La sanidad se desmorona

Lean, lean.

Cataluña, en la ruina, deja de pagar a hospitales y centros concertados. Aunque la sanidad está completamente transferida y su gestión en manos autonómicas desde hace décadas, se culpa al gobierno central, porque no le deja disponer de un concierto económico similar al vasco (ese que le ha permitido recibir entre 1.000 y 4.500 millones de euros anuales de las demás comunidades).

El gobierno ha decidido poner algún tipo de freno al descontrol total, proponiendo el pago de 710 euros anuales (60 euros al mes) a los inmigrantes ilegales para poder ser atendidos en el servicio sanitario. Euskadi y Cataluña se han negado a ello. En este artículo de "El País" se recogen los siguientes comentarios y declaraciones de inmigrantes en situación ilegal: "Nos humillan y desprecian - hasta los animales tienen más derechos que nosotros". "Nos están dejando morir".

También hoy, podemos leer la noticia de que los médicos en Aragón podrían perder su condición de funcionarios.

Ahora cuádrenme las tres noticias anteriores.

Tenemos un problema en España: el de los "derechos adquiridos". Pisar suelo español es jauja. Y, ojo, no estoy hablando sólo de las pobres gentes que vienen aquí sin nada que perder a buscarse la vida. Personalmente conozco a dos personas de un país centroeuropeo mucho más avanzado y rico que el nuestro, donde dos de sus ciudadanos aprovechan a ponerse vacunas para viajar por todo el mundo cuando vienen a España porque aquí son gratis y en su país muy caras.  Y éste es sólo un ejemplo anecdótico.

Creo que a nadie que esté sano le importará que sus impuestos se utilicen para mejorar o mantener la salud de aquellos que no lo están, pero todo tiene sus límites. Además, si tras décadas de aportar sin hacer gasto y ver cómo se beneficiaba todo quisqui sin ningún tipo de control, a uno le dicen, cuando a es a uno a quien le toca ser beneficiairo, que eso se acabó y le toca pagar (otra vez), es normal que se sienta estafado por todo el sistema. Y todos necesitamos asistencia sanitaria en uno u otro momento.

También se sentirán estafados todos aquellos médicos que entraron en un sistema sanitario que era de una manera y con unas condiciones, y han visto cómo se ha ido transformando hasta convertirse en un fantasma de lo que fue.

Quien ya no tengo tan claro que tenga que sentirse estafado es aquél que en tiempos de bonanza y descontrol, y sin haber aportado nada a ese sistema, pudo disfrutar de un sistema que ya no puede continuar siendo así.

La sanidad no es gratis. Es cara. Muy cara. Y, además, hay una falacia muy extendida: que es uno mismo el que paga o cotiza durante X años para sí mismo y luego "se le devuelve" en forma de prestaciones cuando lo necesita, lo comido por lo servido. Los numeros jamás cuadarían.

Son los que tienen trabajo y los que están sanos quienes, solidariamente, financian a quienes no tienen trabajo y a quienes necesitan cuidados. Para ello debe haber una gran mayoría de gente sana y trabajadora. Un país donde cada vez más gente no tiene trabajo y, simultáneamente, más gente necesita atención sanitaria (población anciana, atención sanitaria indiscriminada) es sencillamente insostenible.

Hay que decidir cómo se ingresa, cómo se gasta, cuadrar los números y gestionar bien. Yo particularmente abogaría por, independientemente de que haya que hacer recortes y mejorar la gestión, atraer a gente joven, sana y trabajadora.

Creo que no nos damos cuenta de que estamos consiguiendo todo lo contrario: es precisamente la gente joven, sana y trabajadora la que se está marchando por las razones que todos conocemos.

Saludos.