29 November 2010

Alemania vs España


Por casualidad llega hoy a mis manos un editorial de La Nueva España titulado: "Trabajar más y ganar menos, una solución a la alemana". No tiene desperdicio. Empieza así:

Cualquiera que viaje a Berlín se sorprenderá de lo barato que es comer. Un menú en un buen restaurante resulta más económico que en cualquier sidrería asturiana. Escasea el alumbrado público, que allí hay que pagar con el dinero de todos. Aquí parece gratis. Por las carreteras circulan coches recios de gama media y apenas todoterrenos, esos vehículos de elevado consumo y caro mantenimiento que hacen furor en España. Un piso cuesta la mitad que en Madrid o Barcelona.
Me ha parecido muy curioso porque en mi post anterior hablaba en primera persona acerca de la vida en Alemania. Quien lo haya leído recordará que yo señalaba precisamente las mismas anécdotas: el alumbrado público ahorrativo y sostenible, los bajos precios, la moderación de consumo, el ahorro y la falta de ostentación alemana (yo aludía a la cantidad de coches baratos que se ven, incluso en ciudades y barrios ricos), etc.

Algunos incluso me han preguntado si escribo para ese periódico. En absoluto. Sólo hace falta ser mínimamente observador para darse cuenta de cómo somos en cada uno de los dos países.

Para muestra, un botón. He aquí la moderna, eficaz y ecológica tecnología alemana para repartir el correo, incluso con el suelo nevado y temperaturas bajo cero.


Saludos.

15 November 2010

Vivir en Alemania. (I) Aspectos materiales.


Cuestiones laborales me han llevado a vivir por un tiempo en el Sur de Alemania y no quería dejar de compartir algunas impresiones. Creo que, estando como estamos en España, merece la pena echar un vistazo y reflexionar sobre ciertos tópicos.



El Clima: ¿Es Alemania fría y tenebrosa?


Un aspecto que, por lo visto, afecta a mucha gente y es un factor decisivo, especialmente para las chicas. Como en casi todos los demás aspectos, no se puede generalizar y uno puede llevarse gratas sorpresas: el clima depende muchísimo de la región. Mientras me informaban de un tiempo fatal últimamente en España, especialmente en el Norte, yo ayer marchaba de excursión a pleno sol en manga corta y veía a la gente, en pleno noviembre, llenando las terrazas. Y esa ha sido la tónica durante la mayor parte de las últimas semanas. Por no hablar del estupendo clima que se disfruta por aquí en verano.

De momento y, salvo una o dos semanas excepcionales, el clima ha sido suave y soleado, con muy poco frío y poca lluvia. Ya quisiera para sí este clima todo el Cantábrico...

¿Anécdota? La ciudad por la noche sí que es tenebrosa. Concienciados como están con la ecología, las bombillas de las farolas son de bajo consumo y están en su cantidad justa para lograr la iluminación mínima para no chocarse con los obstáculos. Basta decir que no hay una sola bicicleta que no lleve luces delante y detrás y que he visto a gente salir a correr con frontal... La catedral apenas está iluminada.

Me ha resultado curioso, puesto que en las ciudades españoles estamos muy acostumbrados a grandes avenidas de farolas deslumbrantes y a la que iluminación de monumentos, catedrales y estatuas de todo tipo... ¿tendrá que ver con nuestros carácter "fardón" o es sólo una cuestión ecológica?


Vivienda


Los alquileres son notablemente más baratos que en España. Un apartamento de 50 metros, completamente equipado, en un barrio considerado muy bueno cuesta alrededor del 65% del precio de un apartamento medianamente o nada equipado en un barrio normal de una ciudad española cara (Barcelona, Madrid, San Sebastián...). O, para el caso, lo mismo que un apartamento en un barrio bastante malo de una ciudad de precio medio, por ejemplo, Zaragoza.

Y no sólo es la cuestión del precio. Al alquilar, aquí estás haciendo un trato donde las dos partes, valga la redundancia, ponen de su parte. Tú pagas, y por tanto, recibes un servicio, y el casero está dispuesto a dártelo de la mejor manera que pueda. Es normal recibir un equipamiento en muy buen estado, incluido colchones, sofás, plancha, equipo de cocina, aspiradora, etc... que hacen que la casa de verdad parezca un hogar. En España, por desgracia, los pisos de alquiler suelen ser el cuarto trastero donde el casero almacena todo lo que va renovando. Lo que en España se considera normal, aquí les daría vergüenza ajena.

La sensación que se te queda es que el casero es una persona honesta que no vive de tu alquiler. Que no quiere abusar de tu situación, ni especular, sino sólo que estés lo más cómodo posible mientras habitas su casa y le proporcionas un ingreso extra.

En cuanto a precios, qué decir. He visto anuncios de casas de 90 metros cuadrados por 98.000€, así como casas de madera preciosas de 60 metros para vacaciones en plena Selva Negra por 85.000€. Por un millón de euros (lo que cuestan algunos pisos en algunas ciudades españolas) aquí prácticamente te puedes comprar, sin exagerar, un abadía y sus terrenos.

Y aun así, la gente de esta zona insiste en que la zona es muy cara en comparación con, por ejemplo, Berlín. Echando un vistazo por Internet, en Berlín se pueden encontrar apartamentos pequeños en el centro, pero apartamentos al fin y al cabo, a partir de 30.000€. Cuántos quisieran comprar un garaje en la capital española por ese precio.


Alimentación: ¿tan mal se come en Alemania?

Mi respuesta es sencilla: depende. En mi caso, yo como igual o mejor que en España.

Me explico: la comida de comedores universitarios, pubs, restaurantes y garitos en general deja bastante que desear. Se abusa de las salsas, salchichas, preparados y demás, y la dieta mediterránea es difícil de encontrar. Pescados y marisco fresco, ni verlos. Nada nuevo. Por supuesto, tomarte un plato de pasta hasta los topes en un pub por 3,90 euros, barra libre de crepes por 4 euros o pagar los 2,70 euros que valen algunos comedores universitarios es muy tentador... Pero, ¿quién te obliga a comer ahí? 

Para mí hay un aspecto que acaba dándole la vuelta al tópico de que en Alemania se come mal. Resulta que la comida, en muchas ciudades, es mucho más barata que en España, incluidos, por supuesto, los ingredientes.

Esto hace que por 5€ te puedas comprar dos buenos entrecots de ternera, 1 Kg de lomo de cerdo de primera, ó 4-5 Kg de frutas y hortalizas. Muchas frutas están al mismo precio o más baratas que en los hipermercados españoles. Incluso cuando son de procedencia española: el sábado compré mandarinas de Valencia a 0,90€ el Kg. Y, para colmo, eran de muy buen calidad: dulces y sabrosas. No como muchas de las compradas en España, que están huecas, rancias o llenas de pepitas, y acaban en la basura. Hablando de pepitas, la uva también está relativamente barata y en Alemania "sin pepitas" significa exactamente eso: sin un sólo resto de pepita. Algo que jamás había visto en España en uvas "sin pepitas" vendidas a precios astronómicos. Y en cuanto a cantidad de ingredientes, faltan unos cuantos, pero tampoco tantos: en cualquier hipermercado hay calabacines, berenjenas, judías verdes, cebollas, puerros, manzanas, peras, plátanos, naranjas, aceite de girasol y de oliva... insisto ¡en muchas ocasiones más barato! No hablemos ya de leche, quesos, yogures, chocolates... en esos productos, la diferencia de precio es abismal. Por haber, hay hasta una especie de jamón serrano local, pero ahumado, que está bastante bueno.

¿Anécdota? En España, abrir una bandeja de carne más de dos o tres días después de haberla comprado implica, generalmente, tirarla a la basura (independientemente de la fecha de caducidad que ponga). Aquí me ha pasado un par de veces que se me ha ido el santo al cielo y alguna bandeja llevaba varios días caducada. Al abrirla y examinarla, temeroso y preparado para tirarla, no he podido sino comprobar que estaba completamente fresca y aún hubiera aguantado unos cuantos días más.

¿Otra anécdota? En algunos sobres preparados que indican el tiempo de preparación (lo típico de: listo en 15 minutos), realmente quieren decir el tiempo de preparación. Es decir, incluyen el tiempo que cuesta, por ejemplo, hervir el agua.

Cuando voy a comprar suelo volver del supermercado con una mochila de 25 litros cargada hasta arriba y una bolsa a tope en cada mano. Todavía no he logrado gastar 50€ en una compra. En España, teniendo mucho cuidado, no he logrado salir de un hipermercado sin gastarme esa cantidad.

¿En resumen? Ingredientes a bajo precio y de muy buena calidad. La sensación que te da cuando compras es que estás comprando, no jugándotela. Para mí esto no es sino una prueba más de la honestidad alemana, que está presente en todas partes.

Hay que ser realistas y es cierto que carecen de muchos productos frescos que nosotros tenemos y se echan de menos. Pero la cuestión es, ¿cómo de a menudo los comemos? Me alegro por el que pueda comer merluza fresca de anzuelo y bonito del norte tres días a la semana, pero no es mi caso. La diferencia, por tanto, no es tan grave como algunos quieren pintarla.


Transporte: ¿Tan caro es?

El transporte, en principio, parece caro. Un billete sencillo cuesta 2,10€ y coger un tren así, de un día para otro, es muy caro. Sin embargo, contando con un salario alemán, el transporte está al mismo nivel o más barato que en España, con lo cual estamos en las mismas.

Pero es que la cosa tiene su gracia: incluso en términos absolutos, en determinadas circunstancias el transporte puede salir realmente barato. Ejemplos:

  • Un abono mensual regional cuesta 47€ y sirve para todos los transportes de la región (tranvías, buses, metros, trenes...) y además te permite llevar a un persona gratis contigo los domingos.
  • Si eres estudiante... ese mismo abono pero SEMESTRAL, cuesta... ¡60€! Es decir, siendo estudiante, por 10€ al mes tienes asegurado todo el transporte que puedas necesitar.
  • En Suiza y Alemania existen tarjetas de descuento de trenes donde, por un precio razonable, te aplican un 50% de descuento sobre la tarifa normal.
  • Un abono de 24 horas, válido para 5 personas y para todos los transportes, cuesta 9€.
  • Existen billetes de tren de fin de semana donde, por unos 30 euros, puedes coger todos los trenes regionales que desees para viajar por toda Alemania.
  • Si los billetes de tren se cogen con algo de tiempo, un trayecto de punta punta de Alemania (600 Km), ida y vuelta, en el equivalente a nuestros antiguos Talgos (trenes muy cómodos y ultrasilenciosos que viajan a unos 120 Km/h) puede costarte unos 60€.
En cuanto a los coches, la gasolina está a 1,44€/l. Cuando me marché de España rozaba los 1,20€. ¿Es cara? Sí, es más cara que en España. Pero de nuevo, tomando el salario alemán como referencia, la gasolina a ellos les sale más barata.

Lo mismo ocurre con los coches. Comprar un coche aquí es más barato que en España gracias a nuestros queridos impuestos (puesto que el precio de base de fábrica es el mismo para casi todos los países europeos, máxime cuando las fábricas de Opel y Volkswagen está precisamente en Zaragoza y Pamplona...). En el periódico se ven anuncios de Vokswagen Golf, modelo básico, por 14.000€

¿Anécdota? A pesar del bajo precio de los coches y de los altos salarios, he visto una proporción altísima de una de las marcas más baratos del mercado, que en España, siendo como somos, consideramos directamente una basura para pobres: Dacia.


La bicicleta

Lo gracioso es que, a pesar de todo esto, a muchos alemanes, especialmente a los universitarios (lo cual incluye no sólo a estudiantes, sino a profesores, catedráticos y personal de administración y servicios), los medios de transporte les siguen pareciendo una mezcla de lento, caro y poco ecológico. Así que suelen optar por la bicicleta, llueva o nieve.

Las bicicletas lo invaden todo. La ciudad está llena de madres remolcando el carrito de sus bebés, mientras los otros hermanos, que no pasarán de los 5 ó 6 años, pedalean a su lado como si fueran patos en un estanque. Todos ellos por el carril bici o, en su defecto, por la calzada, mientras los coches los respetan con exquisitez. Es una auténtica gozada también ver a gente con más de 60 ó 70 años pedaleando por todas partes.

¿Aparcar la bicicleta? Basta dejarla donde más convenga y ponerle un pequeño candadito de sirga (de esos que en España se cortan con unas tenazas). Y además, basta con atar la rueda al cuadro. ¿Para qué engancharlo a una farola o una valla si nadie te la va a robar? Eso sí, los escaparates ya advierten que está feo tapar los productos con la bicicleta.


Reciclaje: o cómo hacer bien las cosas


Aquí recicla todo el mundo, en todas partes. La fórmula es sencilla: cada vez que te llevas un envase de cristal o plástico que parece retornable, es que lo es, y te cobran unos céntimos en concepto de depósito para que no lo tires. De esa forma todo el mundo retorna sus envases para recuperar el depósito. Y, además, no tienes por qué hacerlo en la misma tienda donde lo compraste, porque todas tienen la obligación de recoger tus envases y pagarte del depósito.

Para los envases no retornables la cosa es sencilla. Cada casa o grupo de casas tiene varios contenedores individuales que los vecinos tienen que sacar a la calle determinados días a la semana: plásticos, papel, compostaje (residuos orgánicos de la cocina) y "otros" (cerámica, cenizas, etc...). Una persona educada tira cada cosa en su sitio porque además todos los vecinos se darían cuenta en caso contrario. El cristal no retornable hay que tirarlo en contenedores en las calles, como en España. Y es que tampoco queda otra: si no puedes devolverlo a la tienda y en casa tampoco puedes tirarlo porque los vecinos te van a mirar mal en cuanto vean el contenedor... ¿qué vas a hacer? Pues llevarlo al contenedor.

Resultado: sólo con seguir la corriente acabas convertido en un reciclador nato. Sencillamente, no te queda otra.



Conclusiones

Cuando la gente dice que centroeuropa es muy cara, yo me río. Todo depende mucho del lugar pero, en general, es muy similar o en ocasiones más barato que en España. Incluso en Suiza, un país realmente caro, puede conseguirse un apartamento pequeño en el centro de Zürich por 700 euros o uno mediano en Lausanne por 800. Ahora acércate a Barcelona, Madrid o San Sebastián y pregunta.

Y si a eso le sumamos el factor salarios, (a los jóvenes en Alemania normalmente nos duplican y en Suiza nos triplican) el resultado neto es que España es un país de especuladores y estafadores.

En estos países no se juega con las necesidades básicas, que se respetan de manera cuasi-sagrada y se consideran un derecho, pero de los de verdad, no de los de papel mojado. No está bien visto hacer negocio o abusar con estos temas. El mercado de alguna manera se autoregula, puesto que la gente es muy sensible a los precios y, a pesar de contar con un muy buen nivel económico, no cede al abuso.

Cuando la gente dice que en España se vive muy bien, no sé si lo dice de verdad, sólo repite un tópico o es algo que fue cierto pero ya no lo es. Todos los compañeros que alguna vez fueron a Alemania (erasmus, prácticas, trabajo) ya no han regresado a España.

Incluso alguno que se echó la novia por aquellos parajes hizo algún intento de vivir en pareja en nuestro maravilloso país y a los pocos meses de no encontrar trabajo ella y vivir en un lugar inmundo, decidieron volver a Alemania. Hoy tienen una casa comprada y dos preciosos niños. Me pregunto cuál sería hoy su situación si siguieran en nuestro país.

Mi breve visita no sólo ha confirmado lo que ya me temía, sino que el shock ha sido todavía mayor de lo esperado. Desde luego, a nivel material, Alemania (o al menos la parte que yo he conocido) es simplemente envidiable.


En próximas entregas iré dando mi punto de vista sobre otros aspectos no tan materiales...

04 November 2010

En busca del nombre (vasco) perdido (2)


El intento anterior de desvelar la transformación que han sufrido los nombres vascos más comunes, hoy aceptados de manera casi incuestionable como algo tradicional e histórico, tuvo cierta aceptación, así como alguna que otra dura crítica. Hubo una puntualización posterior que, por supuesto, pasó totalmente inadvertida.

En ese post se recordaban los nombres más populares registrados en Guipúzcoa durante los últimos siglos y hasta 1900, donde ninguno tenía nada que ver con lo hoy vendido como "tradicionalmente vasco". Nótese que en esa época era la Iglesia la encargada de registrar los nombres en las partidas de nacimiento y había determinadas normas que cumplir.

Hoy, y sin quererlo, me he topado con un curioso estudio del año 2000 titulado "Evolución del nombre de pila en el País Vasco Penínsular", editado por el Gobierno de Navarra,  cuyo abstract es el siguiente:

En el trabajo se estudia la evolución del nombre de pila en el País Vasco peninsular en este siglo, comparando la evolución desde la época de la dictadura franquista, en la que los nombres euskéricos estaban prohibidos, hasta la situación actual. También se estudia la evolución pormenorizada de algunas zonas tipo de las cuatro provincias. La conclusión más evidente es que la libertad de elección ha dado lugar a la presencia hoy en día de un nomenclátor rico y vivo en el que predominan los nombres autóctonos.
Ya tenemos información de los nombres en Guipúzcoa hasta el 1900. Este estudio abarca desde 1929 hasta 1986 y además es más completo, porque incluye a todo el "País Vasco peninsular" (léase País Vasco y Navarra). Merece la pena echar un vistazo a las tablas finales los datos (página 155 y siguientes).


Nombres más populares en el País Vasco y Navarra de 1929 a 1939 (apróx. II República)

Según los datos del estudio, los nombres de varón más populares en esa época fueron:
  1. José
  2. Antonio,
  3. Manuel
  4. Francisco
  5. José Luis
Y los nombres de mujer:
  1. Carmen
  2. María
  3. Pilar
  4. Begoña
  5. Josefa
Entre los 30 nombres más populares de hombre y de mujer, no aparece ni uno sólo de "origen 100% euskérico" (expresión literal del estudio).

Curiosidad: ¿Podría haber influido la inclusión de Navarra en los datos? Éstos son los nombres más populares durante la II República en la comarca del Goierri (Guipúzcoa):

Hombre:
  1. José
  2. Antonio
  3. Juan
  4. Francisco
  5. José María
Mujer:
  1. María
  2. Josefa
  3. María del Carmen
  4. Juana
  5. Carmen
Entre los datos mostrados tampoco aparece ningún nombre de "origen 100% euskérico" en la comarca.


Aparición y expansión de los nombres "100% euskéricos"

A partir de finales de los años 60 / principio de los 70,  durante la dictadura franquista, empiezan a ser muy populares (y registarse en las partidas de nacimiento) nombres como Aitor, Asier, Iñaki, Mikel, Jon, Ainhoa, Idoia, Nerea, etc... Nombres que, como se puede comprobar en los datos jamás habían aparecido en el "top 30", ni durante la II República ni tampoco durante 1500-1900.

A partir de entonces, los nombres "100% euskéricos" son abrumadora mayoría en muchas zonas del País Vasco y el norte de Navarra. Como es de esperar y puede comprobarse en los datos, los nombres "100% euskéricos" son muy populares en algunas zonas (e.g. Guipúzcoa), menos en otras (e.g. Rioja Alavesa) y anecdóticos en otras (e.g. Tudela).

Merece la pena hacer un resumen del estudio y comprobar su grado de rigurosidad, así como la interpretación que de los datos se hace en él.


Resumen del estudio

Hasta la aparición de Sabino Arana, el estudio dedica aproximadamente media página a la explicación, origen y documentación de los nombres vascos. No hay ni una sola referencia a bibliografía, aunque se alude a "como puede comprobarse en la documentación de la época" y "pervivió en la cultura del habla". Es la primera vez que veo un estudio con referencias de estas características.

A partir de Sabino Arana y el calendario de Elizalde, sin embargo, el artículo dedica dos páginas. En ellas se explicita que, a partir de este calendario "se rompe en gran medida con la tradición anterior creando en la mayoría de los casos un nomenclátor totalmente nuevo", donde se proponen terminaciones y formas "en contra de la tradición". Posteriormente se cuenta cómo el Obispo de Vitoria se negó a permitir la inscripción de estas nuevas formas. En el estudio se afirma que la razón fue que "todos los documentos parroquiales han de estar redactados en castellano".

Durante la República se alcanza "la total libertad... cuando la República española autoriza la totalidad de los nombres vascos". Durante la primera época franquista, se afirma que algunos de los registros fueron cambiados con carácter retroactivo. Esto es, cambiando los nombres al castellano o directamente tachándolos y poniendo "¡viva Franco!" en ellos (textual). Tampoco hay referencias.

Posteriormente, se afirma que la legislación se suavizó y en 1972 (finales del franquismo) la Real Academia de la Lengua Vasca (que había seguido publicando en euskera y celebrando plenos durante la mayor parte del franquismo) publica un nomenclator vasco, donde se incluyen nombres "caídos en desuso de los textos medievales, fundamentalmente Navarros... santuarios marianos... que hasta entonces había tenido poca o ninguna difusión como nombres propios (Ainhoa, Irati, Idoia, Izaskun...), dándoles el rango de nombres de mujer".

En 1983 se publica el tercer nomenclator donde se incluyen formas tradicionales... así como "las propuestas por Sabino Arana que han tenido aceptación (Kepa, Joseba, Miren, Nekane)".

La breve historia de los nombres en el País Vasco termina con un párrafo que a cualquier persona esperando rigurosidad le parecerá inquietante:
...la situación sigue siendo diglósica, de forma que es habitual que la gente use el nombre euskérico aunque el oficial esté en castellano. Sin querer extenderme en este punto puedo poner tres ejemplos cercanos y característicos. Por una parte tenemos a Patxi Salaberri, miembro de la Comisión de Onomástica de Euskaltzaindia y ponente en este congreso, que oficialmente sigue siendo Francisco Salaverri, por otra a mi mujer Maite, oficialmente María Teresa y finalmente a mi hermano mayor Aitor, del que muy poca gente sabe que oficialmente es Pedro María, algo que por otra parte le ha producido abundantes confusiones.


Datos y evidencias


Un posible resumen de los hechos a partir de los datos del artículo anterior y del estudio, y algunas puntualizaciones:
  1. Los archivos sacramentales de Guipúzcoa, hasta 1900, muestran los nombres más populares ya mencionados en el artículo anterior: María, Francisco, Martín, Pedro, etc... Son datos verificables, que existen en papel y también accesibles por Internet (ver el artículo anterior).
  2. Hasta aproximadamente 1900 hay poca documentación acerca de los nombres vascos. Si la hay, el estudio no hace referencia a ella, amparándose en la "documentación de la época" y "la tradición oral".
  3. Sabino Arana y Elizalde en su calendario proponen una serie de terminaciones y nombres que van en contra de la tradición. Es decir, unas formas nuevas, que no existían anteriormente.
  4. El Obispo de Vitoria prohibe estas formas. Según el estudio, porque "todos los documentos parroquiales deben estar redactados en castellano". No se señala la fuente de tal afirmación. No se explica la relación entre "documento redactado" e "inscripción de nombre". Tampoco se cuestiona la dificultad de inscribir nombres nuevos en una institución como la Iglesia, tan poco propensa a los cambios, especialmente si éstos van "en contra de la tradición".
  5. En la Segunda República hay total libertad para poner cualquier nombre, vasco o no. Tampoco se menciona la fuente, ni la legislación vigente en la época.
  6. Durante el inicio de la dictadura de Franco, estas libertades se pierden y algunos nombres son modificados e incluso reinscritos como "¡viva Franco!". No se aporta referencia verificable alguna, ni, por supuesto se cuantifica en qué medida o proporción ocurrió esto. Es decir, hemos perdido la información acerca de qué nombres podemos considerar auténticos y cuáles modificados.
  7. Entre 1972 y 1983, la Real Academia de la Lengua Vasca publica varias ediciones de un nomenclator recuperando nombres de la tradición, nombres en desuso de textos medievales navarros, nombres de lugares que habían tenido escasa difusión como nombres propios, así como nombres del calendario de Sabino y Elizalde, contrarios a la tradición, pero que habían tenido aceptación.


Conclusiones

Leyendo la introducción, conociendo mínimamente la historia pasada y actual y a la vista de los datos de este estudio (asumiendo que son ciertos), es bastante fácil llegar a la conclusiones a las que se apunta ya en el artículo anterior:
  1. La "autenticidad" de una buena parte de los nombres considerados "tradicionalmente vascos" ("100% euskéricos" según el estudio), se remonta a finales del siglo XIX.
  2. Muchos de estos nombres surgen a raíz de la personalidad y creencias políticas de Sabino Arana, históricamente y probadamente racista, xenófobo y ultracatólico, y del calendario que publicó Elizalde.
  3. Otros tantos provienen del intento de la Real Academia de la Lengua Vasca de proveer de un nutrido corpus al nomenclator vasco, incluyendo nombres de textos medievales Navarros en desuso, santuarios marianos y topónimos que no habían sido utilizados como nombres de pila.
  4. Los nombres más populares en la mayor parte de España siempre han sido mayoritarios y/o coexistido de manera natural también en el País Vasco y Navarra hasta una época muy reciente.
  5. La mayoría abrumadora de nombres "tradicionalmente vascos" ha surgido por un movimiento político-cultural como elemento diferenciador de lo considerado "español" (véase la conclusión final del estudio).
El propio estudio y sus datos (así como su falta de datos) precisamente demuestran lo contrario de lo que, aparentemente quieren demostrar (reléase el abstract): Hasta 1897-1910 los nombres sabinianos simplemente no existían. Los nombres tardan en popularizarse y, además, se afirma que fue la Iglesia quien ya inicialmente no permitió su registro. Durante la época franquista, muchos de los nombres que después han sido populares tampoco existían: la mayor parte de los nombres provienen de un nomenclator vasco publicado en 1972.

Por tanto, el último párrafo del artículo anterior sigue siendo rigurosamente cierto:
Si nuestros tatarabuelos vascos despertaran hoy, no sabrían qué significa Euskadi, no conocerían la ortografía, ni sabrían de dónde provienen los exóticos nombres de los Kepas, Koldos, Maialens y Nagores que dan lecciones prefabricadas de tradición y vasquismo.

Valor y rigurosidad del estudio

El estudio no sólo saca conclusiones basadas en premisas poco documentadas y alude a referencias personales como ejemplos para sacar conclusiones (¿su nombre, el de su mujer y el de su hermano?), sino que es el primero con el que me he encontrado que permite a partir de sus datos, precisamente deducir la tesis contraria a la propuesta con una facilidad pasmosa.

Una de las partes que más me gusta del estudio es la siguiente (página 164):
En el curso académico 1997-1998 solicité los listados de alumnos de los principales centros de enseñanza del modelo D (íntegramente) en euskera, aunque la muestra no es todo lo representativa que debiera, es interesante comprobar cuáles son los diez más utilizados en cada sexo
Es un extracto magnífico porque:
  1. La muestra es completamente parcial y sesgada hacia lo que se pretende demostrar: sólo recoge a los que estudian el modelo D (íntegramente en euskera), omitiendo a los otros dos modelos educativos y, por tanto, los nombres de esos alumnos. ¿Los que no estudian íntegramente en euskera (algo que ocurre en muchas zonas de las estudiadas, especialmente en Navarra) no pertenecen a la muestra de la población?  
  2. La muestra no es en absoluto representativa, aunque el autor matiza "que debiera".
  3. No hay documentación alguna (qué centros, número de centros...)
  4. La aportación de esa muestra, sesgada y parcial, al estudio es que "es interesante"
Pero atención, porque hay más. El autor escribe:
En lo que se refiere a la utilización por comarcas, los nombres euskéricos han desterrado por completo a los de origen castellano en las áreas de habla vasca (Lea-Artibai y Bortzerriak-Malerreka), mixtas (Sakana y Goierri), así como en las Encartaciones y Ayala, lingüísticamente romances, pero de un fuerte componente nacionalista vasco.
Para, a continuación afirmar:
En este punto hay que recalcar, no obstante, que la utilización de los nombres euskéricos en dichas zonas no es tá circunscrito a ninguna tendencia política...
Y cuando se habla de Tudela (población Navarra de la Ribera del Ebro):
La situación es completamente distinta en Tudela... [el autor da un largo discurso donde omite dar cifras de la presencia de nombres "euskéricos" para esa zona, porque es completamente anecdótica, para acabar con un...] De todas formas el porcentaje ha subido notoriamente en la última década, al igual que en la Rioja. [Territorio no incluido en el estudio].
Y para finalizar, ¿cuál es la conclusión final que saca el estudio?
En suma, estamos ante un proceso de renovación, común a Europa, donde también se está procediendo a modernizar el paisaje de los nombres de pila, con la particularidad de que frente a la tendencia de otros países de recurrir a nombres extranjeros, fundamentalmente anglosajones, en el País Vasco se ha recurrido a la onomástica propia, particularidad que tal vez esté influenciada por los largos años de persecución de la misma. En cualquier caso hay que reconocer que la onomástica personal vasca bien merece el título de “imposible vencida”.
Es decir, el propio estudio afirma que se está modernizando el paisaje de los nombres de pila vascos, y el artículo explicita cuáles son y cuándo surgieron esas fuentes (todas de finales de 1800 en adelante).


Preocupación

Desconozco cómo se hacen estudios en este campo (la publicación está clasificada como filología hispánica ¿?) pero en el campo científico, o en cualquiera medianamente serio, un estudio como éste tendría un valor científico nulo y hubiera sido imposible publicarlo en ninguna parte que no fuera un blog personal o la revista del instituto.

Es más, ningún científico habría sido capaz, no sólo de sacar las conclusiones que en el estudio se sacan y poner su nombre al lado de ellas, sino simplemente de presentar un trabajo con datos y afirmaciones no documentadas, una bibliografía de 9 entradas sin referencias en el texto y con todos los textos posteriores al calendario de Elizalde, unido a algunas perlas personales ya presentadas.

En la calidad y criterio para agrupar datos (sólo datos del "País Vasco Peninsular") mejor no entrar: omitir al País Vasco Francés y a la vez meter a Tudela en el saco de "lo euskérico" parece muy poco razonable. Por no mencionar las alusiones a La Rioja y ¡Alemania! en el estudio.

Algunas preguntas que le surgen a cualquiera, y cuyas respuestas sería de verdadero interés conocer son precisamente:
  1. ¿Cuáles son los criterios para elegir los territorios y los datos? ¿Deben estudiarse con los mismos criterios zonas como el Goierri o Tudela?
  2. ¿Por qué no se han analizado los datos teniendo en cuenta las etapas (República, Franquismo inicial, franquismo tardío, democracia, etc...) y formaciones políticas (vascas, navarras, nacionalistas, no nacionalistas...) en el poder en cada zona?
  3. ¿Por qué no se han analizado los datos teniendo en cuenta la legislación vigente y si los registros eran bautismales o civiles?
  4. ¿Por qué no se han tomado como referencias las fechas de publicación de los nomenclátor y se ha analizado la influencia de los nuevos nombres añadidos en los que la población fue eligiendo?
A cualquier persona le interesaría conocer esa información (la relación entre los nombres, la publicación de los nomenclátors, la legislación vigente para la inscripción de nombres, si se encargaba la Iglesia o el registro civil, formaciones políticas en el poder y épocas) porque ciertamente podría arrojar mucha luz a este fenómeno.

Pero, como tantos otros, me parece que este estudio está construido de manera contraria a la que debiera: el autor tiene una hipótesis preconcebida y después realiza un muestreo y un análisis de los datos parcial y sesgado, ignorando todas las demás condiciones de contorno, para llegar a la conclusión que quería inicialmente. Lo malo, insisto, es que, aún cierta, es imposible deducirla de los datos.

Es más, alguien que quisiera probar la hipótesis contraria (esto es, que muchos nombres no existían o no eran populares antes ni durante el franquismo, que el santoral de Elizalde así como los nomenclátors han tenido mucho que ver, que la Real Academia de la Lengua Vasca siguió publicando en euskera y celebrando plenos durante casi todo el franquismo, época durante la cual sí se permitió la inscripción de ciertos nombres vascos y que la mayoría se recopiló y popularizó durante los años 70...) ¡ya tiene todo el trabajo hecho!

La historia no tendría mayor misterio en sí misma: abundan estudios poco documentados, erróneos o incluso falsos en muchos campos. El problema es que este estudio, como la mayoría de los de este tipo, está financiado con dinero público y es el mensaje que acaba calando en la sociedad. Y además su conclusión se puede usar como "evidencia", cuando las premisas demuestran lo contrario.

Muchos jóvenes vascos tienen nombres sabinianos pero no saben siquiera quién fue Sabino Arana. Y lo peor es que tampoco les importa. Ni eso ni cuándo y por qué surgió su bandera o el propio nombre de su comunidad, completamente vinculadas a Sabino Arana.


El papel de la educación

La situación en el País Vasco es más que preocupante. Y, lo peor, se está extendiendo a Navarra. Pero los jóvenes no tienen la culpa. ¿Quién va a cuestionar el conocimiento que se propaga desde la escuela, los medios y, por ende al final, las familias?

No. No son rumores. Si alguien todavía tiene alguna duda de qué tipo de adoctrinamiento aparece en los libros de texto, puede echar un vistazo a algunos textos aquí o a un informe aquí. Estos sí tienen referencias a editoriales, libros y páginas concretas, así como acompañan reproducciones de algunas de ellas.

No. Tampoco son rumores. Hasta ahora, era el Gobierno Vasco quien tenía que autorizar, aprobar y visar cada uno de los libros de texto utilizados por los centros. A partir de ahora, serán los centros quienes elegirán los libros de texto y cada profesor podrá, por primera vez desde 1998, ¡elaborar su propio material!

02 November 2010

Recapitulación


Este blog comenzó allá por 2006, promovido por la cultura el lugar donde trabajaba: prácticamente todo el mundo tenía un blog menos yo. Tener un blog, independientemente de lo que en él se contara, era considerado una "buena práctica". 

Con algo de pereza comencé a escribir algunos artículos sobre software, intentando que fuera en inglés, por eso de practicar doblemente: tanto con temática profesional como con un idioma necesario. Con el paso del tiempo, los artículos fueron explorando nuevas temáticas, desde filosofía a traducciones de artículos famosos de otras personas, pasando por recomendaciones de libros, así como opiniones sobre prácticamente cualquier cosa. El inglés también pasó a un segundo plano, no sólo porque me resulta más natural escribir en mi idioma, sino porque creo que es necesario hacerlo.

Este blog, por tanto, dejó de estar especializado en un tema específico e imagino que ha perdido el seguimiento de lectores que lo hacían por criterios de temática (si es que había alguno). Por una parte es una pena, pues a todos nos gusta estructurar los blogs por temática. Por otra, es un alivio, porque tener que pensar si lo que uno quiere decir cabe o no cabe en su blog, así como ofrecer sólo la cara bonita y especializada de sus escritos, resulta agobiante para alguien a quien le gusta escribir.

Aun así, creo que puede buscarse una temática aquí. Yo me inclinaría por la didáctica, la informativa y la de invitar a la reflexión. Creo que casi todos los artículos dan pie a ello, porque la mayoría han surgido a partir de preguntas personales respondidas en voz alta. Correctas o incorrectas, imparciales o sesgadas, han sido compartidas para quien quiera escucharlas. Lo cual, a día de hoy y en los tiempos que vivimos, ya he comprobado sobradamente que es un mérito más que suficiente.

Sin embargo hay algo que hace a los blogs atemporales e independientes de la temática: gracias a los buscadores, las redes sociales y otros blogs, algunos de sus artículos siguen siendo consultados con frecuencia. Como casi todos los artículos, esta temática ha surgido a partir de una pregunta personal:  ¿Merece la pena escribir un blog?

A nivel personal, por supuesto que sí: sirve para que podamos contar aquello que nos apetece sin necesidad de que nadie nos tenga que escuchar. A nivel profesional, también: la mayoría de las tareas que nos encargan tienen que ver con escribir, de una manera u otra, y la práctica de la escritura siempre es positiva.

Pero, dejémonos por un momento de reflexiones y vayamos a los hechos. Hoy quería recapitular cuáles han sido, para mí, algunos de los artículos que más me ha gustado escribir. También quería compartir un pequeño extracto de las estadísticas de este blog, coleccionadas durante más de cuatro años escribiendo.


10 artículos interesantes

Si tuviera que recomendar 10 artículos (puramente míos y no traducciones ni referencias a otros), ésta sería probablemente mi lista favorita (sin ningún orden ni temática en particular):


Lo que dicen las estadísticas

Éstos son los 10 artículos más visitados del blog y su número de visitas:

  1. ¿Te llaman y cuelgan? Puede NO ser una equivocación (28.566)
  2. "Cosas", por Paul Graham (1.692)
  3. Fujitsu-Siemens Amilo A1655G, Broadcom BCM4318 (and Ubuntu 8.10) (1.304)
  4. Cuando los usuarios prueban el firmware. El fiasco de InOutTV y el Siemens M665T (1.120)
  5. AJAX y PHP. Construyendo Aplicaciones Web Interactivas (929)
  6. Qué significa ser un buen manager (854)
  7. Si los arquitectos fueran ingenieros de Software (842)
  8. En busca del nombre (vasco) perdido (618)
  9. ¿Quieres visitar Yosemite? (434)
  10. Adiós a la oficina virtual de la Seguridad Social (325)

Nótese que el efecto "menéame" ha catapultado al primero de los artículos muy por encima del resto, así como el efecto "palabras clave" (Yosemite y Seguridad Social) ha colocado artículos absurdos (el número 9 y número 10) entre los 10 más visitados.


En definitiva, y a pesar del cajón de sastre en que se ha acabado convirtiendo este blog, creo que ha merecido mucho la pena. Me ha sido útil a mí y, al parecer, también le ha sido útil y/o entretenido a mucha gente.

Muchas gracias a todos los que me han leído y me leen, actuando como verdaderos beta-testers de este blog que nació y continúa precisamente en fase beta. Quién sabe si, tras cuatro años y medio, en algún futuro cercano pueda pasar a la siguiente fase de desarrollo...