incluso desde los medios y gente supuestamente respetable, es que las autopistas son "un arma española para robar dinero a los catalanes y así poder tapar su mala gestión".
Hablando de "robar", ya se explicó en otro post hacia qué comunidad autónoma iban unos 1.000 millones de euros de los impuestos catalanes. Y hablando de gestión, y de la tradicional "eficacia y eficiencia catalana" (otro mensaje de gran calado mediático), poco se ha estudiado el caso del estado actual de la sanidad y educación pública en Cataluña, tras varias décadas de autogestión.
Y es que aquí siguen calando los mensajes facilones y, sobre todo, que calienten al personal. Siempre intentando buscar odio y falsos enemigos entre la población de a pie. Y mientras la población se distrae con odios viscerales y tonterías nacionalistas variadas, las empresas concesionarias de las autopistas y los politiquillos de turno se ponen las botas. Que generalmente son los mismos. No olviden cómo ese gran personaje llamado Albert Vilalta, hijo de un consejero de Jordi Pujol, y director general precisamente de una empresa que se dedica a cobrar peajes, no le bastó con irse a jugar a las oenegés a Mauritania y tener que ser rescatado, sino que posteriormente pidió una indemnización y el estatus de víctima de terrorismo al propio estado que lo sacó de allí con vida.
Respecto a la distribución de autopistas de peaje, no hace falta acudir a dudosos criterios nacionalistas y discriminatorios. Creo que no hace falta ser muy listo para saber que donde no hay población y/o gran movilidad, no se puede hacer negocio, y las empresas explotadoras no son hermanitas de la caridad. También es obvio que una comunidad autónoma que quintuplica a otra en superficie necesita de más kilómetros de autopista.
Éste es el mapa de densidad de población:
Éste es el mapa (algo anticuado) de autopistas de peaje:
A eso hay que añadir, además, criterios históricos de cuándo y con qué finalidad se construyeron las autopistas en los años 70 y 80. Así como lo que está diciendo Europa al respecto. Hay alguna pequeña información aquí.
¿Dejaremos alguna vez de decir tantas tonterías?
Saludos.
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