Siempre he afirmado que el tema de los vinos tiene bastante de cancamusa. No los vinos en sí, que tienen su aquel, sino toda la mística que los envuelve. Las degustaciones, las diferencias de "calidad", los "expertos", pero especialmente cómo un simple zumo de uva fermentado puede transformarse por arte de magia en frutas del bosque, canela, o miel, y en cómo los vinos acaban teniendo cualidades como cuerpo y carácter.
El precio de los vinos es una cuestión más de "estatus" o prestigio que de otra cosa. Algunas veces sí, pero no siempre va relacionado con un sabor que te guste (que es subjetivo, insisto), calidad, o tiempo de elaboración. La manada (en terminología de Punset) lo que hace es seguir las indicaciones y gustos de "los expertos", de manera que si te encanta un vino que vale 1,5€ eres un cutre, y si no disfrutas uno de 40€ eres un rancio o un ignorante. Porque claro... ¿quién va a discutir lo que diga "un experto"? Y es que ahora resulta que hay que "saber de vinos" para disfrutarlos.
¿Recuerdan que algunos vinos de Calatayud (Zaragoza) que aquí son considerados malos o ni siquiera se conocen se los beben los CEOs de Silicon Valley? Qué cosas.
Hoy me topo con esta noticia (ya antigua) curiosa. Un vino gallego estilo "Don Simón" de 1,5€ la botella y usado por estas tierras para cocinar le gustó a un americano de estos que marcan tendencias y tienen toda una industria montada en torno a la cata de vinos. En alguna especie de guía periódica le dio una puntuación excelente, por encima de vinos finolis muchísimo más caros. Para más detalles, léanse la noticia si les interesa el tema.
¿Resultado? El vino se agotó y los establecimientos hicieron el agosto. En Estados Unidos se cuadruplicaron los pedidos, superando a todos los demás vinos de la zona. Algunos listos los revendieron por Internet a precios altísimos. Lo típico. ¿Y qué pasó con la "experta" de la asociación de soumillers local que había tenido el vino en las narices durante años? Dijo que a ese crítico "se la habían metido doblada" (sic) y que le costaba creer que se hubiera puntuado así a un vino "con defectos, con olores turbios".
Yo no sé si el vino estará bueno o malo, si es caro o barato, pero sé que el marketing funciona, que aquí siempre nos ha podido el tema del "prestigio", el estatus y el aparentar a pesar de que no tenemos un duro, mientras hay muchos americanos completamente forrados que no tienen problema alguno en beber vinos baratos ni, por supuesto, en llevarse la botella de vino o la comida que no han podido terminarse en el restaurante (cosa que generalmente te hacen en el restaurante directamente, porque consideran una pena y un desperdicio que eso acabe en la basura).
También es cierto lo contrario: muchos americanos (especialmente cuanto más dinero tienen) "lo flipan" con cualquier cosa con la que puedan fardar y aflojan la cartera enseguida, pagando un dineral por cosas que realmente no lo valen. Visiten sino un restaurante español o turco en california y pregunten a un español o un turco qué les ha parecido, o siquiera si la comida se parece en algo a la local. Y si el precio les parece apropiado. Y no se sorprendan si en el restaurante español encuentran "kebab" o "burritos" en la carta, o si en las cocinas de cualquier restaurante de cualquier nacionalidad los cocineros son todos mejicanos.
Cancamusa, estatus, apariencias... la cantidad de negocios que se basan en eso.
Saludos.
20 September 2012
La cancamusa de los vinos y el estatus
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