Los debates acerca de la cultura, los libros, y los derechos de autor siempre son interesantes. Pero, igual que en muchos otros campos, una cosa es lo que nos gustaría, la filosofía, el trasfondo, el debate de la charla de café y otra es la realidad.
Me ha parecido muy curiosa la historia de un autor que encontró su libro pirateado en un portal de Internet. Se suscribió al foro del portal y mostró su enojo educadamente, indignándose especialmente porque la página donde se publicitan los libros enlaza a portales que hacen dinero con las descargas de ficheros (a base de banners y/o cuotas de suscripción, estilo megaupload), y porque nadie le pidió jamás permiso para colgar su libro ahí.
Las respuestas fueron variadas, pero todas del mismo corte: "respetamos tu opinión, nosotros no nos lucramos con esto (aunque reconocemos que unos terceros sí), creemos que la cultura debe ser libre y gratuita, así que vamos a seguir haciendo lo que nos de la gana, por mucho que tú hayas firmado un contrato voluntariamente y estés muy contento con tu editorial". Se ampararon en argumentos de todo tipo, dándole lecciones de economía, cultura, ética y filosofía, pero se mostraron reacios a respetar no sólo la legalidad vigente, sino la libre voluntad del autor de cómo comercializar su libro. Y, desde sus anónimos nicks, le instaron a identificarse, arguyendo que si no todos sus argumentos carecían de validez.
Algunos de los argumentos utilizados fueron el precio de los ebooks. Hay algo que la gente no acaba de entender: en la economía de mercado los precios son una cuestión de oferta y demanda, no exclusivamente de costes de producción + porcentaje de beneficio. Si un libro que está gratis en una biblioteca se sigue vendiendo, es porque hay gente dispuesta a pagar por no tener que ir hasta la biblioteca y/o esperar a que esté disponible, o por tenerlo siempre a mano, o porque así la estantería le queda más bonita. De igual forma, si un libro electrónico esta más caro que uno en papel es porque hay gente dispuesta a pagarlo en ese formato: una vez que tienes un buen lector de ebooks estás dispuesto a pagar más por no tener que cargar y almacenar el equivalente en papel, por ejemplo. O incluso por no tener que perder tiempo en encontrarlo gratis por la red. Por si fuera poco, al ebook se le aplica mucho más IVA que al libro en papel.
No estoy justificando nada. Sólo explicando lo que hay. No sé cuál es el mejor modelo, pero sé que vivir de escribir libros es muy difícil, y que como bien dice el autor, vivir de la autoedición o de "la voluntad" sólo es viable cuando uno es suficientemente conocido porque ha sido impulsado / promocionado / llevado a las estanterías de las tiendas.
También sé que, como bien dice el autor, hay infinitos libros con los que aprender y entretenerse, de máxima calidad, que son gratuitos y están a disposición de todos, la mayoría escritos hace siglos e incluso milenios atrás. Por qué la gente los ignora y le interesa más Harry Potter habría que estudiarlo.
Así es como resume el primer autor su experiencia con el portal de internet donde lo encontró pirateado y las respuestas de la gente del foro:
Lo que más me sorprende del razonamiento de unos cuantos de vosotros es que, convencidos como aparentemente estáis de que las editoriales nos roban y de que los autores somos pobres víctimas estafadas, aún así pongáis nuestros libros en internet sin pedir permiso. En plan "vamos a quitarles a los autores sus libros, que total, ya están acostumbrados a que les roben, y no les importará".
No habéis venido a mí con la cara descubierta, no me habéis dicho "somos fulanito y menganito, con DNI tal,formamos la asociación/editorial/ONG/plataforma revolucionaria XXX, domicilio fiscal cuál" (sí, todo eso mi editorial sí que me lo ha dicho), "vemos que tu editorial te está estafando, te proponemos que rescindas tu contrato con ellos a la mayor brevedad posible y firmes con nosotros, te ofrecemos las siguientes condiciones que como verás son mucho más ventajosas...". Nada de eso; habéis colgado mi libro sin pedirme permiso y encima pretendéis convencerme de que son los de la editorial los que me roban. Buen intento.
Poco después, me entero de que esto ya ha sido portada en menéame, y que hubo otro autor que hizo justamente lo contrario: ofrecer su libro gratis en ese mismo portal de Internet, debido a que al autoeditarlo e intentar promocionarlo por su cuenta, poniéndolo a precio de 1 euro, no lo compró absolutamente nadie. Ésta es su visión:
En definitiva: En mi cortísima y acotada experiencia, el mercado español no está del todo preparado para pagar por el consumo de entretenimiento (porque yo no considero mi novela cultura, es sólo puro entretenimiento), y requiere muchísimo tiempo intentar que la gente llegue a conocer tu obra (tiempo que consideré una inversión, pero que finalmente nunca vi recompensada económicamente, aunque sí sobradamente en elogios y ánimos para seguir escribiendo). Aunque a muchos parece ser que les encantó, sólo 1 debió decidirse a comprarla (y ni siquiera sé si fue después de leerla, o fue directamente alguien que aterrizó en la página del libro y lo compró sin saber ni de qué trataba). Con este panorama, entiendo que un autor que quiera dedicarse a esto como medio de vida decida tirar por el modelo clásico editorial.
Como tercera aportación relacionada con el tema, hay una charla en youtube muy interesante, titulada "cómo matar al intermediario", que dio a la luz la revista y posterior editorial Orsai. Reconociendo lo genial de la idea y con toda las buenas intenciones y argumentos que se dan acerca de la cultura libre y gratuita, es muy difícil no sacar como conclusión que todo ello no surgió como proyecto empresarial propio, a causa del enfado personal del autor con sus editoriales. En cualquier caso, el vídeo es más que recomendable.
El tema da mucho de sí, pero las experiencias de estos tres autores me parecen muy a tener en cuenta para no caer en el estúpido discurso prefabricado de siempre.
Saludos.
PD: Ahí van los textos completos de los autores.
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AUTOR 1:
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Batera:
Sí, ya suponía que los participantes en no ganan dinero. Yo dije claramente "alguien está ganando dinero con mi libro". Porque vosotros remitís a otras páginas, en las cuales hay publicidad, o se ofrecen servicios "premium" de descarga de pago. Alguien está ganando dinero, y si no sois vosotros, desde luego tampoco soy yo.
Por otra parte, los "miembros activos o pasivos de esta página" no se llevan dinero en metálico, pero se llevan libros gratis. Me parece un interesante beneficio económico.
Los libros en inglés siempre han sido más baratos que en español.Supongo que es una cuestión de tamaño de mercado y volumen de ventas. No es de extrañar que la versión electrónica también sea más barata.
¿Te molesta que un libro de Asimov valga 11 euros? A mí me revienta que unos pantalones valgan 60 euros, una noche de hotel valga 80 y un coche valga 15.000. ¿Sabes que hago? ¿cojo lo que quiero y me voy sin pagar, porque es demasiado caro? Pues no. Lo que hago es pagar lo que me piden y me aguanto, o bien me quedo sin coche, sin pantalones y sin vacaciones.
Betatron:
Desde luego, el DRM es una lata. Como son una lata los controles en los aeropuertos, que hacen perder horas y encarecen enormemente los pasajes. Ojala no hubiera terroristas y pudiéramos subir al avión sin tanto control, como hace años. Ojala no hubiera descargas ilegales y pudiéramos tener libros electrónicos sin DRM.
Tanto tú como Batera usáis impropiamente la palabra "estafa" para referiros a los libros electrónicos a la venta. Estafa sería decir "es un libro electrónico y vale 15 euros", pagas tus 15 euros y en vez de un libro te dan una patata frita. Pero si te explican lo que es, te dicen el precio, tú estás de acuerdo y pagas, y te dan lo que has pagado, no veo la estafa por ningún lado. Podrá ser caro, pero no es una estafa.
¿Y distribuir libros electrónicos sin la autorización del autor ni de la editorial, qué es? No sé, no soy abogado.
Esta discusión sobre el precio de los libros electrónicos ya la he tenido varias veces con mis editores. Yo también veo que se venderían más si fueran más baratos, y que los precios altos facilitan la piratería. Y también lo ven los editores. Por favor, no caigáis en el infantilismo de pensar que los editores son imbéciles que no se enteran de nada. Hay muchas editoriales en España, en las cuales trabajan muchos cientos de personas con estudios y con experiencia y que conocen bien su oficio. Y esa gente que sabe más que tú y que yo sobre el mercado de los libros me contesta:
- Que nuestro gobierno ha decido que el IVA de los libros en papel sea del 4%, y el de los electrónicos el 18%. Es decir, de dos libros cuyo precio base furan 10 euros, el de papel automáticamente sube a 10,40 euros, y el electrónico a 11,80 euros.
- Que convertir un libro al formato electrónico tiene un precio.
- Que montar una web que permita su descarga segura tiene un precio.
- Que la editorial no vende los libros electrónicos directamente, sino a través de libreros, que tienen un margen.
- Que, en definitiva, hasta ahora llevan gastado mucho dinero en todo esto de los libros electrónicos, y no tienen más que pérdidas.
Aprecio la solución que me propones, pero no me parece aceptable. A ver si nos entendemos. Si una editorial hubiera colgado mi libro en internet sin mi permiso, yo les demandaría. Si Amazon hubiera colgado mi libro en internet sin mi permiso, yo les demandaría. Si Google hubiera colgado mi libro en internet sin mi permiso, yo les demandaría. Me importa tres pepinos si lo han colgado gratis o cobrando. Incluso si ahora recibiera una carta con un cheque de "Editorial La Más Lanzada" diciéndome "nos hemos tomado la libertad de colgar su libro en internet, aquí tiene los 1000 euros que le han correspondido por las ventas", me cabrearía muchísimo. Porque el problema es que para publicar mi libro, en papel, en formato electrónico o en lo que sea, tienen que pedirme permiso, y tenemos que firmar un contrato. Y nadie me ha pedido permiso desde .
Batera de nuevo:
No es tan sencillo. No puedo pasar de mi editorial y cobrar directamente mi parte. Para empezar, tengo un contrato firmado, y en mi pueblo respetamos los contratos. Para continuar, ese contrato no es abusivo ni me ha sido impuesto por la fuerza, sino que me parece justo y estoy satisfecho con él. Estoy agradecido a mi editorial por haber confiado en mí y haber publicado mis libros, y no les quiero traicionar.
A ver si entendemos un poco cómo va el negocio editorial. Cualquiera puede escribir un libro. Lo difícil es encontrar una editorial que lo publique. Cuando un autor tiene renombre y seguidores, probablemente cualquier cosa que publique se venderá, con sólo poner en la portada "la nueva novela de Fulanito". Pero la primera, la primera cuesta horrores. Un profesional puede más o menos ver que cierto libro está bastante bien y cierto libro es bastante malo, pero nunca es seguro. Si hubiera alguna manera de predecir qué libro será best-seller, las editoriales sólo publicarían best-sellers. Pero no se puede. Una editorial decidió que mi primer libro era lo bastante bueno para publicarlo. Lo bastante bueno para asignarme un editor, una persona que me asesoró para darle forma y mejorarlo. Lo bastante bueno para gastarse el dinero en imprimirlo y en distribuirlo. Fue una apuesta por un autor completamente desconocido (he visto que en vuestra web no hacéis tales apuestas. Sólo tenéis epubs de autores publicados), una apuesta que podía salir mal, y que de hecho suele salir mal. Las primeras ediciones para un autor novel suelen ser de unos 3000 ejemplares; si se venden todos y se hace una segunda edición, se considera un gran éxito. Muchos libros no consiguen vender la primera edición, acaban a mitad de precio en librerías de saldo, o destruidos. El autor suele cobrar un 7-10% del precio de venta al público. Haz cuentas.
En esa editorial que confió en mí y se jugó los cuartos trabajan personas a las que conozco y aprecio. Tienen editoras que se reúnen conmigo, me asesoran, me animan a seguir escribiendo, y sin las cuales no tendría yo más que un libro. Tienen una directora que es una gran profesional y me ayuda en lo que puede. Tienen un departamento de prensa en que hacen lo posible y lo imposible para dar a conocer mi obra. Tienen una correctora capaz de encontrar errores de sintaxis en mi manuscrito, y con la que me encanta discutir largamente sobre la acentuación de los demostrativos. Tienen contables que llevan las cuentas y me pagan religiosamente. Y toda esa gente tiene que cobrar y tiene que trabajar en una oficina, en una empresa que tiene que pagar todo tipo de impuestos.
¿Y creéis que les voy a dar el salto para unirme, agradecido, a un grupo de desconocidos sin nombre que han colgado en internet mi libro sin permiso?
Fanhoe:
Cómo otros, sugieres que si los libros electrónicos fueran más baratos tú no los descargarías ilegalmente. Pero eso suscita dos problemas:
- ¿Hablas por tí sola, o por todos los internautas?
- ¿Cuál es el precio límite a partir del cuál no te descargarías jamás la copia ilegal? ¿Es ese precio el mismo para todos los internautas?
Porque, ¿quién me garantiza que, si mi e-libro se vendiera a 5 euros, nadie lo iba a piratear?
Ahora mismo, mi libro cuesta 16,50 en papel, 12 euros electrónico. Lo creáis o no, es una diferencia justa. Quítale el IVA, y te queda 15,86 contra 10,17. Una diferencia de 5,69 euros que cubre el precio de impresión, almacenamiento y distribución. Porque el libro electrónico también tiene un autor, y un editor, y un corrector de imprenta, y un contable, y alguien que limpia los despachos de la editorial.
Pereirano:
Insisto, no subestimes la materia gris de las editoriales. Si te parece fácil, funda tu propia editorial y hala, a hacerse rico.
Ikero:
Repito, no digo que alguien "de aquí" esté ganando dinero. Lo gana alguien de otro sitio. Y lo he visto con mis propios ojos, un pop-up como una casa de un casino on-line.
Y no, no he puesto el mismo mensaje en los cientos de páginas que enlazan con mi libro. Lo he puesto en esta porque es, hasta ahora, la única que he visto en la que hay un foro. Y no lo pondré en otras, aunque tengan foro, porque no puedo dedicarle a esto más horas. Tengo una vida.
JAAC:
Gracias por tus amables palabras.
Como autoeditor tú has sido al mismo tiempo autor y editorial. Puedes explicar a tus compañeros cuantísimo dinero has ganado en ambos oficios, lo fácil que es vender libros y todas esas cosas :-)
Estoy completamente de acuerdo en que cada descarga no significa que se vende un libro menos. Sé perfectamente que muchos (si quieres, la mayoría) de los que se descargan gratis un libro (o canción, o película) de todos modos nunca la habrían comprado (¡ni aunque fuera a cinco euros!). Pero la cuestión no es esa.
Hay miles de libros gratis. Libros clásicos, la mayoría de mucha mejor calidad que los modernos. Están en Gutenberg, en Google Books, en Wikisource, en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Yo nunca he comprado un libro electrónico, y últimamente compro muy pocos en papel, porque prefiero leer clásicos electrónicos. Tengo lectura para toda la vida. ¿Para qué me iba a comprar el Código Da Vinci si puedo leer gratis a Dickens, a Galdós o a Conan Doyle?
Yo no me quejo de que la gente no lea mis libros. Nunca verás a autores o editores pidiendo el cierre de Gutenberg o de Wikisource. No decimos "hay que prohibir los clásicos, porque esa gente que lee a Cervantes no compra novelas modernas y perdemos dinero". Me parece magnífico que la gente prefiera los libros de Dickens a los míos (yo también los prefiero), y si nadie quisiera leer mis libros, pues me tendría que aguantar.
El problema no es que no los quieran leer. El problema es que algunos sí los quieren leer pero no quieren pagar.
Por cierto, en Gutenberg, en Wikisource, en Google Books, no están mis libros. Porque son sitios serios que respetan los derechos de autor.
¿Por qué no os animáis vosotros a ser también un sitio serio? Colgad sólo libros exentos de derechos, o bien conseguir autorizaciones de autores y editores antes de colgar libros actuales. ¿Que cuesta trabajo contactar con los autores? Sí, cuesta trabajo. Pero las editoriales lo hacen, ninguna editorial se atrevería a publicar mis libros sin mi permiso. ¿Que tenéis miedo de que los escritores contactados no os den la autorización? ¿Pues qué bien, no?
¿Y si me la hubierais pedido a mí? Pues lo siento, no os la hubiera dado. No sólo tengo un contrato firmado, como adivinas, un contrato firmado voluntariamente. Es que, si yo no hubiera firmado contrato ninguno y quisiera colgar mi libro gratis en la web... no lo colgaría en vuestra página, y menos en una central de descargas que anuncia casinos on-line. Lo colgaría en mi propia web y me quedaría tan ancho.
Faka:
Perdona, no te puedo decir si soy o no soy quien dices, porque si no al final por exclusión lo vais a sacar.
Lo de las editoriales nadando en oro... más quisieran. Si tú te atreves a fundar una editorial, adelante. Yo no me atrevo, y eso que podría tener de entrada mis propios libros.
Lo de colgar los primeros capítulos y quien quiera que se compre el resto ya lo ha hecho mi editorial. Los primeros capítulos están gratis y legalmente en la red. Pero eso no ha impedido que otros pongan el libro entero, sin permiso. ¡Cómo es la gente!
Feather:
Bueno, creo que te he contestado más arriba. No creo que mi editorial se esté quedando con la mayoría de mi dinero. Ellos se quedan su dinero, yo me quedo el mío. Cualquier escritor puede autoeditarse, como ha hecho JAAC. No tienes editor ni corrector, no tienes publicidad ni canales de distribución, habitualmente es un desastre. Que no, que los autores no somos tontos, y que si tan maravillosa fuera la autoedición, lo haríamos.
Perseo:
Insisto, con mi editorial no estoy enfadado, estoy agradecido. Firmé un contrato con ellos porque quise, y lo pienso cumplir. Como todos los autores. Puedo cancelar cuando quiera los contratos de mis libros, y puedo buscar otra editorial, o autoeditarme, para los libros futuros. Pero de momento no lo pienso hacer.
No deja de sorprenderme que unos señores que han puesto mi libro en internet sin mi permiso y sin pagarme un céntimo insistan en intentar convencerme de que mi editorial, que sí me pidió permiso, sí que firmó un contrato y sí que me paga, me está estafando. Me vais a perdonar, pero yo no lo veo así.
No conocía Netflix, pero me gusta Spotify, que por lo que entiendo debe ser algo parecido. Estoy de acuerdo, una solución así sería lo mejor para los libros electrónicos. Es más, estoy razonablemente seguro de que se llegará algún día. ¿Cuántos años ha habido descargas caras, o descargas ilegales, de música y cine, hasta que se llegó a esas soluciones? El libro electrónico apenas está comenzando, porque todo el mundo tiene DVD o MP3, pero muy poca gente tiene e-book; simplemente es un mercado inmaduro y las empresas no se atreven aún a lanzarse. Pero sí, en muy poco tiempo espero que se llegue a la solución lógica, puesto que la capacidad del ser humano para leer es limitada: un tanto fijo al mes, y que puedas leer todo lo que quieras, sin límite. De ese modo, podrías "hojear" libros, no te encontrarías con que has pagado 12 euros y luego no te gusta. Lo dejas y te descargas otro.
Sólo le veo dos posibles problemas. El más pequeño, la remuneración de los autores. Claro, según el número de descargas. Pero, ¿y la gente que lo descarga y no le gusta y no lo lee? ¿Y si un autor encarga a sus amiguetes que hagan cientos de descargas falsas, para ir cobrando? Supongo que se puede organizar de algún modo.
Y el problema más grande: ¿y si alguien se subscribe al servicio, paga sus 10 euros mensuales, y luego reenvía los libros a cincuenta amigos, que no pagan? ¿Cuánta gente puede llegar a leer gratis con una sola cuenta? Un servicio así sólo serviría si de verdad se acaba con las descargas ilegales.
Lo que dices de la cultura... No sé de dónde ha salido esa absurda teoría de que la cultura tendría que estar al alcance de todos.
Primero, algunos libros son "cultura" y otros no. Muchos libros a duras penas llegan a "ocio" o "entretenimiento". Algunos son, directamente, incultura. La mayoría de los libros que sí que son cultura, la mayoría de los libros que realmente vale la pena leer, son gratis y se pueden descargar fácil y legalmente en internet.
Segundo, la comida es más importante que la cultura, y no es gratis. La vivienda es más importante que la cultura, y no es gratis. La ropa es más importante que la cultura, y no es gratis. No entiendo por qué la cultura, precisamente la cultura, tendría que ser gratis. O la literatura de entretenimiento.
¿Qué oficios tenéis, los participantes en esta página? ¿Hay algún vendedor de ordenadores, algún médico o arquitecto, algún fabricante de ropa o muebles, alguien está en una inmobiliaria o en una agencia de viajes o en un supermercado? ¡Adelante, camaradas, acabemos con el sistema, que cada uno dé gratis lo suyo! ¡Decidme dónde están las webs "casasgratis.es", "comidagratis.es", "ropagratis.es"... Ah, no, la revolución consiste en que los albañiles, los médicos, los informáticos y los auxiliares administrativos distribuyan gratis los libros de los autores, y sin pedir permiso. Así da gusto.
Conde1988:
Ahora sí que me sorprendes. He entrado en un foro en que todo el mundo usa seudónimo (nick, que se dice ahora). Me he registrado en el foro, dando los datos que me han pedido. Ese foro está alojado en una web donde no hay sección de "quiénes somos", donde no se da ni un solo nombre, ni una sola dirección postal, ni un sólo teléfono. Y ahora resulta que yo, precisamente yo, "al menos podría dar la cara". Me temo que aquí hay muchas caras que dar, antes que la mía.
No estoy entrando en litigio con vosotros. Sólo he expuesto una situación y he pedido sugerencias. Algunas de las sugerencias que me han hecho otras personas me han parecido valiosas y las he comentado educada y respetuosamente. La sugerencia de dar la cara, francamente, me da mal yuyu, vistas las circunstancias.
Darkwood:
Insisto, entrar de forma anónima en un foro en el que todos los usuarios son anónimos no es trolear. Comprendo que quieras borrar mi mensaje, comprendo que la tentación de borrar las opiniones que no te gustan siempre es muy grande. ¡Adelante con la censura de internet!
Esta web no gana nada... salvo libros gratis. Que me digan dónde está la web de la ropa gratis, que me apunto, aunque no me den dinero en metálico. En todo caso, en esas webs de descargas, ¿quién ha colgado los libros? Y si no os parecen éticas esas webs de descargas, ¿por qué enlazáis a ellas? Uno es responsable de sus enlaces; no puedes jugar a "ellos son malos y nosotros somos buenos". Si estás de acuerdo con que esas páginas de descargas ganen dinero, dilo. Y si no estás de acuerdo, boicotéalas.
El libro que has visto en amazon, que costaba 16,95 y está rebajado a 13,22 $:
http://www.amazon.com/camino-sombras-Angel-Noche-Spanish/dp/0307882209/r...
no es una edición española. Como verás, tiene el ISBN 978-0307882202, lo que lo identifica como un libro editado en Estados Unidos. En el mismo amazon puedes ver la edición española, con ISBN 978-8401337628; como verás, costaba 32,95, rebajado a 25,04$:
http://www.amazon.com/gp/product/8401337623/ref=s9
¿Por qué esa diferencia de precios? Bueno, como decía más arriba hay un tamaño de mercado. También está todo eso del estado del bienestar, seguro que sale más barato imprimir libros en un país en que no hay seguridad social. Si es que los imprimen en USA y no al sur del río.
Aquí puedes ver los precios de amazon en Alemania. Es la misma empresa, pero tiene que pagar los impuestos y los costes salariales de Alemania. Como verás, una novedad de Terry Pratchett cuesta 17,99 en papel, y 13,99 en kindle:
http://www.amazon.de/Das-Mitternachtskleid-Ein-M%C3%A4rchen-Scheibenwelt...
La diferencia es aun más pequeña que en España. Pero en Alemania no hay tantas descargas ilegales. Porque la causa de las descargas ilegales no son los precios caros. La causa es la cantidad de gente convencida de que tiene derecho a coger lo que quiera sin pagar.
Una edición a 16 euros no es un robo a mano armada. Ni hay robo, ni hay arma. Se podrá discutir si es caro o no es caro, pero evidentemente nadie te obliga a comprarte ese libro, si te parece caro. Yo no he comido caviar en mi vida, porque es caro (esas cosas que ponen en los canapés y que en realidad son "huevas de lumpo" según la etiqueta sí que he comido, pero caviar de verdad, jamás). Pero no voy llorando, "ese precio es un robo; ¡caviar para todos". Si es caro, pues me aguanto y no lo como.
Y dale con que me queje a mi editorial. Mi editorial me ha pedido permiso, se lo he concedido, me han propuesto un contrato, he negociado las cláusulas con las que no estaba conforme, hemos llegado a un acuerdo, lo hemos firmado, ellos lo cumplen y yo también. No son ellos los que han colgado mis libros en la web sin mi permiso.
Ya ves, sí que me he leído todas vuestras respuestas, y he dedicado una mañana entera a contestar (perdonad si probablemente no vuelvo a contestar, ¡tengo otras cosas que hacer!). Y también me he leído ese artículo, "Adiós, industria editorial" que me recomiendas. No me ha parecido nada del otro mundo. Primero, es imposible dar al autor el 50% del precio de venta al público sin subir exorbitantemente dicho precio. Si de verdad alguien cree que las editoriales están teniendo más de un 50% de beneficio limpio... que funde una editorial, nadie se opone. Lo de los contratos esclavos es una chorrada, los contratos actuales ya son limitados. Por ley. Lo de los medios tecnológicos para controlar las tiradas, otra chorrada. Mi editorial ya me envía los certificados de tirada de los impresores, no sé qué más medio tecnológico quieren, como no ponga una webcam en la imprenta y vaya contando los libros que salen... ¿Y quién me garantiza que no están haciendo mientras tanto más ejemplares en otra imprenta clandestina? En esa editorial que muy bien han bautizado como "imposible", por mucho "medio tecnológico" que pongan, seguirá siendo cierto que el autor o se cree las cifras que le da el editor o no se las cree. Yo, las de mi editor, me las creo. Y lo de que los derechos de la obra sean para el autor hasta la eternidad es otra chuminada. Ya con la legislación actual, mis derechos me pertenecen, aunque los ceda temporalmente a una editorial, y pasarán a mis hijos y a mis nietos. Pero no mucho más allá, porque a los 70 años pasan al dominio público. Lo que estos genios están proponiendo es que paguemos hasta la eternidad derechos de autor a los descendientes de Cervantes. Si se llevase a cabo lo que proponen, Gutenberg y Wikisource también serían ilegales. Así que vaya ejemplo que me pones.
Lo que más me sorprende del razonamiento de unos cuantos de vosotros es que, convencidos como aparentemente estáis de que las editoriales nos roban y de que los autores somos pobres víctimas estafadas, aún así pongáis nuestros libros en internet sin pedir permiso. En plan "vamos a quitarles a los autores sus libros, que total, ya están acostumbrados a que les roben, y no les importará".
No habéis venido a mí con la cara descubierta, no me habéis dicho "somos fulanito y menganito, con DNI tal,formamos la asociación/editorial/ONG/plataforma revolucionaria XXX, domicilio fiscal cuál" (sí, todo eso mi editorial sí que me lo ha dicho), "vemos que tu editorial te está estafando, te proponemos que rescindas tu contrato con ellos a la mayor brevedad posible y firmes con nosotros, te ofrecemos las siguientes condiciones que como verás son mucho más ventajosas...". Nada de eso; habéis colgado mi libro sin pedirme permiso y encima pretendéis convencerme de que son los de la editorial los que me roban. Buen intento.
Saludos cordiales
Un Autor
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AUTOR 2:
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Aprovechando que se me menciona de pasada en la noticia a modo de ejemplo de un autor independiente que cuelga su obra gratis, por mi novela corta / relato de ciencia ficción "El valor de los recuerdos", voy a aprovechar para contaros mi experiencia, por si sirve de algo.
Hace ya unos 9 meses me dio por volver a escribir. Según parece, no se me da nada mal, a las personas de mi entorno les encantaba lo que escribía esporádicamente, con lo que me animé a redactar una idea que llevaba tiempo rondando mi cabeza y publicarla en forma de ebook. Más que nada a modo de experimento, nunca he pretendido ganar mucho dinero con ella (aunque habría sido genial poder haber recaudado al menos una cantidad suficiente como para haber cubierto las horas invertidas, más que nada porque lo que quería comprobar es qué oportunidades tiene un autor novel de ganarse la vida con ésto empezando desde cero y siendo su propio editor / distribuidor).
Lo primero fue preparar el archivo digital con la novela. En PDF casi cualquiera puede darle un aspecto suficientemente bueno (con evitar usar Comic Sans o más colores que el negro para el texto, ya has completado un 80%). En ePub la cosa es un poco más complicada, pero nada que no pueda solventarse en un día de trabajo a lo sumo, si eres perfeccionista. Tengo la suerte de dedicarme al desarrollo web, y dado que el formato ePub es básicamente HTML, fue bastante fácil preparar "a pelo" el documento. No obstante, entiendo que no todo el mundo tiene los conocimientos (ni las ganas) de llevar a cabo toda esta preparación, que quieras o no requiere de un mínimo de destreza con el ordenador, así como un poco de investigación. Si yo fuera un autor no muy ducho en tecnología, estaría dispuesto a pagar hasta unos 250 euros para que alguien me preparase la obra en estos formatos, portada incluída.
Lo siguiente fue más difícil: Apenas hay plataformas de publicación en España (y el número de clientes es muy bajo). Contacté con los chicos de 24symbols, ya que me gustaba la forma en que se estaba llevando a cabo la plataforma de publicación, pero me denegaron la publicación de la obra alegando que sólo aceptaban obras provenientes de editoriales por ahora. Para autores que deseen autopublicarse, me decían que ya existían otras plataformas (la única decente que conozco es Bubok), y que me remitiera a ellas. La verdad es que fue una primera gran decepción, pues tenía puestas mis esperanzas en 24symbols como una plataforma que sirviera por fin para promocionar a los autores noveles.
Así que lo publiqué en Bubok, en formato PDF (entonces no admitían ePub, sino que autogeneraban una versión beta en ePub directamente desde el PDF, con dudosos buenos resultados), y le puse el precio más bajo que pude y que consideré razonable: 1 euro. Quería precisamente romper la barrera psicológica del "¿me merece la pena intentar buscarlo gratis por un euro?". También logré publicarlo (con muchas horas invertidas) en Amazon, en la iBookstore, y en Smashwords, cumpliendo para cada una de las plataformas las diferentes normas y requisitos que exigían. Esta fue sin duda una de las partes más complicadas, pero con paciencia y tesón lo conseguí, aún a sabiendas de que son mercados más bien anglosajones y que habría poco interés en una obra escrita en español. En todas ellas les puse el precio mínimo de 1 euro, si bien en Amazon éste aumentaba hasta bastante más de 2 dólares (aún no entiendo por qué, cuando el cambio de divisa no es tan grande).
Después de varios meses promocionándolo entre amigos, foros literarios, enviándosela a ciertos blogs de esta temática, etc, la única visibilidad que obtuve fue la de mis propias publicaciones y la de los amigos que me ayudaron a darlo a conocer. La inmensa mayoría de los medios contactados nunca respondieron. Además, había conseguido la friolera de 2 descargas en Bubok y 1 descarga en Amazon. En este punto, empecé a pensar que quizás las personas que habían leído la novela habían sido muy benevolentes conmigo, pero que ésta no valía ni un céntimo (soy muy crítico conmigo mismo, he de reconocerlo). Así que tras los últimos coletazos de intentar promocionarla (a costa de parecer ya un pesado entre las personas que me siguen por las distintas redes sociales), y obtener unas pocas descargas más, decidí dar por finalizado el experimento. Ya había transcurrido más de medio año, y había obtenido poco por mi cuenta. Empezaba a pensar que el modelo editorial clásico era más efectivo, por aquello de que siempre tienen hueco para promocionar a autores noveles debidamente, dándoles esa oportunidad.
Para finalizar el experimento, pensé que lo mejor era ya otorgar la posibilidad de que cualquiera se descargase gratuitamente la obra. Así, de paso, tal vez pudiese poner a prueba de nuevo su calidad. Contacté con los administradores de epubgratis, y les comenté que tenía la obra en ePub, que si algún editor podía adecuarla al formato requerido y publicarla en dicha web. Les sorprendió mucho que un autor contactara con ellos para publicar su obra en la página. Con mucho gusto, la aceptaron, y en menos de 24 horas quedó publicada [1]. A los dos días, llevaba ya más de 250 descargas, y poco a poco empezaron a llegar críticas a la obra, todas ellas muy positivas. Quedé muy contento, porque al gran público (y esta vez hablábamos de absolutos desconocidos para mí) parecía que les gustaba la novela, y eso anima muchísimo a seguir escribiendo. Esto fue ya hace unos meses. No sé cuántas descargas habrán sido efectuadas desde entonces, pero no han dejado de llegar buenas críticas, y eso me reconforta.
Ahora, algunas conclusiones: Para empezar, la publicación de la obra gratuitamente apenas si ha supuesto una diferencia en las ventas en las plataformas en que aún lo estaba. En Bubok llegué a recibir una compra más, siempre en versión electrónica (la versión en papel es muy cara, ya que Bubok cobra un mínimo bastante alto). Igual lleva poco tiempo, pero está claro que ni siquiera aquellos a los que les gustó se animaron a comprarla (algunos incluso comentan en el hilo de esta noticia que tenían pensado comprarla, pero finalmente no debieron hacerlo; por supuesto, es una decisión en la que yo no entro para nada, pues por algo he publicado conscientemente la obra de forma gratuita). Ahora empiezo a entender que el modelo español no está nada maduro, que apenas si hay apoyo para autores noveles, y que cuesta muchísimo hacerse notar. En un entorno así, entiendo que las editoriales y sus promociones son muy necesarias, si bien eso no justifica que en muchos casos se excedan en los precios de los libros electrónicos. Y claro, eso tiene un coste, que de momento no me atrevo ni siquiera a imaginar, pues aún no he podido probar cómo funciona el sistema. Cuando leí la noticia de aquel autor americano que logró vender un millón de copias de su obra autopublicada en Amazon, no pude evitar que se me escapara una sonrisa, pues estoy completamente seguro de que una situación así es completamente imposible para un autor español que escriba su obra en su idioma natal y la intente distribuir por su cuenta.
En definitiva: En mi cortísima y acotada experiencia, el mercado español no está del todo preparado para pagar por el consumo de entretenimiento (porque yo no considero mi novela cultura, es sólo puro entretenimiento), y requiere muchísimo tiempo intentar que la gente llegue a conocer tu obra (tiempo que consideré una inversión, pero que finalmente nunca vi recompensada económicamente, aunque sí sobradamente en elogios y ánimos para seguir escribiendo). Aunque a muchos parece ser que les encantó, sólo 1 debió decidirse a comprarla (y ni siquiera sé si fue después de leerla, o fue directamente alguien que aterrizó en la página del libro y lo compró sin saber ni de qué trataba). Con este panorama, entiendo que un autor que quiera dedicarse a esto como medio de vida decida tirar por el modelo clásico editorial.
[1] "El valor de los recuerdos" : epubgratis.es/?q=node/427
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1 comment:
Muy interesante tu artículo, con el video y la opinión de otros dos autores.
Mientras la gente no asuma pagar por la cultura(aunque sea poco) y las editoriales o las empresas que las sustituyan en el futuro, no puedan publicar masivamente con una infraestructura que permita rebajar el precio del libro electrónico a algo mucho más asequible, dudo que en España haya mercado. Y aún dándose ambas, sin cambio de mentalidad, mejor no hablar.
Supongo que cuando se automaticen los procesos y convertir a formato electrónico o subir un libro sea tan cómodo como emplear Hoffman para preparar un album fotográfico, este mercado empezará a funcionar.
Hoy tienes una web en cinco minutos con pocos conocimientos y un par de plantillas. Hace años te cobraban barbaridades por una tienda online y hoy la tienes en una tarde con todos los artículos a la venta.
Si no llegamos a eso, un libro electrónico no puede ser mucho más barato que el de papel, porque solo quitas el papel, pero todo el resto del proceso sigue ahí. Y desgraciadamente "imprimir" era lo más eficiente del proceso, porque es un proceso que se lleva haciendo mucho tiempo. Con lo que retirar la parte más eficiente del proceso, y con costes más claramente medibles, no puede dar como resultado una rebaja ostensible en el precio del libro.
Un saludo
Saludos
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