¿Por qué marcharse de España? Las respuestas parecen sencillas, y más en estos tiempos: hay poco trabajo, la vivienda está prohibitiva, etcétera. Vamos, lo de siempre. Son razones de peso, por supuesto, pero hay más. Aunque que parecen sutiles, pueden ser también muy poderosas. Y todas están relacionadas entre sí. ¿De verdad tenemos que resignarnos?
Mucha gente trata mal a los demás
Sí, sé que no es la mayoría, pero es demasiada gente. Y demasiada gente cuyo trabajo precisamente consiste en estar de cara al público. La fama de malhumorados, gruñones y hostiles que tenemos en algunos países es difícil de entender cuando no se ha salido fuera, pero muy fácil cuando has visto cómo se tratan entre ellos (y te tratan a ti) en otros lugares.
¿De verdad tenemos que resignarnos a que nos traten mal? ¿Por qué?
¿Y que nos traten mal precisamente a quienes pagamos? ¿Cuántos secretarios, bedeles, camareros, comerciantes, fontaneros, profesores... parece que nos estén perdonando la vida? ¿Por qué la gente se cuela sistemáticamente y se atiende al primero que llega? ¿Por qué la gente grita un "hijo de puta", "cabrón" por la ventanilla del coche a la primera de cambio? ¿Por qué el vecino de arriba te tira cosas cuando tiende o pone música hasta las tantas de la mañana? ¿Por qué en cuanto alguien escucha algo con lo que no está de acuerdo te etiqueta (fascista, catalán, viejo, críajo)?
Difícil es exigir respeto a quienes servimos de modelo (hijos, alumnos, compañeros, vecinos) si nosotros no lo hacemos primero. Luego no nos quejemos de lo que hemos creado y seguimos fomentando.
Eres tratado como un estafador/delincuente en potencia
En el trato social en España la presunción de inocencia parece no existir, sino todo lo contrario: es la presunción de culpabilidad la que reina. Hay gente pícara a la que le das un dedo y te toman el brazo, de acuerdo, pero eso... ¿acaso no lo fomentamos nosotros mismos?
- Hay que tratar bien a todo el mundo mientras no existen razones para no hacerlo. Si para curarnos en salud tratamos a todos como estafadores y delincuentes, acabaremos teniendo estafadores y delincuentes. Porque, ya que te tratan mal de todas formas, ¿para qué hacer el bien?
- Una vez identificado el estafador/caradura de turno, hay que ser totalmente estricto, hacerle pagar sus consecuencias y no hacer como que no ha pasado nada y encima darle palmaditas en la espalda. Porque, si al final ser estafador/caradura sale gratis, ¿por qué no hacer el mal?
Persiste un claro gregarismo clasista
En España somos muy, muy gregarios. Vamos siempre en grupo. El individuo prácticamente no existe. En otros lugares es frecuente encontrarse a gente sola leyendo en un parque, sola en el cine, o comiendo. Desarrollando inquietudes e intereses personales. Aquí es mucho menos frecuente y siempre vivimos rodeados de "los nuestros". Para todo.
Lo malo del sectarismo (ver también el siguiente punto) es que siguen persistiendo las clases sociales y el trato asociado a cada uno de los grupos.
Esto se ve muy claramente en la universidad. Da igual que tengas un doctorado en Harvard, hayas publicado en Nature y tengas 40 años, que si es eres becario, postdoc, o invitado eventual, seguirás siendo un mierdecilla, y el veinteañero que acaba de sacarse la plaza tras no haber salido de esa universidad en su vida, tendrá despacho propio y será tenido en mucha más consideración. Lo mismo para el bedel o el secretario. El catedrático de turno o el administrador del centro entrará en tu despacho sin llamar y te cambiarán los muebles o reorganizarán el despacho a conveniencia.
¿Es bueno el gregarismo? ¿Hay este tipo de clasismo en otros lugares?
No. En otras partes no es así. En Estados Unidos, el mierdecilla es el que nunca ha salido de su universidad ni se ha movido y enfrentado a muchos retos. No hablemos ya de ser familiar de un profesor. Incluso existe un término despectivo concreto denominado faculty brat (mocoso universitario) que impide (socialmente) que un hijo estudie en la misma universidad donde imparte clases su padre, aunque sea en otra facultad. Chúpate esa.
En otros lugares tampoco existe ese clasismo. Siempre que he trabajado en otras universidades como invitado me han tratado (y no solo a mí sino también a sus trabajadores de allí) con exquisita consideración. Catedráticos con gente que hacía proyectos fin de carrera, contratados, funcionarios, invitados... Y no era raro comer un día con unos y otro con otros, hablando con total naturalidad.
La gente no es sincera ni imparcial
Me hace mucha gracia lo de la sinceridad española. Yo diría que lo que hacemos es hablar sin pensar, ser maleducados, hacernos la pelota mutuamente entre quienes nos conviene, y mostrarnos excesivamente duros y juzgar cuando gozamos de una situación de poder. Esto hace que uno realmente no sepa qué piensan los demás de uno, porque rara vez depende de ti.
Hay infinitas anécdotas, y más en el entorno universitario, pero hay una que me resulta especialmente divertida. Hace años entré a trabajar en un grupo en el que apenas me conocían y tenía que presentar un trabajo importante en junio. Mi jefe dijo que el trabajo estaba muy verde y era bastante mediocre, y que debía trabajarlo mucho más y presentarlo en septiembre, como mínimo. Un día, sería mayo o por ahí, pasé por secretaría para preguntar las fechas de entrega de septiembre y me dijeron que para qué si ya tenía la nota puesta.
¿Cómo? Mi jefe (que formaba parte del tribunal) había rellenado ya el acta (para ahorrarse trabajo, imagino), y además el acta equivocada (junio en vez de septiembre). ¿La calificación? Un 10 - sobresaliente. Para un trabajo que todavía no estaba hecho. Pero claro, yo era de los suyos.
¿En qué quedamos? ¿Mi trabajo era mediocre, malo, bueno o qué? ¿Por qué narices saqué un 10 si no lo había hecho durante toda la carrera?
Precisamente durante la carrera los que pasábamos inadvertidos sacábamos peores notas que los que ya se codeaban con algún grupo de investigación. En prácticas, aunque cumplieras con creces y entregaras a tiempo, había muchas asignaturas en las que te machacaban después de haber programado cosas muy complejas o echado muchísimas horas y hecho cosas que ahora dudo que muchos profesores fueran capaces de hacer. Absolutamente siempre había alguna razón que justificara una nota mediocre para el "cualquiera". Si la pantalla era impactante, no te habías centrado en el algoritmo principal. Si te habías matado a programar, no estaba reflejado en la memoria final. Etcétera. Pero claro, nosotros éramos desconocidos. O sea, de los otros.
Los que por suerte teníamos ojos y cierta autoestima sabíamos evaluarnos a nosotros mismos y pasar bastante de las notas, aunque por supuesto nos sabía fatal y eso limitó nuestro futuro cuando se basaba en el expediente académico. Por desgracia, gente con menos autoestima o menos ojo acabó completamente machacada, y no quiere volver a oir hablar del centro donde estudiamos.
De nuevo, esto no tiene por qué ser así. En otros sitios tu jefe y compañeros son muy críticos con todo el mundo, pero especialmente contigo. Y no por fastidiar, sino para que mejores. Lo bueno es bueno y lo malo es malo, independientemente de quien lo haya hecho. Si no vales, no conseguirás tu tenure (puesto fijo) y ya puedes ser todo lo amigo del jefe que quieras. Aquí, si no eres amigo del jefe para que saque la plaza en el momento adecuado (y te acreditas, y hablas la lengua autonómica) no tienes absolutamente ninguna posibilidad.
Vivimos hacinados y la bicicleta no es considerada un medio de transporte
Parecerá una razón tonta, pero uno no sabe la calidad de vida que conlleva vivir en una ciudad mediana, amplia, con muchas zonas verdes, y desplazarse en bicicleta. ¿De verdad alguien cree que en los países más avanzados la gente se mueve en bicicleta porque es tonta? ¿Qué si quieres trabajar en un lugar decente tienes que moverte obligatoriamente a una ciudad de millones de habitantes y pegarte una hora en un medio de transporte agobiante y desquiciante?
En otros países hay otros modelos, como bloques con menos habitantes y alturas y respeto por el medio. Muévanse por otras ciudades de tamaño medio de Europa o USA y vean cómo se ha respetado el verde (árboles originales, riberas de ríos, etc...). Aquí sólo hay verde en los parques artificiales. Todo lo demás es hormigón. Palo Alto, Menlo Park, incluso San Francisco, son lugares pequeños.
En otros países la gente mete la bici en el ascensor (y la bici cabe perfectamente porque los ascensores están acondicionados para bicicletas y sillas de ruedas), e incluso se la lleva por los pasillos hasta el despacho de su oficina con toda naturalidad. La gente conduce habituada a respetar a las bicicletas.
¿Cuántos gritos ha recibido usted en España si es usuario de bicicleta? Si va por la acera por no entorpecer el tráfico o por no jugarse la vida, le apercibirán los viandantes aunque no moleste. Si va por la carretera, se juega la vida porque usted no es considerado un vehículo más y muchas de nuestras ciudades están planificadas con grandes avenidas de varios carriles.
¿Carriles bici? Quedan bien en la propaganda electoral y para pasear los domingos por las afueras pero, por desgracia, no pueden llegar a todas partes y los que hay no suelen estar bien planificados para el transporte, sino para el ocio. Si el carril bici tiene un cruce con semáforo cada 20 metros, donde además la gente se para a esperar para cruzar, o si da una vuela de 20 kilómetros rodeando la ciudad ¿de verdad sirve para algo?
Me ha quedado un post un poco largo y difuso. Pero en definitiva, la idea principal que quería expresar es que hay otras muchas razones aparte de las evidentes (trabajo y hogar) para marcharse fuera de España.
No sentirse constantemente etiquetado ni juzgado, ser valorado en el trabajo por lo que haces y no por quién eres, una ciudad más acogedora, verde y que promociona la bicicleta, pero sobre todo sentirse bien tratado, son razones más que suficientes para largarse de aquí.
Saludos.
1 comment:
Se te ha olvidado una.
No querer seguir viendo como tu país se hunde de forma dramática en un pozo sin fondo desde la primera línea de playa.
La otra es perder la esperanza, porque ningún político ofrece la calidad ni la clase que necesitamos más que nunca.
Y pregunto: ¿No hay políticos patriotas?
Saludos
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